LA PERPETUIDAD DEL QUERER

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Interpelar, de cretino; no pensar, de mendigo; atrofiar, de incauto; amañar, de profano. Sentenciado al olvido, donando un poco de mi tiempo para así verte en el futuro; roto no, embelesado.

Sinvergüenza, el que observa; amargado, el que abvierta; infiltrado, el cobarde; calmado, el de alarde. Desesperado quedaba en los coordenadas del Edén; entendiendo en su comportamiento a un ser iracundo; doblegado por el reflejo del agua; ardiendo en las llamas del amor.

Amordazado, el que añora; afable, el que idolatra; carismático, el que desea; aplastado, el que se eleva. Vaticinó el hombre un futuro utópico; condicionado por lo que sentía; arrebatada era la lucha de él y su superyó. Lloviznaba migajas de cariño incomprensible. blendas recogía del socavón para su dama, maldiciendo su pasado y enterrándolo en el proceso.

"¡Para ya, niño!", exclamó el badulaque; vislumbraba al escribano con un lienzo en blanco y con la tinta derramada; daba argumentos sin sostén ni apoyo alguno, no era capaz de rebatirle al mago; gozaba de señuelos, mas no de imaginación. Ondeando en las cuerdas del suspiro, rogaré por la pasión que me concierne; negaré la hipocresía y te lo haré saber. El querer no es perpetuo, es una ilusión.

ANTOLOGÍA: RASGADOS DE NUREÑADonde viven las historias. Descúbrelo ahora