Viaje Inesperado [N.H.]© Parte#1

34. Recuerdos.

– ¿Y cómo conociste a Louis y a Harry? –le pregunto a Niall mientras caminamos por el centro comercial, bebiendo de nuestro café. Voy tomada de su brazo, y me sorprende sentirme tan a gusto ir así con él. Niall sonríe con una mirada llena de recuerdos. Suspira con fuerza.

– Bueno, cuando cumplí los cinco años, mi madre me hizo una fiesta de cumpleaños e invitó a todos mis compañeros de mi salón del jardín de niños. Fue divertido. Había juegos y un payaso con globos haciendo reír a los niños. –no paso desapercibido el hecho de que menciona a su madre. Es la primera vez que lo hace. –Pero yo no quería estar sentado viendo al payaso hacer espadas con globos. Me levanté y me fui a un lado de las mesas para ver si podía tomar un pedazo de pastel sin que me atraparan, y ahí me encontré a uno de mis compañeros, a aquel castaño que solía hacer explotar la cabeza de la maestra con sus travesuras. Él estaba jugando con un balón de fútbol soccer y me acerqué a él. –se queda un momento en silencio y vuelve a sonreír. –Jugamos juntos por un rato, luego más niños se acercaron a nosotros y entre todos jugamos futbol.

– Eso es muy lindo. Casi puedo imaginar a dos pequeños diablillos. –pobres de las madres de esos niños traviesos.

– Sí, era genial. Cuando conocí a Harry, tenía siete años. Nos conocimos en la sala de urgencias del hospital. Eran unas vacaciones de verano, aún era temprano, y Louis y yo estábamos jugando carreras en nuestras bicicletas. Louis se subió a una pequeña colina, trato de dar la vuelta y se cayó. Mi madre nos llevó al hospital y la mamá de Louis nos alcanzó allá. Ellas se fueron a hablar con el doctor y a mí me dejaron en la sala de espera. Estaba muy preocupado por Louis, por un momento había pensado que había muerto, pero luego lo escuché llorar como una nena y me sentí aliviado. Vi a mi alrededor y vi a otro chico sentado a unos cuantos asientos de mí. –hace una pausa. Creo que le afecta recordar a sus mejores amigos. Eso es muy lindo, se nota que los aprecia mucho. Y está bien, no lo juzgo, yo me pongo un poco sentimental al recordar como conocí a Nat y a Ted. –Me acerqué a él y le pregunté qué hacia allí, él me dijo que su hermana tenía algo en el estómago y le estaban haciendo un lavado estomacal. Luego me preguntó que hacia yo ahí, y le dije que mi mejor amigo estaba dentro porque se había caído de su bicicleta. Seguimos hablando un poco, hasta que llegó mi madre y me dijo que podía pasar a ver a Louis. Sentí un gran alivio al saber que estaba bien. Invité a Harry a verlo, y juntos fuimos. Cuando entramos en la pequeña habitación, Louis tenía una escayola roja en su brazo y muchos rasguños en su cara y el otro brazo, y a pesar de que estaba ahí con un brazo quebrado, sonreía feliz. A Louis también le agradó de inmediato Harry. Luego de eso, nos veíamos casi todos los días. Entramos juntos a la escuela, al instituto, hasta ahora en la universidad. Hemos tenido buenos momentos. –comenta con una sonrisa sincera. Deben de ser muy buenos momentos.

– Momentos inolvidables, ¿eh?

– Sí, la mayoría de ellos. Incluyendo los más íntimos y vergonzosos.

– Ya lo imagino. –no dudo que estos tres se hayan contado hasta sobre su primera follada o algo así.

– ¿Y tú qué me dices? ¿Fueron buenos los momentos en que conociste tus amigos?

– Digamos que sí. A Nat la conocí en mis clases de ballet. Teníamos doce, y ella era nueva en la clase. Nos hablábamos bien, como buenas compañeras. Antes del recital de navidad, hicimos la representación del lago de los cisnes. Nunca olvidare que se molestó muchísimo porque me dieron el papel principal y a ella no. Hizo una gran rabieta. Al día siguiente me pidió disculpas.

– "Hola, Abbigail. –la esbelta rubia se acercó a mí, ya vestida para comenzar la clase.

– Hola, Natalie. –respondí un poco temerosa de que me diera una patada como las que había dado al suelo el día anterior.