—Parece que dormir todo el día de ayer te sentó bien. me vas a dejar ciega.
Harriet mira los pasos en el libro, intentando hacerse un peinado bonito. No tiene ninguna razón en especial. Solo quiere verse bonita o intentarlo. Ignorar el comentario de Hermione es lo mejor. Es embarazoso que su magia refleje tanto que pasó una buena noche. En el sentido más carnal de la expresión.
Mientras nadie sepa que es tener relaciones sexuales, mejor.
Acaba y aunque no se ve como en el libro, tampoco le desgrada y lo deja así. Su fleco suelto, un par de coletas en la parte superior de la cabeza, trenzas atrás y varios anillos dorados para decorar. No combina en lo absoluto con usar una camisa enorme, pantalón holgado de incontables bolsillos y botas montañesas.
De nuevo, no le interesa. Quiere estar cómoda y sentir que su cabello está bonito. Está bien así por hoy... y en los dos minutos antes de que le digan lo desarreglada y ridícula que se ve.
Espera no cruzarse a Drakonys. Espera de todo corazón no hacerlo.
—Primero desayunamos, luego le mostramos todo a Krum—enumera Harriet bajando las escaleras del dormitorio—. Y luego... me escondo de Oliver, antes de que quiere aponerme a entrenar.
—Sabes que te va a encontrar. Tiene un detector para saber en qué parte del castillo estas.
—Eso es escalofriante y desagradable al mismo tiempo. Finjamos que no lo dijiste—Hermione le da un empujón y las dos se reúnen con Ron—. Le tiene miedo a Tom. Quizá si me voy con él, no me arrastre al campo de quidditch.
— ¿No piensas jugar con Viktor? —interroga Ron, sorprendido.
—No. Por supuesto que no—Sacude la mano—. ¿Por qué querría hacer eso hoy? Además de que es profesional, no creo que él quiera jugar.
—De que sirve ser amiga de Viktor Krum si no juegas Quidditch con él—queja Ron exasperado—. Solo pídeselo. Ya le pediste un autógrafo. Una partida rápida no debe ser la gran cosa.
—No quiero hoy—queja Harriet rascándose la raíz del cabello—. Y no se si quiera pedirlo. Quizá lo mal entienda y no quiero eso—Frunce la cara y luego abre los ojos—. ¿Sabes que puede encantarle? Buckbeak.
— ¿De verdad?
—Sí. Recuerda que nos dijo que le gustan las criaturas mágicas. Seguro el encantará la entrada del bosque prohibido. Buckbeak siempre está por ahí esperando a que le demos comida.
Harriet y Hermione siguen hablando de los destinos más apropiados. Aparte de los normales que necesitara como los baños, salones, la cocina, la biblioteca y algún que otro jardín. Harriet se da cuenta de que Ron luce bastante molesto. Aun cuando pregunta, el niega tener algo.
— ¿Dormiste mal? ¿Estás molesto por algo?
—No. No pasa nada. — bufa saliendo primero. Harriet se rasca tras la cabeza. A veces entenderlo es muy complicado.
Apenas desayunan, se encuentran con Viktor. Luce bastante más animado de lo que se veía ayer. Lo cual ya es bastante. Suéter amarillo, pantalón negro y el cabello peinado hacia atrás.
El poco cabello que se puede peinar.
—Buenos días—Viktor saluda directamente hacia Hermione—. ¿Aún está en pie mostrarme el castillo?
—Claro. Estuvimos pensando en que otras cosas mostrarte. —responde Hermione. Harriet aprieta los labios en una sonrisa.
Ah, tal vez si sucedan cosas aquí después de todo.
Sobre todo con Ron quejándose por todo.
A pesar del claro interés de Viktor en Hermione, no deja de lado a Harriet ni Ron. El recorrido es largo y Harriet suelta alguna ocurrencia que le hace gracia. Las explicaciones obviamente vienen de parte de Hermione. Probablemente la única que sabe esa clase de cosas en todo el castillo. Quizá excepto Tom, que también es capaz de memorizar esa clase de datos inútiles.
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Romeo, Juliet & Cinderella | Tomrry
Fanfiction"Somos opuestos, pero somos uno mismo... Nadie podría ser para mi y nadie puede ser para ti. Solo nos tenemos uno al otro. Todos pueden odiarlo y no podrán cambiarlo. Eres mía. Y me desespera a tal punto, que te mataría para evitar verte con alguien...