[Cap. 20]

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Una semana después de todo eso, yo andaba alistándome para salir, pero desgraciadamente tenía que ir a realizar algunas misiones. Suspiré y dejé de acomodar mi cabello, todavía ando un poco desanimado por la muerte de mi hermana, esto me tiene tan decaído que apenas y estoy cuidándome emocionalmente tanto físicamente.

He dejado de comer, se me ha cerrado el apetito, y desde que he tenido relaciones sexuales con Hunter, apenas tuvimos tiempo para vernos. No dudé en usar ese tiempo para herirme a mí mismo, después de todo no me gustaba tener que hablar de lo que le pasaba por miedo de ser minimizado o que no entiendan por lo que andaba pasando, por lo que terminé optando por desahogarme lastimándome a mí mismo.

Salí de mi habitación, los pasillos del castillo estaban abarrotadas como siempre, tener que oír todas las burlas de mis compañeros ya era estresante, de colmo ya me informaron que si otra vez me peleaba con un guardia, me mandarán a hablar con el emperador Belos. Y ese hombre no es nada amigable.
Por aquí en el castillo se rumorea mucho que el emperador come taliamigos y que por eso nos exige tanto que le traigamos, pero no creo que sea cierto... Quizás que debajo de esa persona tan fría, existe alguien bondadoso que regala los taliamigos a gente que no tiene, ¿verdad? A medida que caminaba, notaba que mi novio no se encontraba por ningún lado, y decidí acercarme a un grupo de guardias y consultarles.
—¿Han visto al guardia dorado?—les pregunté y ellos solo se encogieron de hombros, indicándome que no sabían dónde estaba. Ya me estaba asustando un poco, necesitaba verlo, necesitaba estar entre sus brazos y poder oír su hermosa voz, esa adorable voz que siempre calma la tormenta de mi mente. Me gusta demasiado, me vuelve loco completamente.

Seguí caminando hasta que de repente los pasillos quedaron despoblados, ahora caminaba en un pasillo oscuro, un silencio sombrío abundaba en el lugar, realicé un círculo en el aire y de ahí salía una pequeña esfera de luz, que me ayudaba a iluminar el camino, dado a que no había mucha iluminación por ahí.

En el fondo de ese pasillo oscuro, pude ver una puerta la cual me transmitía mucha mala vibra y algo de desconfianza, suspiré valientemente y me acerqué corriendo, mi corazón por algún motivo comenzaba a latir a mil, tenía un mal presentimiento, mi instinto decía que Hunter estaba ahí dentro, pero ¿no podría estar ahí, verdad? Quizás estoy siendo un poco paranoico y él anda haciendo tantas misiones que no tiene ni tiempo para mí...

De todos modos me iba a fijar porque esa puerta de alguna manera me transmite una enorme curiosidad. Abrí la puerta fácilmente y entré, alumbré con la esfera y vi que había unas escaleras que llevaban a una inmensa oscuridad, y me detuve al borde de la oscuridad, alumbrando con la luz e iluminando tanto espacio como fuese posible.

—Hunter...?—dije en voz baja y con un poco de temor—¿Estás ahí?—pregunté, mirando a mi alrededor, ese fuerte presentimiento me llenó el estómago otra vez, y mi corazón no paraba de latir—¡Te necesito, por favor!—dije, mi voz más enérgica y decidida.

Bajé el último escalón y me dispuse a caminar en la oscuridad, pero por algún motivo la luz se desvaneció de repente, cuando quise realizar otro hechizo, simplemente no pude.

Me armé de valor y seguí caminando en esa inmensa oscuridad, y el sentimiento de pánico embargaba mi corazón.

—¿Hunter?—Volví a preguntar mientras las lágrimas corrían por mi cara, aparte de estar a oscuras, estaba solo. Mis dos mayores miedos juntos.

—¡Hunter!—dije alzando mi voz quebrada por la desesperación, mientras las lágrimas descendían por mis mejillas.

Entonces, un ruido débil pero audible llegó a mis oídos. Una pizca de esperanza de que fuera mi pareja apareció, caminando más rápido en la oscuridad hacia donde provino el sonido.

Antes de llegar al lugar me tropecé con alguna cosa que parecía blanda, los brazos de mi ropa se sintieron húmedos de repente, parecía algún charco de agua, quizá que existiera alguna gotera por ahí y causase ese charco enorme. Me levanté nuevamente y ahí sentí mis manos y rodillas mojadas, fruncí el ceño y seguí caminando. Mi corazón latía tan rápido que sentía como si fuera a saltar de mi pecho. Entonces, otro ruido se hizo presente en la habitación, ahora se oía más cerca, pude ver una luz rojiza que brillaba muy poco a lo lejos, recordé el bastón que usa Hunter para sus misiones y aumentó aún más mi esperanza...

Lo que vi enfrente me llenó de horror, pero antes de que pudiera gritar o hacer algo, me cubrí la boca con una mano. Este lugar era el sótano del castillo, lo que creía que era una gotera, no era más que un gran charco de sangre que causaban algunos cuerpos descuartizados de por ahí, y algunos resultaban tener algunas mordidas en algunas partes del cuerpo y lucían demasiado fuertes.

Miré mis rodillas accidentalmente en un intento de ver el suelo. Noté que tenían sangre al igual que mis botas y brazos por la caída de antes, esto era mucho para procesar, froté mis ojos y me dispuse a correr por el sótano, oí pasos en la lejanía, eso me indicaba que alguien estaba bajando.

Mi mente llena de terror y mi corazón latiendo con una fuerza abrumadora, reconocía esos pasos, y era una gran amenaza, corrí por ahí a una velocidad vertiginosa y me escondí entre unas cajas, rogando que la persona no logre verme, y no tuve que gritar tanto en busca de mi novio... Sentí que el aire se aumentaba al ver al emperador Belos bajar y además, sin su máscara, dejando ver ese cabello largo canoso y las arrugas de su rostro, sinceramente creía que era mucho más joven.

Me cubrí la boca y traté estar lo más silencioso que podía, me escondí más y decidí observar todo tipo de cosa que Belos haga, fue muy mala decisión sinceramente. El emperador Belos se agachaba y agarraba el brazo sin dueño con el que me había tropezado anteriormente.
Al agacharse a agarrar el brazo sin dueño, sentí el terror de habitar mi interior. No sabía qué esperar, pero ya no tenía tiempo para pensar.

El Emperador se enderezó y al ver que no había nadie con él, solo el brazo descuartizado de un antiguo guardia, suspiró en voz alta con cierta decepción, acercó el brazo a su boca y...

Sentí unas ganas enormes de querer expulsar algo desde mi estómago junto a un amargo sabor en la boca, cubrí mi boca, el dolor en mi estómago es mucho, siento que no puedo seguir, quiero irme pero a la vez quiero quedarme para buscar a Hunter.

Vi el brazo descuartizado, de carne y hueso.
Belos pasó su mano por el brazo, sin notar que lo estaba observando. Me quedé helado de terror, me agaché más y trato de evitar ser visto mientras Belos se marchaba. Empezó a subir por las escaleras y en cuanto se fue, salí de entre la caja y miré al brazo desmembrado, obviamente un poco perturbado, bueno, un poco DEMASIADO.

Al final Belos no comía taliamigos... Si no que comía carne DE MAGOS, es un psicópata. No pude aguantar más, di una arcada y me incliné hacia delante con una mano en el vientre, escupiendo por la boca un líquido que no sabía para nada bien, volviéndome a dejar un amargo sabor en la boca.

Tosí un poco y me apreté el estómago, parecía que había más pero no lograba sacarlo, podía sentirlo en la garganta y era una sensación bastante asquerosa.

Me paralizé al oír pasos detrás de mí y una mano posándose sobre mi espalda, el corazón nuevamente me comenzó a latir a mil por hora, ¿Qué iba a pasarme ahora? ¿Sería una persona buena? ¿O era el emperador Belos? Me quedé en shock, sin saber qué hacer.

⌇˚.༄ #◞ . ‧₊◜·°˖˚♡ !! ✧ 🔞⌇# α ₊ ୭̥⋆*。 › ˎˊ˗

¿Golden Guard..?// GoldricDonde viven las historias. Descúbrelo ahora