55. Apolo.

2.1K 111 32
                                    


– ¿Bien, qué te parece si lo cambiamos por el anterior que te mostré? Ya así no se ve forzado y no es un cambio muy notable. –le digo a Maddy, luego de ayudarle con uno de los pasos que más se le dificultan.

Luego de salir del apartamento de Niall, afortunadamente llegué solo cuatro minutos después de las cinco. Para mi suerte, ya me he hecho amiga de la profesora Ivanov, así que no hubo problema.

La profesora se está encargando de los detalles para el recital, y como son bastantes bailarines y bailarinas, me ofrecí a ayudarle con eso. Quedó encantada cuando le dije que yo he participado un par de veces en este recital.

Así que ahora ayudo a los personajes principales a definir bien sus pasos, solo para que no vayan a lastimarse y pueda haber un problema.

– Creo que si queda mucho mejor. ¡Es increíble! ¡Gracias, Abby! –me dice encantada.

– No es nada, Maddy. Si tienes problema con cualquier otro paso, solo llámame. –le respondo con una sonrisa y ella asiente contenta.

Paseo un poco más por el salón, hasta llegar con Liam, quien se encarga de hacer el papel del príncipe.

– ¿Necesitas ayuda con algo? –pregunto con suavidad.

– No, gracias. –responde. No me lo dice de una forma grosera, pero su últimamente manera de tratarme con indiferencia me hace sentir mal.

– Entonces, ¿podrías mostrarme tu segunda parte del primer acto? –pido para así acercarme a él.

Liam asiente y comienza a danzar. La fluidez de sus movimientos son firmes, pero les falta suavidad. Y creo que es porque estoy aquí, observándolo, cuando él no quiere que lo esté.

Finaliza con una caída limpia, pero sigo viendo esa rigidez en él.

– Los pasos son los correctos, pero te hace falta soltarte más. Estás demasiado tenso.

– Arreglaré eso.

– Déjame te ayudo. –veo su lucha interna por responderme un enorme y gran "no". Pero asiente al final. –Bien, tienes que relajar los músculos. –me pongo frente a él y trato de relajar sus músculos con toques suaves sobre su piel. –Tienes que respirar, Liam. Si no, de otra forma los pasos saldrán mal y puedes lastimarte.

– Anotado. –responde de nuevo, de esa manera tan indiferente.

– ¿Tienes algún problema? –pregunto buscando su mirada. Ya me cansé de esto.

– No, ya me sé todo de memoria.

– Me refiero a mí, Liam. Has estado muy raro conmigo. –el castaño suspira y me mira a los ojos.

– Perdona, es solo que... creí que podría salir contigo, pero sé que no se puede. Así que solo estoy tratando de no pensar mucho en ti, pero es bastante difícil teniéndote aquí toda la tarde.

– Liam, no tienes por qué seguir así, aun somos amigos. Ni siquiera me he quitado el pequeño regalo que me diste. –le digo y le muestro mi mano izquierda, donde tengo puesto el pequeño anillo dorado con la piedrita verde en medio.

– No puedo creer que aun traigas eso puesto. –responde con una sonrisa incrédula, y una mirada llena de ternura.

– Bueno, me pareció un detalle bastante lindo, así que lo conservaré por más tiempo.

– Perdóname. No he sabido comportarme de otra forma que no sea tan estúpida. –se disculpa. De verdad luce arrepentido.

– No te preocupes por eso, Liam. ¿Qué te parece si la próxima semana salimos a tomar un té de la cafetería de la otra vez? Me dijiste que ahí venden los mejores que has probado. –su bella sonrisa hace que sus ojos se achinen y me parece lo más lindo que he visto.

Viaje Inesperado [N.H.]© Parte#1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora