•Perfecta eternidad.
Louis dejo el teléfono en su lugar y caminó con despreocupación hacía el sofá donde estaba acurrucado con Harry anteriormente. Antes de poder sentarse el rizado se puso de pie, mirando a Louis con cariño. La primera vez que sentía calma realmente agradable mientras observaba a una persona. ¿Cómo no sentir agradable si Louis era alguien tan puro, tan bueno?
El ojiazul le sonrió ladeando su cabeza, Harry abrió sus brazos un poco invitandolo a un abrazo que Louis tomó al instante.
—Solo era Luke... —cerró los ojos encontrando sus manos en la espalda de Harry, entrelazó sus dedos y descanso su cabeza en el pecho del ojiverde—. Quiere salir a cenar.
Harry también cerró sus ojos respirando el aroma del cabello de Louis, grabandolo en su mente porque iba a querer recordarlo. Le importaba un carajo Luke, ni siquiera sabía por qué Louis le contaba. Seguramente sería por eso de la confianza y alguna que otra mierda como las que Gemma le contó para cuando 'encontrara a su pareja'. Pero Louis no tenía que decirle nada, confiaba en él.
—Louis —Harry paseó sus dedos por la espalda del más bajo con suavidad apretándolo más a su pecho.
—¿Qué sucede? —preguntó el ojiazul sin despegar su rostro del cálido pecho de Harry.
El rizado respiro hondo, deteniendo sus manos en la cintura de Louis. Se alejó un poco del castaño intentando encontrar sus bonitos ojos azules pero Louis volvió a repegarse a su pecho como un gatito disfrutando de el bello momento negandose a abrir los ojos.
—Louis, debo irme —murmuró sin más. Louis frunció el ceño y rápidamente levantó su cabeza, los ojos verdes brillantes de Harry le esperaban.
—¿Eh? —jadeo bajito, confundido. Harry apretó los labios.
—Necesito irme —volvió a repetir.
Louis sintió el pequeño nudo de lo inesperado apretar en su estómago. Hizo una mueca e intentó alejarse de Harry fallando, pues el rizado mantuvo firme su agarre en la cintura del más bajo.
—¿Tan pronto vas a dejarme? —alzó una ceja, casi ofendido—. Sin duda alguna eres el ser que más pronto rompió mis ilusiones —se mofó. Le parecía irreal lo que Harry decía. Él no se había ilusionado y quedado despierto por largas horas en la madrugada creando un futuro vago junto a Harry para que de pronto el rizado saliera con algo así. Se sintió molesto. No era lo que Harry le había prometido, no era lo que le había dicho que pasaría. Pero oh vamos, qué se podía esperar de un ser mentiroso y egocentrico. Obvio que lo iba a ilusionar, obvio que lo dejaría. ¿Cómo tan solo pudo pensar ser suficiente para alguien tan importante y poderoso como el Diablo? Negó y miró abajo con el ceño fruncido. Harry no necesito muchos gestos y tampoco deducir lo que Louis pensaba pues ya lo sabía. Él lo sabía todo, así como Barba y Gemma.
Harry sonrió de lado, acariciandole la mejilla—. Deja de pensar esas cosas de mí, Louis —murmuró—. Que en parte son ciertas pero por alguna razón no se siente bien si tú lo piensas. No te mentí.
Louis volvió a mirarlo, ya no tenía el ceño fruncido pero aún había una mueca en su rostro que no era bonita—. Te vas para siempre —aseguró.
Harry rió bajito negando. Louis se molestó un poco por la reacción de Harry y ahora sí se safó de su agarre dando dos pasos hacía atrás y cruzando los brazos en su pecho. Ya podía imaginar las palabras de Harry, talvez un 'obvio que me voy, mírate eres patético' o talvez un 'necesito algo mejor' o cualquier mierda que mataría sus ya lástimadas ilusiones y esperanzas junto a Harry.
Harry volvió a verlo con una sonrisa burlona—. ¿Irme para siempre? —negó moviendo sus suaves rizos—. No tienes tanta suerte, bonito.
Volvió a acercarse a Louis y ésta vez lo envolvió en un abrazo eliminando cualquier espacio entre ellos, Louis a su pesar descruzó sus brazos y apoyo sus pequeñas manos en los hombros de Harry mirandolo directamente a los ojos.
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Dónde pasa él, pasa el fuego | Larry Stylinson
FanfictionLuego de que Louis aceptara vender su alma por accidente al Diablo, lo último que imaginó fue que éste se apareciera delante suyo luciendo como un joven de rizos perfectos y preciosos ojos verdes.