Capítulo 23

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•No coquetees con el diablo si no te gusta el infierno.

Por alguna razón en la sala todo se encontraba en silencio, ojos observandose con intensidad, calculadores. Solo se escuchaba el rumor del agua en la ducha con Louis cantando suavemente dentro.

Oh cuánto daría Harry por estar dentro con él, acariciando su suave piel y observar sus hermosas curvas... Louis era tan calie...

—Así que tú eres con quien sale mi hermano —Harry levantó una ceja, mirando al castaño frente a él que había hablado por primera vez. Llevaban más de quince minutos sentados en silencio en los sofás de la sala, Harry pensando en Louis y lo hermoso que fue tenerlo en sus brazos de aquella manera. Y Niall analizando a Harry de arriba abajo y sacando mentalmente el porcentaje más adecuado de cuán probable era que Harry fuera un delincuente que le traería problemas a su hermanito. Ambos tenían una taza de algún té que Louis había preparado antes de ir a la ducha diciendo que tenía que estar fresco para despedir a su hermano después de tanto tiempo sin verlo.

Harry y el mundo sabían que tomó una ducha por esa erección que Niall no notó cuando Louis abrió la puerta con una sonrisa nerviosa.

Harry parpadeó sin apartar sus ojos de los de Niall—. Al parecer.

—¿Cómo que al parecer? —espetó—. ¿Es acaso que solo planeas jugar con los bonitos sentimientos de mi hermano? ¿Es que no sabes lo que quieres aún? ¿No planeas darle algo serio?

Harry dejo salir un pequeño suspiro, bebiendo de su taza. Lamió sus labios y sonrió altanero—. No sé si seas el más correcto para preguntarme eso, amigo.

Y el gran historial de las mujeres con las que había estado Niall alguna vez dijo hola.

Niall rodó los ojos—. No me llames amigo, no soy tu amigo.

El rizado chasqueó la lengua—. Venga, pensé que nos estabamos llevando bien.

Niall bebió de su taza también, mirando en otra dirección.

—No soy amigo de los novios de mi hermano.

—¿Y por qué no?

—Porque si le rompen el corazón no sentiré pena por tener que romperles la cara —respondió con simpleza.

Harry rió, fuerte y muy claro. Niall frunció el ceño y lo miró.

—¿Qué es tan gracioso?

Harry negó—. Nada, nada. Es lindo que protejas de esa manera a tu hermano. Solo digo...

Niall hizo una mueca—. Sí, todos harían esos por sus hermanos. O hermanas, ¿tú no?

Harry pensó en Gemma y que tan probable era que le rompieran el corazón si ella fue hecha para romperlos. Paralelamente hablando, Harry mataría si alguien hiciera daño a Gemma. Muy paralelamente hablando porque era muy poco probable y ella era muy inteligente.

—Sí. Por supuesto —concedió.

—Ah pues allí lo tienes. Mas te vale querer bien a Louis.

Harry volvió a sonreír—. Lo quiero bien.

—Hm —Niall no dijo nada más. Ni siquiera le caía mal Harry o le daba alguna mala corazonada, solo quería mantener su perfil de hermano castroso para que Harry supiera que era duro y no dudaría en hacerle mal si él hacía mal a su hermano. Si tan solo Niall supiera a quien tenía sentado al frente.

—¿Te puedo hacer una pregunta Niall? —preguntó Harry.

El castaño se alzó de hombros—. Ya lo estás haciendo.

Dónde pasa él, pasa el fuego | Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora