19. ¿Me darías una oportunidad?

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– Buenas tardes, señorita White. –me saluda la recepcionista en turno con una genuina sonrisa.

– Buenas tardes. Quiero hacer el check out de mi habitación.

– De acuerdo. –me dice frunciendo ligeramente su ceño. –Debo preguntarle si su salida se debe por algún mal trato o alguna inconformidad. –me dice la chica con más seriedad, como si fuera a depender de mi respuesta. Casi me quiero reír de su cara.

– No, no, para nada. Tienen un excelente servicio, y un delicioso chocolate caliente. Es solo que ya tengo un lugar donde quedarme.

– Oh, muy bien. Entonces comenzare a hacer la factura de su check out. Tomará un par de minutos.

– De acuerdo. Entonces por el momento iré por mis maletas.

– Claro que sí, señorita White.

Tomo del brazo a Niall que esta distraído viendo por todos lados el hotel. Es algo raro en un hombre que se fije en detalles y cosas así. ¿Será gay? No, no creo, tiene cara de tener fama en la universidad de que es bueno en la cama. Reacciona cuando lo tomo de la mano y parece sorprendido por mi gesto.

– Iremos por mis maletas en lo que hacen la factura.

– Genial, vamos.

Caminamos al ascensor y me sorprende que no haga algún gesto por soltar mi mano, ni yo tampoco. Es un tanto cómodo ir de su mano. Lo suelto cuando ya estamos frente a la puerta de la habitación, y solo lo hago para sacar la llave de la habitación. Abro la puerta y entramos.

– Ponte cómodo. En la mesita debe estar el control remoto y en el comedor debe haber fruta. Iré a empacar. –dejo caer mi bolso en el sofá y me voy a mi recamara. No escucho la respuesta de Niall, pero supongo que hará algo como ver la televisión o jugar con su teléfono.

Ahora, ¡a empacar!

Doblo la poca ropa que tengo fuera de las maletas y la guardo en ellas. Dejo al final el saco de Niall. Lo tomo en mis manos y lo acerco a mí. Mmm... huele a él, tal vez aún no se la regrese. Lo guardo en la maleta.

Dejo fuera unos jeans ajustados, un suéter delgado y suelto color beige y unas zapatillas altas a juego con la blusa. Por fin me quito el uniforme y comienzo a vestirme. Dejaré las zapatillas para el final, primero terminare de empacar. Soy tan distraída que podría tropezarme con cualquier cosa y aterrizar de trasero en el suelo.

Doblo mi uniforme y lo meto en una de las maletas. Ya está listo. De pronto me sobresalto al sentir unas manos en mi cintura.

– Lindo suéter. –me susurra Niall al oído. Su aliento choca ligeramente en mi cuello y hace que me estremezca.

– Horan, me asustaste. –digo casi en un susurro sin moverme. Sus manos hacen que sienta su toque quemar a través de la delgada tela de mi suéter. No sé porque, pero algo en mí no quiere que me suelte, y yo no hago ningún esfuerzo por quietármelo o hacerlo a un lado.

– Lo siento. –susurra de nuevo en mi oído. De nuevo un escalofrío me recorre el cuerpo. ¿Por qué se disculpa? Ah, sí, me asustó, eso. De pronto estoy nerviosa.

– Niall... –digo cerrando mis ojos involuntariamente, ante mi fallido intento de sonar amenazante. Por esto no me gusta estar cerca de él, no me puedo concentrar.

– Dime, cariño. –sus dedos comienzan a hacer círculos a los lados de mi cintura, por arriba de la tela de los jeans. Me estremezco. Sus movimientos son lentos y seductores.

– Niall... No lo hagas... –logro decir con la voz temblorosa. Al menos no lo dije con voz entrecortada.

– ¿Qué no haga, qué, cariño? –acaricia mi cuello con su nariz con suaves movimientos arriba y abajo, y sus manos se mueven a mi estómago y me atrae más a él, haciendo que mi espalda quede pegada a su pecho.

Viaje Inesperado [N.H.]© Parte#1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora