Viaje Inesperado [N.H.]© Parte#1

60. Mis amigos, mi familia.

Oscuridad.

Silencio.

Es todo lo que hay a mi alrededor. No puedo levantarme del lugar donde estoy. Intento hablar, pero ningún sonido sale de mi garganta. Trato de ver en donde estoy, pero sigo viendo oscuridad.

Esto es tan extraño. De alguna manera se siente... erróneo.

De pronto, unos borrones de luz aparecen en mi campo de visión. Las manchas de luz se intensifican y se hacen más grandes, hasta que logro ver un poco, pero no sé exactamente lo que veo.

Con dificultad, me pongo de pie y trato de ver lo que me rodea, pero mi visión no es clara. Conforme voy viendo que las manchas de colores toman forma, avanzo con torpeza un par de pasos.

Hay personas. Muchas personas. Se mueven de un lugar a otro y puedo distinguir que hablan, pero aun no logro escuchar nada. Sigo avanzando.

Todo es desconcertante. Siento como si de algo maravilloso, hubiera sucedido algo horrible. Y comienzo a asustarme. Definitivamente, algo no va bien.

Gracias a que el sol comienza a ocultarse, se hacen notar de forma más visible las luces rojas y azules. Por fin logro escuchar murmuros, pero no distingo lo que dicen. Es muy confuso.

De pronto, ya estoy frente a varios vehículos. Hay patrullas de policía, y un par de ambulancias.

No...

Me giro, solo para ver de nuevo al montón de personas que no dejan de moverse y murmurar. Algunas de ellas están inclinadas en el suelo, impidiéndome ver lo que hacen. Me acerco hasta estar a su lado. Y me paralizo en mi lugar al ver la escena.

Mi cuerpo está tendido en el suelo, inerte, frio, y sin color.

Hay sangre. Hay mucha sangre que mancha mi ropa, y hay más en el suelo donde se encuentra mi cuerpo.

Un grito se forma en mi garganta, pero no puedo dejarlo salir. Algo me lo impide.

Tres personas tratan de reanimar el cuerpo tendido en el suelo, pero parecen no tener muy buena respuesta. Y los murmuros se hacen más fuertes y claros cada vez más.

Las sirenas de los vehículos suenan de fondo, mientras todas las personas presentes hablan al mismo tiempo de cosas que no logro comprender. Pero luego, a una distancia no muy lejana, escucho la voz de una mujer.

– ¿El chico sobrevivirá?

Niall. Es el único chico que recuerdo. ¿Qué fue lo que ocurrió?

No escucho una respuesta de vuelta a la pregunta de aquella mujer.

Mi Niall...

Corro hacia donde está ella y otras tantas personas. Corro para verlo a él. Corro para saber si se encuentra bien, si se encuentra... vivo.

Pero no llego a tiempo. Las puertas de la ambulancia donde suben al otro cuerpo se cierran en mis narices, sin permitirme verlo una última vez.

¡Niall!

Grito, pero nadie me escucha. Nadie puede verme.

¡No!

– ¡Abby! ¡Despierta!

Una urgente sacudida mueve mi cuerpo, pero no soy yo.

– Nena, despierta, es solo un sueño. –el cálido murmuro llega a mí. Y abro los ojos. –Cariño, todo está bien, estoy contigo.

Mis ojos vuelven a cerrarse en efecto de alivio, y mi cuerpo se relaja al máximo cuando escucho su voz. Niall está bien. Él está conmigo.

Un suspiro entrecortado abandona mis labios, y siento mi garganta adolorida. Llevo mis manos a mi rostro y lo noto húmedo. Estoy sudando. Mis ojos pican, y es cuando noto que también he llorado.