La infertilidad del amor...
Cuando no se creen en los cuentos de "Deum", van a aguardar su matriz, se cruza en la hipérbole, en la bisectriz. Tristemente, en un entorno pseudofilosófico, las muecas del querubín de alas azabache siguen dándome incentivos para retomar el flujo de las cosas como un mecanismo de implicancia abstracto entre la artificialidad de mi ser y lo conexo que este se halla con piedras preciosas, con estalactitas interdimensionales y con flores de prístina esencia; es un campo inefable, es la supeditación.
Mi interpelación se extrapola en el "Demonio", como una historia de escaso valor, o de falacias improcesables para cualquier manifestación extranjera a lo mortal; en un desierto poético donde mi encéfalo es torturado por la relegación de mi ser, con el traslado de mi corrosión al ulterior de mis enzimas, a la "Caverna de Hades". Vaticiné un señuelo infantil: la persecución de mi consciencia por un pasado moribundo; donde respiré un esqueleto, allí encontrarás el "Adiós".
No daba cabida a esa perpetuidad, de doncellas que bailan "La danza de las sombras" sin pavor, sin temor de verse subyagas por esta; era un espectáculo dantesco, de proporciones inverosímiles, con inconsútiles vestidos, con corazones sin zurcir; con el papiro de un trovador que yacía inerte en las faldas de sus pies. La luna solo era un verso falaz, que se escabullía entre los astros; el ángel era sangre por todos lados: derramaba ese tinte sobre él, se extirpaba la carga de su nuca en "La Cámara de Guf".
Complejísimo camino se cimentó, porque en la zona de azafrán, el incienso era infructífero: sin facultades ni renombre; yo solía querellarle con blasfemia, como un mímico, expresando mensajes sin voz, con señas y gesticulaciones varias. Observo que me antepongo a una premisa probabilística engendrada en el exilio, soy como el "Gato de Schrodinger": encerrado en la disyuntiva de su huésped, ignorando que la mitad de él se marchitó por su causa. Proliferando anatemas, cosechando entelequias, soy en exegeta atrapado en su mundo, exacerbando su juicio para musitar sapiencia; el refugio estaba presente en tu ausencia, y mi esencia se opacó con el mito de Cipariso, ocultándose en "La cápsula de Narciso".
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ANTOLOGÍA: RASGADOS DE NUREÑA
PoetryLos Libelos de Diego, los "Rasgados de Nureña", un camino de escritos que conectará sus mundos con el mío; con el arco final.