Act. XIII. Time together

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Tom percibe que hay tensión con James. El problema es que no sabe por qué. Hasta donde recuerda, no hizo nada. Su usual falta de emoción ayuda a que no se note su confusión. Más allá de eso, está bastante bien.

Debe decir que le gusta mucho Valle Godric. Puede percibir el ambiente mágico muy fácilmente. Es mejor a la zona donde está el departamento Black. Harriet prometió mostrarle el lugar después. Llegaron de noche y acomodar sus pocas cosas en la sala de invitados junto a la comida lo agotaron.

Nunca había comido tanto como en esta sola semana.

En la mañana, llega una invitación—: ¿Quieres hacer ejercicio con nosotros? —ofrece Harriet, llevando una enorme bola brillante para hacer ¿Yoga? Tom no está seguro de qué es esa pelota enorme. James atrás de ella esperando que responda.

—Primero hacemos ejercicio aquí, luego vamos a trotar por todo el Valle Godric—anuncia James—. Es una zona mágica asegurada, en caso de que te preocupe.

—Eh... No... —Frunce las cejas. Hacer ejercicio... le da vagancia, no lo va a negar. Es de los que prefiere ejercitar la mente -y la magia-, antes que el cuerpo—. No tengo ropa. —admite arrugando la cara. Toda su ropa es casual y para ejercitarse, sería incomodo.

—Oh, yo tengo ropa vieja. Podría servirte.

No solo no tiene excusa, también se siente mal de quedarse solo en una casa que no es suya -y que es de los padres de su novia-. Acaba aceptando y Harriet nota que está entre incómodo y nervioso.

Tiene curiosidad de verlo ejercitándose...

Valió toda la pena del mundo.

Jamás lo había visto ser así de torpe, sudar o tan siquiera perder el temperamento. Se cansa tan rápido que es imposible no reírse, incluso detenerse a esperarlo un poco. La rutina hoy fue más suave para no matarlo.

— ¡SIRIUS!

Harriet corre y salta sobre el Black, que la logra sostener sin problema, dando un par de vueltas. Se nota que llegó hace poco, pues no tiene ninguna de sus maletas. James se limpia el sudor antes de acercarse a saludar. Lily vigila a Tom, que pálido y sudado, se sostiene de una valla.

—Estas más pesada y más grande ¿O es idea mía? —pregunta genuinamente extrañado una vez la suelta.

— ¿De verdad? —pregunta emocionada. Sirius asiente—. ¡Bien! —exclama en voz baja y los ojos cerrados.

—Es el objetivo, está tan pequeña que no parece tener doce—menciona James medio burlista—. ¿Cómo te fue? ¿Lograste lo que tenías que hacer? —interroga con gesto preocupado. Sirius asiente arrugando un poco la cara.

—Fue complicado, la verdad aun no me explico que pasa—admite—. ¿Y él quién es? Parece que se va a morir. —Ambos giran hacia donde Sirius señala.

—Él es-

— ¡HEY!

Tom se desmaya, nunca había hecho tanto ejercicio en su vida y se quiere morir.

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—Ya me di cuenta de que estás hecho para ser bonito, pero el ejercicio no es lo tuyo. —mofa Harriet con una amplia y brillante sonrisa. Tom apenas es capaz de mantener el aliento. Agotado y consumido por todo el esfuerzo que hizo.

Necesita darse un baño urgentemente.

No se explica como todos en esta casa parecen ser unos maniacos del ejercicio a este nivel si esto lo hacen todos los días, no se explica como siguen vivos. Sobre todo, Harriet que celebra estar ganando masa muscular y definiendo su figura.

Romeo, Juliet & Cinderella | TomrryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora