Act. IV The differents christmas

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La directora es consciente de que el colegio al que va no es uno normal. Aún con ello, quiso arriesgarse con esto. Tom puede ser un genio, pero es consciente de que necesita estudiar. De otro modo pasará vergüenza y es lo que menos se puede permitir en esta vida.

El transcurso de diciembre es colosalmente aburrido. Lo único que lo salva, es que ha podido dosificar el libro que Harriet le dio y con ello, es muy feliz. Es la lectura más interesante que ha tenido en mucho tiempo. Una parte de él quiere enviarle una carta para agradecer y pedirle alguna otra lectura si puede. No lo considera exagerado ni irrespetuoso.

Son compañeros de clase o algo así. Es igual que Harriet pidiéndole ayuda para estudiar. Tampoco pretende robar el libro. Solo será un préstamo. El plan lo desecha con prontitud porque no sabe ni en dónde vive, sumado a que sería incómodo en el hecho de que no va a decirle nada sobre Yule o navidad. Sea lo que sea que celebre su familia.

Decide dosificar más el libro. Hacerlo rendir muchísimo.

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La navidad la pasaron con los Weasley, también pasarían año nuevo. En navidad Harriet estuvo dando saltos por doquier con Ron. Fue clara la forma en que ambos son amigos, aunque a James no le fascinó. Ron es muy aplastante y Harriet algo tímida cuando se trata de dar su opinión. Está en su fase de descubrimiento y James puede jurar que su hija no será precisamente extrovertida.

A lo sumo, alguien tranquilo que puede interactuar, mas no lo busca.

Cabe resaltar que para ese día usó pantalón, una camisa, un suéter enorme y el cabello como de costumbre. Lily fingió no estar molesta por la falta de apoyo de James con el tema. Esta vez Harriet tiene un vestido. Es rojo, llega a la rodilla, usa medias negras y James solo percibe la inmensa incomodidad. No solo en el aire, en ella también.

— ¿Segura que no quieres que te lleve otra ropa?

—No. Está bien. —responde balanceando los pies de atrás hacia adelante.

El vestido le gusta. Lo eligió ella, pero ahora que lo tiene puesto se siente ridícula. Su percepción es bastante más horrible a la realidad. Tampoco le gusta su cabello con un aerosol de escarcha, tener brillo de labios. Se siente ridícula. Siente que no le queda bien porque ella no es bonita.

Lily le dijo que hoy luce bonita y sin razón válida en su opinión, eso le dieron ganas de llorar. Pudo reprimirlo sin problema al menos. Una vez en la casa de los Weasley, fue como detener un tren bala. Ron la mira de arriba a abajo, arrugando la cara. Mientras Molly parlotea diciendo lo bien que se ve Harriet, Ron solo dice:

— ¿Por qué eres tan tonta de usar vestido? Hace frío y se te ven las piernas.

—Ronald.

Harriet aprieta las manos y James nota lo incomoda que está su hija. Sabía que esto iba a ser una mala idea. Indiferente a lo mucho que Lily insistiera en qué iba a estar bien ¿Cómo iba a estarlo? Harriet se veía poco convencida desde casa y el comentario infantil de Ron solo hace que empeore la situación. Durante casi toda la velada navideña la ve sentada en el sofá, sin apenas moverse o hablar con nadie. Los niños Weasley hablando entre ellos y haciendo sus travesuras usuales. Lily incluso tomó una foto a Harriet, donde forzó la sonrisa, pero se captó su desilusión.

— Harriet—Llama James y ella voltea—. ¿Necesitas algo?

—No... estoy bien—responde balanceando las piernas —. ¿Trajiste el regalo que te pedí?

— ¿Uh? Oh, sí, sí lo traje ¿Para quién dijiste que era?

—Es para alguien que me ayuda en pociones en Hogwarts —explica Harriet revisando que el regalo este bien envuelto —. Cumple años hoy, pero vive en un orfanato. Es bastante triste que no tenga un regalo. Pensé que podría ser lindo mandarle algo.

Romeo, Juliet & Cinderella | TomrryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora