[Cap. 27]

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-Qué opinará el emperador Belos al saber que su sobrino está en una relación homosexual con un guardia...-Exclamó un guardia de la multitud y de acercó a nosotros dos, era demasiado alto y grandote.

-Abres la bocota y...

-¿Y qué? ¿Acaso me golpearás Guardia Dorado? No creo, el emperador Belos no tolera la homosexualidad, si alguien dice algo, técnicamente ya estarías muerto cuando Belos te cite-Amenazó el Guardia de bajo rango y yo me aparté de mi novio con un nudo en la garganta y en el estómago. Pensar que Belos era capaz de que rompamos nuestra relación me ponía los pelos de punta.

Hunter se veía a la defensiva, estaba demasiado tenso, sabía que su puesto como guardia dorado estaba el riesgo por mi culpa.
El entrecejo de Hunter estaba fruncido y apretaba los puños. Para colmo de la situación entre toda esa gente estaba la pequeña Kikimora... Ja, ja, pequeña.

Hunter pareció ponerse aún más nervioso, conocía su rivalidad con la asistente del emperador y que haría todo lo posible para que Hunter no sea más la mano derecha de Belos.

Todos los guardias se retiraron luego de un largo tiempo de susurrarse entre ellos y lanzarnos un par de miradas amenazantes o de asco.
Quedamos solos en los pasillos, me recosté contra la pared y Hunter se llevó las dos manos a la cabeza, poniendo una mueca de terror.
-Van a reemplazarme...

-¿Eh?-Pregunté confundido y observé cómo Hunter caminaba de un lado a otro, bajando sus manos hacia su pecho y notando como el aire iniciaba a faltarle, me angustia ver a la persona que más amo de ese modo, me acerqué a él y coloqué una de mis manos sobre su hombro, lo miré a los ojos con una sonrisa alentadora pero se desvaneció a los pocos segundos, Hunter estaba demasiado nervioso, parecía importarle demasiado ser el Guardia Dorado.

Ambos estábamos en shock, no esperábamos que esto sucediera. Mi corazón latía a mil y a Hunter le costaba respirar. La idea de ser reemplazado por salir con alguien de su mismo género parecía estar matándolo por dentro-Hunter... Deberías calmarte-

-¿CÓMO QUIERES QUE ME CALME EDRIC? Ahora mi vida está en peligro, Belos va a g...-No terminó la frase y pareció ponerse mucho más nervioso, alejándose rápidamente de mi y recostadose contra la pared, sus piernas temblaban.

Mi curiosidad aumentó y alcé una ceja-¿Va a qué?-Le pregunté mientras me acercaba a él y trataba de no verme nervioso, se cubrió los ojos con el brazo y me dio la espalda-¿Qué te importa? Desaparece de mi vista AHORA.

-¿Por qué me hablas as...-Mi contrario se volteó a verme con una expresión de enojo mezclado con desesperación. Sus ojos magentas estaban cristalizados, nunca lo había visto así, quería quedarme-Goldie, no te dejaré solo sabiendo que te encuentras de este modo, por favor déjame ayudarte...

-¡No quiero tu ayuda, déjame en paz Edric!-Exclamó con la voz temblorosa, sentí una punzada en el corazón al oír oír voz, me rompía en mil pedazos saber que estaba demasiado mal.
Y encima por mi culpa.

Nuestra relación está en peligro por mí culpa, nunca puedo hacer algo bien.

Decidí alejarme por más que no quisiera, dirigiéndome a mi habitación cabizbajo, pero un pasillo antes de llegar a mi cuarto, oí la charla de dos voces conocidas-Papá, que no fue mi culpa!-Exclamó una voz aguda.

-Sí que la fue, no sabes defenderte Philip, ¿Ya ves por qué no te puse a tí cómo el Guardia Dorado?-Dijo la voz tenebrosa del emperador Belos, me asomé por detrás de la columna de la pared y los observé desde lejos. Philip se veía diferente, su cabello era de un color castaño y su tez era de un café medio, tenía heterocromia, por lo que uno de sus ojos era Fucsia, de la misma tonalidad de ojos de Hunter y el otro celeste cielo.

¿Golden Guard..?// GoldricDonde viven las historias. Descúbrelo ahora