Act. IX. A matter of blood

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La comida estuvo muy bien, demasiado bien. No es la primera vez que come tanto, pero si la primera vez que tiene un entorno familiar en la mesa. Fue extraño. No sabe decir si le gustó o si le hizo sentir fuera de lugar. Al final y habiendo comprado todo lo más tras la comida, comentó la urgencia que tenía. James se tenía que ir, Lily también tenía que ir a otro sitio y en conclusión, son solo él y Harriet en el registro.

Muchos creen que es su hermano, pocos notan que es niña con su suéter enorme, pantalones flojos y converse sucios. Contrastando horriblemente con Tom.

— ¿Nombre?

—Tom Marvolo Riddle. —responde a la recepcionista. La mujer, una anciana de quien sabe cuántos años, le mira por encima de las gafas.

— ¿Edad?

—Doce.

—¿Y ella quién es? —señala a Harriet con la pluma.

—Solo me quería acompañar. Es una compañera.

La mujer bufa y le entrega a Tom una llave. Harriet se asoma a verla. Es sucia y bastante fea. Los dos sigue el camino que se le sindica. Los pasillos son tenebrosos y por inercia, Harriet toma a Tom de la muñeca.

Causando el tan repentino choque, con la diferencia de que la magia de Harriet no quiere mezclarse esta vez, quiere esconderse. Tom se detiene un momento y mira el agarre.

—No creo que sea buena idea.

—Bueno, este sitio no es una buena idea...

Tom da un bufido, también nervioso. Acaba por tomar la mano de Harriet y permitir que sus magias siguen en contacto. No es una sensación tan abrazadora como en el colegio. Se nota que esta vez, hay menos ansia. Tan solo una simple nostalgia y urgencia mutua. Totalmente controlable.

Ayuda a que el camino sea menos escalofriante y sospechoso. Da la sensación de que en cualquier momento alguna criatura mágica les saltaría al cuello. No es miedo a la oscuridad, es cautela ante ella.

Llegan a la puerta y al abrir, lo que hay es una simple mesa con un cuaderno en medio. Tom y Harriet se miran con la misma confusión. Es mucho trayecto, mucha parafernalia para lo más soso que puedan ver. Se acercan al podio. La puerta se cierra tras ellos y finalmente sueltan sus manos.

Tom coge el libro y lo abre. Las páginas se pasan solas, justo hasta el final. Normal, se dice a sí mismo. Nació en diciembre, en los últimos días de diciembre. Naturalmente estará hasta atrás. Se queda a cuatro páginas del final y ahí está su nombre. La tinta se levanta de la página.

Harriet entreabre los labios, asombrada por la cantidad de ramas que surgen en el árbol genealógico de Tom. Son demasiadas. Largas, elegantes y llenas de esmeraldas que refulgen. Cuando llega al final, a lo que claramente Ton quiere saber, todo aquello se envuelve en sí mismo y se transforma en una serpiente. Los ojos de Tom refulgen con la misma intensidad.

— ¿Nombre?

—Tom Marvolo Riddle.

—El último heredero. La última esperanza de nuestra sangre.

La serpiente retorna y con ello, el libro se cierra. Harriet se relame los labios y Tom sonríe con deje triunfante, casi incrédulo. Al abrir el libro otra vez, hay un recuento de todo su pasado familiar. El más antiguo contabilizad, es, en efecto, Salazar Slytherin.

—Gaunt.

Harriet fue al final, curiosa por los padres de Tom. El dirige su atención ahí y le llama la atención la distinción en el nombre de su papá. Tom Riddle, escrito en tinta negra y no roja como todos los demás.

Romeo, Juliet & Cinderella | TomrryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora