EL DEMONIO DE LAPLACE

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Mi mente se engancha con escenarios ficticios, se pierde entre planos melódicos de dolor intraneuronal; adicto quedo de aquella sensación apasionante, que me notifica imprudentemente de que lo que deseo está fuera de mi alcance.

No quiero disculparme, no quiero conversar del tema, no quiero sembrar olivos en tierra infértil; solo quiero que mi sueño se cumpla a tu lado, al lado del grafito más frágil que he conocido.

Qué torpe que eres, tanto como yo al momento de decir "perdón"; tan patética, cual doppelganger de Pandora; cual niña abandonada en la puna, te aferras al que te da de comer.

¿Eres tú el "Demonio de Laplace"?, ¿antepones tu paz emocional por la de los demás? Aquellos que se topan contigo, ¿están condenados a verte con virtuosidad para evitar el que sufras?; qué mediocre ilusión, qué fúnebre alevosía has maquinado, sola has quedado y tú sabes porqué.

Aunque me equivoqué, el error fue concebido a tu usanza. Yo solo lancé el dado, mas no vi la predicción.

ANTOLOGÍA: RASGADOS DE NUREÑADonde viven las historias. Descúbrelo ahora