Dando un pequeño brinco en el tiempo, pasaron unos 3 meses después de esa vez.
------------------------------------------------------------«Esa pesadilla me había dejado pensando un montón de tiempo, no sabía si era verdad lo que soñé y era algún tipo de visión de todo lo que pasó o algo por el estilo, nada más sé que me quedé dormido haciendo guardia con Steve, ya que él mismo me dijo al día siguiente que me quedé dormido.
...
—Hey Blight!—Dijo Steve acercándose a mí y alzando su mano para que ambos choquemos los 5, ese saludo que me enseñó Luz, ahora todos lo practicabamos y nos saludabamos así. Estampé mi palma contra la de Steve y nos dimos un pequeño apretón.
—¿Qué tal dormiste, Edric? Ayer te quedaste dormido mientras hablábamos en huesosburgo—Steve se rió y pasó su brazo por encima de mis hombros, ambos caminamos juntos hacia la sala de guardias, era muy temprano, por lo que nadie estaría ahí.
De ahí vino esa pesadilla, pero lo que vi de Philip... Era verdad. O sea, lo de la piedra de ocultamiento y tal.
...
Bueno, cambiando de tema, en unos días es el día de la unidad! Estoy un poco ansioso, fue un largo mes de preparativos y tal, nos encargamos entre todos de capturar algunas brujas de magia salvaje que se habían negado por completo a unirse a los aquelarres, Belos deseaba que toda persona adulta esté en un aquelarre. Algunas fueron petrificadas, y otras unidas forzadamente a otros aquelarres, sin importar si les gustaban o no.
Mi relación con Alador se fortaleció, ahora cuando tengo un poco de tiempo libre voy a visitarlos a la mansión Blight, al igual que a mí hermana Amity.
Hace una semana los fui a ver, pero papá estaba haciendo unos abomatons que Belos le había pedido, lo cuál me resultó extraño, ¿Por qué Belos querría seguridad para el día de la unidad? Eso no me termina de cuadrar.
También, Philip se disculpó por todo y me confesó que tenía cierta envidia hacia Hunter, ya que Belos vivía comparándolo con él y cosas así.
No sé si creerle, me prometió cambiar, pero un simple perdón no es suficiente como para olvidar que él asesinó a mi hermana y me lastimó tanto físicamente como mentalmente.
Pero bueno, también me dijo que en realidad no sentía nada por mí, solo quería estar conmigo para que por lo menos sentirse mejor que Hunter o algo así.Cambiando de tema, Hunter desapareció del castillo de Belos hace unas... Dos semanas? Y por así decirlo estoy muy preocupado por él... No me ha escrito ni nada, Belos pide urgentemente que lo busquemos, él dice que lo extraña y tal, pero después de esa pesadilla no sé qué creer. La mitad del castillo estaba preocupado por el guardia dorado, pero otra parte estaba feliz, sabía que a alguno de los guardias podría ser ascendidos como futuro guardia dorado... Más Kikimora, ella está obsesionada con ser la mano derecha de Belos y ser más cercana a él.
Titán, pero no puedo expresarte lo mucho que lo extraño, me hace falta, sé que me metió el cuerno y tal, pero me urge saber que está bien...»
—¡¡EDRIC BLIGHT!!—Gritó una voz detrás de la puerta de mi habitación que me hizo cerrar mi diario bruscamente y aventandolo hacia otro lado, ahora abriendo un libro al azar y fingiendo que lo estaba leyendo.
La puerta se abrió de par en par y entró un chico de tez no tan blanca, uno de sus ojos era magenta y el otro era de un color celeste, en ese mismo tenia una gran cicatriz. Estaba preocupado pero su expresión cambió a una de confusión y de burla.
—¿Qué hacías viendo eso?—Preguntó Philip cruzándose de brazos, bajé la mirada y me puse rojo al ver que agarré una revista poco adecuada...
—Ah! Titán, no es lo que parece!—Dije desesperado e incorporándome todo nervioso para tratar de explicar lo que hacía, arrugando la revista de "playwitch" en la que habían puros hombres en prendas menores y en algunos casos sin prendas, sigo sin recordar cómo es que tengo esas revistas en mi cuarto.
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¿Golden Guard..?// Goldric
FanfictionEl guardia dorado y yo somos enemigos desde el primer día que entré al aquelarre del emperador, no creía que era capaz de llegar a tener algo romántico con el guardia dorado y pensé que no llegaríamos ni a ser amigos, pero vaya que estuve equivocado...