Act. XXXV. A different kind of year

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Llega a King Cross y va directo a la estación 9¾. Escándalo reminiscente del orfanato y por ello, está más amargado que de costumbre. Ve a los Weasley no muy lejos; las chicas de Gryffindor hablando entre ellas, huye a propósito de Regulus, Daphne y Theodore. No tiene capacidad cerebral para lidiar con ellos de momento.

Pasa un rato buscando a Harriet, pero extrañamente, no está aún aquí.

Es anómalo porque suele llegar temprano. Es como una costumbre que su familia tiene. Es sorpréndete que llegue faltando diez minutos para que ese tren se ponga en marcha.

—Si tiene más problemas, recuerda que puedes hablarlo con Remus. —dice James y Harriet asiente, con cara de sueño aun y con ligera hinchazón por lo mismo. Tom se acerca de forma discreta, subiendo por la puerta cercana sin que ninguno lo note.

—Está bien—bosteza—. Te enviaré una carta después... quiero... dormir más. —admite Harriet adormilada.

No sabe por qué no se sintió como si descansó. Está agotada. Está drenada por completo y su propia incomodidad a como se ve lo empeora. James le da un beso en la frente. Lily uno en la mejilla y por pedido de ambos, Hermione ayuda a subir la jaula de Hedwig, así como el baúl y la mochila de Harriet. Ambos despiden con la mano, aunque Harriet no parece darse cuenta de nada.

— ¿Otra pesadilla? —Harriet asiente a la pregunta de Hermione—. Bueno, bien preparada con un antifaz para que no me dejes ciega a media noche. Esta vez, no habrá problema.

Harriet sonríe y se deja caer sobre ella—. Mione ¿Te he dicho cuanto te amo y te adoro? Eres la mejor persona que ha parido esta tierra. —dramatiza y Hermione la empuja, considerándola demasiado tonta.

Hermione entra en la cabina, deja los baúles donde van y al asomarse fuera, no ve a Harriet por ninguna parte. Asume que fue camino al baño en el otro vagón. Eventualmente Ron llegará aquí, no la preocupa.

A la vez y dentro de la cabina contigua, Tom tiene a Harriet encima. La chica tomándolo perezosamente del rostro para besarlo. Las piernas a cada lado de él y besándolo en el ritmo calmado, pero profundo. Eso en consecuencia de la modorra.

—Si me duermo, haz lo que quieras. Solo tuve una mala noche.

— ¿Qué paso?

—Una pesadilla—Tom mira a otro lado. Las pesadillas de Harriet empiezan a ser más preocupantes. Toman un rol en su tiempo despierta—, pero creo que estaré bien. le diré a Ron y Hermione que voy a dormir. Así estaré bien.

—No tienes que forzarte si no quieres.

—Es que si quiero—lloriquea Harriet—. Quiero estar encima tuyo toda la noche y escuchándote gemir. Además, extraño tu pecho.

Tom enrojece, lo toma desprevenido que Harriet hable de estas cosas en voz alta. En ese aspecto, es indiscreta y resulta un poco embarazoso. No pensó que le gustara tanto escucharlo o estar encima suya. Mejor dicho: considera que no es cuestión de posición, tan solo le gusta tocarlo en el pecho.

¿Por qué? No tiene ni idea. No tiene un pecho trabajado o con algo llamativo. No es como ella que, en su opinión, sí tiene algo que admirar. Al final, es una parte del atractivo sexual que tiene y solo Harriet comprende, mientras Tom no lo hace. Le da un último beso y se levanta, acomodando su camisa enorme que se rompió por uno de los agujeros.

Harriet choca con la puerta y se soba la nariz. Tom no resiste reírse y ella sube el labio inferior—. Estoy dormida y ciega, no me pidas mucho. —notifica antes de salir acomodándose los lentes. Tom se queda estirado en su sitio.

Ah, como le gustaría poder seguir aquí. al menos es bueno saber una cosa: A Harriet hoy, no le molesta que tenga sexo con ella estando dormida. Usualmente no pasa, es muy raro, pero ha sucedido un par de ocasiones.

Romeo, Juliet & Cinderella | TomrryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora