11. Cena y prisas.

1.8K 114 4
                                    


Es viernes por la tarde y estoy acostada en el suelo sobre la alfombra junto a la cama. Aún sigo en el hotel y extrañamente no he tenido noticias de Horan, y me alegro por eso en cierta forma. No lo soporto.

He salido de compras dos días y estuvo bien. Hay muchas boutiques cerca con ropa muy linda. He hablado con mamá y parece que todo va progresando rápidamente, lo que quiere decir que tal vez ya la próxima semana tenga que ir a la empresa, algo que no sé si me emociona o me estresa de solo pensarlo.

También he hablado con Nat y Ted, parece que están haciendo mucho esfuerzo por llevarse mejor, ya que casi no se pelean cuando les llamo. Me dijeron que depende de cómo les vaya en este comienzo de clases, vendrán a visitarme. Espero que puedan venir pronto porque me hacen mucha falta.

Estoy demasiado aburrida, tal vez deba salir a tomar un café o algo. Y justo cuando estoy por levantarme del suelo escucho mi teléfono. Me pongo de pie y comienzo a buscarlo. No recuerdo donde lo dejé. Camino por la recamara, pero más bien el sonido viene de la sala. Salgo de la recamara y veo mi teléfono aun timbrando tirado a un lado del sofá, algo ya no tan raro. Lo tomo y veo quien es.

Horan. Por dios, creí que dejaría de insistir. Dejo que la llamada se pase al buzón y un momento después vuelve a timbrar. ¿Pero qué querrá? Bien, contestare.

– ¿Sí? –respondo.

– Hola, soy Niall.

– Sé quién eres, tengo identificador. –digo poniendo los ojos en blanco, aunque sé que no puede verme. – ¿Qué quieres?

– Quiero invitarte a tomar una copa. Tenemos que hablar. –responde sin más. Ah, pero que mandón, por lo que veo ese tonito no se le quita.

– ¿Crees que te tengo suficiente confianza como para salir de copas contigo? –en peligro y este tipo me emborrache para llevarme a su cama.

– Está bien. –suspira. – ¿Una cena? –pregunta con tono esperanzado.

– ¿Y porque no un desayuno?

– ¿En serio? ¿Ni una cena me piensas aceptar? –suena de verdad ofendido. Bien, si, estoy yendo un poco lejos.

– De acuerdo. –respondo con un ligero suspiro. – ¿Cuándo?

– Mañana. Dime donde estás hospedándote y pasaré por ti. –ah, que mandón.

– No, gracias. Puedo irme en taxi. ¿Dónde será la cena?

– Dime el nombre del hotel y pasaré por ti.

– Dime el nombre del restaurante o no hay cena. –amenazo de manera tajante. Suspira con frustración. No todo es como digas y quieras, Horan.

– Bien, como quieras. –sonrío victoriosa –En el Clos Maggiore a las ocho. La reservación estará a mi nombre.

– Bien. Nos vemos mañana, Horan.

– Ya lo estoy deseando. –dice con una voz seductoramente sexy que hasta a través de la bocina del teléfono me hace estremecer. Por dios. A veces me provoca cosas que no entiendo. Cuelgo.

Bien, al menos ya sé lo que haré el resto de la tarde; saldré a comprar un vestido para la cena. La mayoría de mi ropa es de oficina, así que no me vendrá mal comprar unos cuantos vestidos. Tomo mi bolso y salgo del hotel.

Como ya sé que cerca del hotel hay muy buenas boutiques, me voy caminando. Es un poco pesado ir de un lado a otro en taxi. Tal vez pronto pueda comprarme un auto. No hay nada mejor que ir tu sola en tu auto decidiendo que caminos tomar y poder ir a donde quieras cuando quieras.

Viaje Inesperado [N.H.]© Parte#1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora