17. ¡¿Mi novio?!

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Cuando entro en mi habitación, arrojo mi bolso al sofá y me voy directamente a mi recamara dejándome caer en la cómoda cama.

Creo que fue un buen primer día, a pesar de pasar mi tarde con Niall, y aun así, fue... bien. Me fue muy bien en la escuela y al parecer no será mucho trabajo en la empresa. Parece que todo marchará bien.

Ahora, ¡fuera uniforme! Ya quiero quitarme esta cosa, siento que ni me puedo mover a gusto.

Me levanto de la cama y busco algo cómodo que ponerme, necesito salir de compras, casi no tengo ropa. Me visto y me pongo a hacer mi tarea y a repasar los apuntes de hoy, que a decir verdad, fueron pocos.

Luego de terminar con las cosas de la escuela veo un poco la TV y pido la cena a la habitación. No tardo en irme a dormir, ya que mis ojos comienzan a cerrarse por sí solos. Tal vez debería comprar vitaminas, no encuentro el porqué de que me sienta tan cansada. Me pongo mi pijama y me meto en la cama.


A la mañana siguiente, despierto por el horrible sonido de la alarma, que me obliga a levantarme, ya que mi teléfono está en la sala. En el piso. Tengo que hacer algo con él para no dejarlo por donde quiera. Me doy una deliciosa ducha tibia y me pongo el uniforme. En cuanto estoy lista tomo mi bolso de la escuela y bajo al restaurante. Siento como si olvidara algo... no lo recuerdo, espero que no sea nada importante.

En cuanto entro al comedor me recibe el delicioso aroma a desayuno; huele a café, huevos, tocino, y pan recién hecho. Si pudiera comer de todo, lo haría sin duda. Me siento en una mesa y pido mi desayuno. Mientras saboreo mis deliciosos hot cakes, recuerdo eso que había olvidado. Olvidé pedir el taxi. Rayos, ¿ahora como lo haré? No quiero llegar tarde.

Termino mi desayuno en tiempo record y voy corriendo a recepción, llevándome un par de miradas desaprobatorias de unas señoras. Olvidé pedir mi taxi señora entrometida. Como quisiera poder sacarle la lengua, pero sería muy infantil de mi parte.

– Señorita, necesito un taxi que esté aquí en cinco o diez minutos, a más tardar. –le digo a la chica, un poco agitada por mi carrera desde el restaurante hasta recepción.

– Claro que sí, señorita. En un momento llamo a algún sitio de taxis. –me responde con una deslumbrante sonrisa, como si fuera medio día.

– Bien, gracias.

Solo espero llegar a tiempo a la universidad. ¿Qué hora será? Meto mi mano al bolso para buscar mi teléfono. No está. Demonios. ¿Lo dejaría en la mesa? No, no creo, no lo he sacado... Además la verdad creo que ni siquiera lo metí en el bolso, la última vez que lo tomé fue cuando... fue cuando lo arrojé a la cama, ya me acordé.

Corro al ascensor y subo a mi habitación. Mi teléfono esta justo en medio de la cama. Me sorprende no encontrarlo en el suelo, ya me estoy acostumbrando a encontrarlo tirado.

Lo tomo y veo la hora. 7:42. Mierda. No quiero llegar tarde, y de seguro aún no está el taxi y más el tiempo de camino jamás llegaré a tiempo. Justo cuando arrojo mi teléfono dentro del bolso, suena el teléfono de la habitación.

– ¿Sí? –contesto.

– Señorita White, la buscan en recepción. –justo a tiempo.

– Que bien, el taxi llegó. Bajo en un momento.

– Señorita White, no es...

Cuelgo el teléfono y salgo a toda prisa. Al menos el taxi ya está aquí.

Justo cuando paso a recepción, lo veo de pie junto al mostrador, coqueteando con la recepcionista, que no deja de sonreir embobada.

– Ay no puede ser...

Viaje Inesperado [N.H.]© Parte#1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora