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Di un largo bostezo y recosté mi cabeza en el hombro de Hunter, ambos estábamos en una zona con poca gente de la enfermería, según Hunter, este lugar es como una zona VIP para los líderes de aquelarre o él mismo, o sea, el Guardia Dorado.
Hunter sacaba los pequeños cristales que estaban incrustados en mi mano y desinfectaba con algunas pociones que evitaban que sienta dolor, verlo tan concentrado y tratando mi herida causaba por la taza de vidrio me mataba de amor.
Con cuidado aplica una venda esterilizada en toda mi mano para cubrir los cortes pequeños causados por los cristales—Ahí está...—Acarició mi mano de una forma suave y reconfortante, presionó dulcemente la herida para que las vendas se peguen más q mi piel cortada y se apresure a cerrar la herida—Eres muy lindo...— le susurré a él. No importaba lo que sucediera, siempre estaría con él, para protegerlo y hacerlo feliz. Sentí su brazo rodeándome la cintura y yo me apretuje contra él, rodeé su cuello con mis brazos y sonreí dulcemente.
Adoraba tenerlo cerca.
Sentirlo tan cerca me daba escalofríos y recordé aquella vez en la que follamos por primera vez, no sé cómo recordé eso pero me tensé, Hunter acarició mi cintura con la punta de sus dedos y me miró a los ojos, mantuvimos el contacto visual por un corto tiempo y nuevamente unimos nuestros labios en un beso profundo, cerré los ojos y me subí a su regazo, acomodándome sobre él y ladeo la cabeza para profundizar aquel apasionado beso, enderecé la espalda cuando sus dedos se deslizaron hacia mi camisa y acarició mi sensible piel, sus dedos enguantados subieron por debajo de mi camisa, enviando escalofríos por todo mi cuerpo.
Su lengua entró a mi boca y se enredó con la mía, explorando cada rincón de mi boca. Luego de un rato se separó del beso, escondiendo su rostro en mi cuello y ladeé la cabeza hacia el lado contrario del que estaba Hunter.
Mi estremecí cuando su agitada respiración chocaba contra mi cuello. Abrí los ojos por unos cortos minutos para verlo y sonreí, él acarició su cara contra el costado de mi cuello y suspiró con felicidad. No quería nada más que estar cerca de él,
Tenerlo cerca era más que suficiente para ser feliz, ni puedo explicar lo cálido y reconfortado que se siente estar entre sus brazos—¿Ya tienes sueño?—Le pregunté con una sonrisa y tono burlón, pero sus manos se deslizaron hasta mis omóplatos y me pellizcó, instintivamente le di un golpe en el hombro y di un quejido—Sabes que yo no duermo, por eso tengo ojeras, inútil—Me contestó ofendido y volvió a acurrucarse en mí, hice un ligero puchero a la vez que subía mis manos hacia el cabello de mi novio, entrelazando mis dedos en el suave pelo de Hunter, ya haciéndole piojito.
—Ush, pero así de inútil te gusto, no?
—Ya cállate.
—¿Es un sí?
—Sí, ya te puedes callar?
—Yo también te amo Doradito—Le susurré y le di un corto beso en el cabello, dejé de abrazarlo para tomarlo de las mejillas y alzarle la cabeza, examiné su rostro detalladamente y sonreí embobado, ante mis ojos es la persona más perfecta que jamás haya conocido. Aunque ya me estaba mirando con una mueca amenazante, con esa cara de ojete o no, lo amo igual, nada ni nadie me va a hacer cambiar de opinión.
—Guardia Dorado...?—Murmuró una voz femenina a nuestro costado, Hunter me empujó tan bruscamente para que me quite de encima suyo y se incorporó, aparentando de que no había visto nada. Una enfermera de baja estatura y algo rellena, con su tez color lila y unos ojos color azules tenía una mueca de temor, ella me miró y me saludó con un gesto de mano, lo cuál yo devolví el gesto y me sonrió dulcemente.
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¿Golden Guard..?// Goldric
FanfictionEl guardia dorado y yo somos enemigos desde el primer día que entré al aquelarre del emperador, no creía que era capaz de llegar a tener algo romántico con el guardia dorado y pensé que no llegaríamos ni a ser amigos, pero vaya que estuve equivocado...