사랑을 찾고 ★Looking for Love★

TENGO QUE IR POR ÉL

⚠️ Advertencia. ⚠️

Este capítulo contiene narración de intento de abuso sexual,  favor de leer con precaución, o si así lo prefieres saltarte la narración hasta que aparezca el banner de separación. Cabe aclarar que no pretendo normalizar este tipo de comportamiento, ni lo a pruebo, todo lo escrito es con fines narrativos. Favor de evitar malos comentarios al respecto.
Gracias.

Jimin estaba aterrado, la mirada de ese hombre le decía que quería hacerle daño, él siempre quiso que su primera vez fuera con alguien a quien amara, algo especial y tal parecía que nada de eso pasaría, su primera vez sería obligado, siendo abusado por un desgraciado.

—No sabes las ganas que tengo de probarte muñequito, de comerme por completo ese delicioso cuerpo que tienes.

Ese hombre se iba acercando más a él con cada palabra que decía, hasta quedar justo frente a él a sólo unos centímetros de su cara, Jimin estaba sentado en una cama, con las manos y pies atados. El pelinegro lo empujó sobre ésta subiéndose encima de él, Jimin trataba de moverse, quería apartar a ese tipo de él pero las cuerdas en sus muñecas y piernas, más el peso de ese hombre se lo impedían.

—Eres tan lindo y hueles delicioso —dijo mientras acercaba su nariz a su cuello, dejando un beso sobre él.

Sus manos comenzaron a recorrer su cuerpo, una de ellas tocaba su abdomen por sobre la camisa, Jimin forcejeaba, no quería que lo tocará.

—Dejame, por favor, no me toques — decía Jimin entre el llanto, pero entre más suplicaba, más era tocado.

—Te dije que te iba a domar, fierecilla, tú me provocaste con esa boca y tu forma arrogante de mirarme, ahora vas a aprender a respetarme y sobre todo vas a disfrutar tenerme entre tus piernas, créeme nunca nadie se ha quejado —le dijo mientras se levantaba y sacaba una navaja de su pantalón.

Jimin tragó grueso, por un momento pensó en que lo apuñalaría, le levantó las piernas y corto las cuerdas que las mantenían juntas. Trato de patearlo pero él fue más rápido y le sujeto el pie.

—Tranquilo, no querrás que entierre esto en tus hermosas piernas y ya no puedas volver a bailar, ¿O si?

Jimin dejo de luchar, la danza era su mayor pasión, no se podía imaginar su vida si ya no pudiera hacerlo.

—Muy bien muñequito así me gusta, que me obedezcas— le dijo mientras sus manos acariciaban sus piernas subiendo hasta llegar a su entrepierna.

Esas asquerosas manos comenzaron a frotar su miembro por encima del pantalón, Jimin lloraba y le suplicaba que no lo hiciera, que parará, pero no lo hizo; en su lugar desabrochó su pantalón y lo bajó con fuerza, para ahora pasar su boca por sus piernas dejando un rastro de saliva que Jimin sentía como si fuera ácido quemándole la piel, mientras su boca seguía subiendo por sus piernas una de sus manos tocaba su abdomen por dentro de la camisa.

Jimin cerró los ojos al sentir como esa misma mano se abría paso entre su ropa interior, trato de suprimir las náuseas que ese tacto le provocaba, iba a ser violado por un animal, y no podía hacer nada para evitarlo. Sin abrir los ojos sintió como su bóxer era arrancado y sintió el aliento de ese cerdo cerca de su parte más íntima, sus lágrimas bañaban su rostro, sintió una mano tomar su pene, quería morir, quería dejar de sentir las manos de ese monstruo.

—Abre los ojos muñeco quiero que veas cómo te estoy disfrutando —dijo el cerdo, Jimin negó con la cabeza —o abres los ojos o ya sabes lo que le pasará a tus hermosas piernas —dijo mientras Jimin sintió la punta afilada de la navaja en su pantorrilla, abrió los ojos con miedo —Asi me gusta.