Capítulo 14

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•Es realmente lindo verte ser de quién disfrutas ser.

Zayn se despidió de Louis después de quedarse a platicar un rato y tomar algo de ropa pues no planeaba volver en algunos días más. A Louis no le molesto en absoluto.

Una vez cerró la puerta principal con llave volvió a la habitación, su corazón se derritió al ver a Harry recostado en la cama con una sonrisa mirando al televisor. Estaba acostado de lado dando la espalda a la puerta, Louis caminó y le pasó una mano por el cabello deteniendose a su lado. Harry recargo su cabeza en su cadera después de dejar un suave beso en el huesito que sobresalía junto a la piel de Louis. El ojiazul acarició un poco más el cabello de Harry y miró la televisión.

—Qué miras? —preguntó con suavidad.

—Bob... ¿Esponja? —murmuró un poco indeciso—. Es divertido. No lo había visto antes —murmuró. Louis sonrió y se sentó en la orilla de la cama, Harry le paso un brazo por detrás de la cintura y acosto su cabeza en el muslo de Louis.

—¿No lo habías visto antes?

—Soy el Diablo, bonito. No tengo mucho tiempo para mirar la televisión —respondió. Se quedaron allí hasta que el capítulo terminó, Louis acariciaba el cabello de Harry mientras se deleitaba al oír las suaves risas roncas que Harry dejaba salir de vez en cuando.

—Creo que tengo un poco de ropa de mi hermano en el closet —murmuró, Harry se acosto boca arriba para mirarlo a los ojos. Louis sonrió—. Probablemente no te quede mucho así que vístete y vamos a comprarte un poco más.

—¿Ir de compras? —hizo una mueca. Louis asintió.

—Sí señor Diablo —le beso suavemente la naríz, Harry cerró los ojos con una pequeña sonrisa en los labios—. Tiene que comprarse unos jeans, algo cómodo. No va andar por la vida en calzoncillos.

—Es cómodo estar así, no me molesta —dijo divertido. Louis sonrió.

—Claro que no te molesta, eres un sin vergüenza —murmuró.

—No voy a decir que no.

[...]

Claro que la ropa de Niall no le quedaba a Harry tan bien como Louis pensó. Los jeans se le ajustaban mucho a la cadera y la playera le ceñia mucho el pecho. Tendría que aguantar un poco así. Cuando Harry salió del dormitorio vestido Louis casi escupe el jugo que estaba tomando de desayuno.

Se apresuraron a ir al centro comercial, cuando estuvieron a unos pasos de entrar Harry detuvo a Louis en un suave movimiento por el hombro.

—¿Te molesta si tomo tu mano para caminar? —preguntó. Louis frunció el ceño y negó tomando por su propia cuenta la mano de Harry quien le sonrió casi agradecido. Estaba claro que sus lugares favoritos no eran aquellos donde había gente por cualquier lado.

—No, claro que no me molesta —murmuró para comenzar a caminar.

La mano de Harry era grande y con facilidad envolvió la de Louis.

Obviamente Harry desparramaba hermosura, por lo cual al lugar que fuera siempre llamaba la atención. Louis tenía ganas de envolverle una sábana en la cabeza para que dejasen de verlos. No solo miraban a Harry, sino que también a Louis y sus manos entrelazadas. Algunos sonreían, otros alzaban las cejas y algunos más simplemente hacían feas muecas. Louis bufó cuando el acoso fue demasiado y quiso soltar a Harry de la mano, el rizado lo sujeto con más firmeza y lo atrajo para besarle el costado de la cabeza con cariño. Louis se recargó en el hombro de Harry y sonrió.

—No te preocupes, bonito —lo escuchó decir, la atención de Louis estaba puesta en una de las muchas tiendas del lugar.

—¿Preocuparme por qué? —preguntó llevandose un dedo a los labios mientras miraba una bonita playera morada con negro, se preguntaba que tan bien se miraría en Harry.

Dónde pasa él, pasa el fuego | Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora