1. Nervios y futuro trabajo.

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El tiempo se ha ido volando. Estoy en mi última semana de vacaciones antes de entrar a mi último año de universidad. ¿Dónde? Sí, en Londres. Mamá logró convencer al presidente de Zeros's Men", ahora el nuevo socio, para hacer su proyecto.

Natalie no se lo tomó muy bien que digamos. Lloró y lloró durante casi toda una tarde y parte de la noche. Ted nos acompañó y me ayudó a consolar y tranquilizar a Nat. Luego de la noticia, se estuvieron quedando seguido en mi casa. Veíamos películas o salíamos a comer. Hubo un par de días en los que Nat prácticamente me arrastró por todas las tiendas del Time Warner Center y por las calles de Times Square y Madison Square Park. Nos probamos bastante ropa y compramos demasiada para mi gusto. Ya por la noche, nos arreglábamos y llamábamos a Ted para salir de antro y no regresábamos hasta pasadas las dos de la mañana.

En dos días es mi vuelo. Hoy me despedí de los chicos y fue horrible, sentí como si me arrancaran algo de mí. No sé de dónde Nat saca tanta agua para llorar así. Llora de una manera exagerada, aunque la comprendo, podría jurar que sentía lo mismo que ella. Ted, bueno, la mayoría del tiempo trató de mantenerse firme, pero cuando me abrazó, sentí como sollozaba. Prometí llamarlos cuando estuviera en Londres y comenzar a planear para vernos.

Mañana iré con mamá a la empresa para conocer al presidente de Zero's Men. Ambos me darán instrucciones sobre qué hacer en las oficinas y sobre que el hijo del presidente de Esa empresa y yo tenemos que estar de acuerdo en todo, porque actuaremos como uno solo, o eso es lo que me dijo mamá.

Sobre la escuela... bueno, lo predije muy bien. Mamá logró meterme en una universidad privada. ¿Cómo demonios lo hizo? Movió contactos aquí y allá creo, y logró encontrar un lugar para mí.

Aun no asimilo muy bien todo esto. Mis maletas están listas, pero yo no. Algo en mi me dice que algo pasará. Algo que cambiará mi vida, pero lo ignoro. Seguro son los nervios de que es un cambio tan drástico que no tenía en mente que algún día pasaría.

Me meto en la cama y trato de dormirme de inmediato.



Por la mañana, ya me encuentro en el comedor desayunando con mamá. Ni siquiera tengo hambre, aunque las tortitas huelen de maravilla.

Desperté alrededor de las cinco de la mañana y no logré dormirme de nuevo. Me fue muy difícil porque no dejaba de pensar en la reunión de hoy con el socio de la empresa. Presiento que algo sucederá, aunque no sé si para bien o para mal.

Traté de ver televisión un rato, pero no podía concentrarme en la basura que sea que estaba viendo. Salí de la cama y me vestí para salir a correr. Mi mente se despejó de inmediato al ponerme los audífonos y comenzar a correr por las aún tranquilas calles de Nueva York.

– ¿Estás nerviosa? –pregunta mamá, devolviéndome al presente.

– ¿Por qué lo dices? – respondo con otra pregunta mientras sigo picoteando con el tenedor mis ya fríos waffles.

– No lo sé. Estás muy pensativa.

– Bueno, aun no asimilo la idea de que yo y otro chico que no conozco, dirijamos una empresa. – sí, es un poco de temer.

– Técnicamente son dos empresas. – gracias por tu ayuda, mamá. –Pero no te preocupes, todo irá bien. Nosotros ya les diremos que hacer.

– De acuerdo... –respondo no muy convencida. No conozco de nada al presidente de Zero's Men y mucho menos a su hijo, por supuesto que no estoy tranquila.

Terminamos el desayuno y salimos de casa en el auto con Joseph al volante.

Luego de un recorrido tranquilo y silencioso de treinta y cinco minutos, llegamos a la empresa y subimos a su oficina por el ascensor.

Viaje Inesperado [N.H.]© Parte#1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora