[Cap. 11]

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Ignoré el tema de la carta por dos meses más y en este tiempo pude superar a Jerbo de a poco, mi enemistad con el guardia dorado desapareció y ahora cada tanto nos juntamos para charlar, y el chico moreno que me ayudó esa vez en el baño estaba siguiéndome a todos los lados a los que yo asistía, y siendo honesto, no era para nada discreto.

Nunca me quiso decir su nombre, tengo memorizada la primera vez que le pedí que me lo diga...

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Recuerdo que me estaba defendiendo de unos guardias que estuvieron golpeándome por el mismo tema de ser homosexual.
Yo estaba cubriendome con mis brazos la cabeza dado a que si me daban un fuerte golpe podría desmayarme o algo así, los golpes se sentían tan fuertes que me dejaban sin aire, a este punto solo sentía que se adormecían los brazos y no paraba de llorar en silencio, luego oí un grito y los golpes cesaron, yo me aferré a una pared con miedo, todo mi cuerpo temblaba y el aire me faltaba dado a que por el dolor que tenía, no podía respirar con normalidad, los gritos de mis agresores se oían lejanos, cerré con fuerza los ojos y dejé escapar un jadeo adolorido.
Una mano se posó sobre mi cabello y se frotó contra mis pelos. Creo que me despeinó.

—¿Estás bien claro que no lo estás, te golpearon...? Dijo esa voz ronca y se inclinó en frente de mí para realizar un círculo en el aire, deteniendo la hemorragia de mi nariz, mi tabique ahora estaba roto, pero luego sentí un crujido en mi nariz y luego un enorme dolor que me hizo pegar un grito.

— ¡Oye! Eso dolió... — Dije con un par de lágrimas en los ojos, y ahora tocando mi tabique, ya se sentía ese pequeño puente perfecto de mi nariz, dando un suspiro aliviado.

— Disculpa, debí avisarte.

Me quedé en silencio y lo miré a los ojos con el ceño fruncido, me incorporé débilmente y seguido se levantó él-¿Por qué te estaban golpeando? Me quedé en silencio y bajé la mirada. — Pues... Soy gay y parece que les disgusta que lo sea, llegando a este punto de herirme físicamente... — Contesté y reposé mi espalda contra la pared con los ojos cerrados, y una molestia en la garganta y una enorme necesidad de golpearlo no dudó en aparecer cuando él puso sus brazos a mis costados, dejándome sin escapatoria de ahí y quedando acorralado. — Con que eres gay, no...? ¡Qué suerte, yo también lo soy! Murmuró en mi oído y lo empujé lejos de mí, mirándolo con desprecio.

— ¿Siquiera sé tu nombre, ¿Puedes decírmelo?

— Si me das un beso te lo diré.

Me quedé en silencio y me fui de ahí, no pensaba darle un beso a alguien que no conocía ni nada de eso, ¿Acaso me estaba cuidando porque estaba interesado en mí?

.............. . .

Hasta el día de hoy me repugna recordarlo.

Bueno, volviendo al presente. Yo estoy de camino a una misión; debo capturar a un brujo de magia salvaje y claro, tenía la fe de que iba a capturarlo, dado a que era uno de los más "débiles" por así decirlo, caminaba con una espada filosa en la mano por las abarrotadas calles de huesosburgo, no puedo negar que me siento superior a todos cuando me ven y dan una reverencia de respeto hacia mí, me hacía sentir una adrenalina.

Era tierno ver que algunos niños de unos 4 años se acercaban a mí y me pedían alguna foto, yo toda humilde aceptaba y hacía alguna pose que los niños me pedían y los padres nos fotografiaban con los pergaminos y lo sabían al penstagram.

Me sentía el mejor guardia de las islas, ¿Ninguno haría eso por sus pequeños "fans" verdad?

Llegué al lugar en dónde vieron por última vez al criminal y lo busqué con la mirada, debía tener sumamente cuidado si no quería fallar esta misión, cuando vi un movimiento entre los arbustos del patio de una casa, yo me dirigí ahí y alcé mi espada para enterrar la punta en el arbusto, pero claro, la persona fue más rápido que yo y me lanzó un golpe en los tobillos que me hizo caer de espaldas.

Ser discreto no era lo mío.

La espada se resbaló de mis manos y cayó al suelo, causando un estruendoso sonido, supe que estaba frito cuando oí una malévola risa detrás mío, no pude llegar a tiempo y algo apretó mis muñecas con fuerza, era esa masa abominable formando unas esposas, a todo esto yo estaba tumbado en el suelo boca abajo y con las manos amarradas detrás de mí, estaba completamente indefenso.

El criminal se puso en frente de mí y sostuvo mis mejillas para alzarme la cabeza así lo miraba fijo a los ojos, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo y solo me moví desesperadamente en busca de que mis manos se suelten — Parece que mandaron al guardia más inútil para capturarme, ¿verdad? — Fruncí el ceño y cuando él acercó su rostro al mío con esa mueca de superioridad, no lo dudé mucho y le lancé un escupirlo directo a los ojos, esa sonrisa se desvaneció.

Sentí un escalofrío en la espalda y luego me tomó del fleco para tirarme de ahí y sentarme bruscamente, de repente sacó una daga y lo pegó a mi cuello, sentí que una oleada de nervios se apoderaba de mi cuerpo y mis ojos solo reflejaban temor — Sabes que los rumores corren rápido, ¿Verdad Blight? — Oír mi apellido salir de la boca de aquél criminal no hizo más que aumentar mis nervios, quedé mudo de lo ansioso que estaba y pensar en que ahora toda la isla sabría que soy gay, iba a arruinar mi reputación.
Deslizó la daga por todo mi cuerpo tembloroso y lo frenó frente a mi antebrazo, levantando las mangas de mi uniforme con la punta del arma blanca, mi antebrazo luego del pequeño incidente en los baños ya solo tenía marcadas unas cicatrices que si te acercabas bien, verías con claridad cada corte cicatrizado. —Deberé darte un castigo, así aprendes a respetar a alguien superior a ti.

— ¿Superior a mí? No existe nadie que sea superior a mí —escupí con soberbia y con una sonrisa burlona, no existe nadie, nadie mejor que yo, y estoy más que seguro de eso. El ajeno suspiró y desató mis muñecas, en un intento de levantarme solo recibí un pisotón en mi espalda que me hizo volver a sentarme, me pateó con tanta fuerza que quedé boca arriba, se posicionó encima de mí y alzó una de mis manos sobre mi cabeza, pude sentir una punzada en el corazón al sentir el filo estar al borde de atravesar mi piel del antebrazo.

—Cualquier persona es mejor que un maldito homosexual como tú— Luego de esto enterró la daga en mi piel y yo di un grito ahogado, y la sangre no dudó en derramarse cuando apareció la primera cortada en mi largo antebrazo.

Mi tortura empezó.

A medida que pasaban los segundos, seguía rajando mi antebrazo y sentía que clavaba la punta cada vez más, las lágrimas no paraban de caer y yo me mordía el labio inferior con fuerza para no soltar ningún grito, todo mi cuerpo temblaba y me forzaba a alejarme de mi contrario, fallando por desgracia dado a que mis dedos estaban cubiertos cada uno con la mezcla de abominable, impidiendo que realice algún círculo de magia para salvarme.

— ¡¡BASTA!! — Grité con desesperación y no pude contener mis gritos; ya empezando a gritar de una manera desgarrante del dolor, no podía soportar perder sangre de nuevo.

Era insoportable sentir cada corte, parecía estar escribiendo algo con esa daga y me estaba torturando de todas las maneras posibles. Solté un agudo grito cuando enterré más esa cosa y derramé unas cuantas lágrimas, mi brazo temblaba mientras que estaba blanco como un papel, el criminal parecía disfrutar de mi dolor y por fin quitó la daga de mi antebrazo, sintiendo menos ardor que antes.

Cerré los ojos y los apreté fuertemente, también cerré fuerte mi puño y suspiré por el dolor, no sabía qué hacer. El criminal solo se fue riéndose con maldad y murmurando cosas que no logré oír por estar cegado en el dolor...
La mezcla abominable dejó de sostenerme y arrastré mi brazo hasta estirarlo en mi costado, y la sangre volvía a derramarse...

Supongo que otra vez debería estar en la enfermería.

Con el dorso de mi mano sana sequé mis lágrimas y fijé mi atención en las palabras marcadas con sangre.

"MARICÓN"

Escrito en grande y parecía que se clavó lo suficientemente hondo para que ya cuando se cicatrice, la palabra no se borre, cuando cerré mis ojos, unas delgadas lágrimas recorrieron mis mejillas y solo inicié a sollozar. No podía pedirle ayuda a nadie, estaba en el patio de una casa abandonada de Huesosburgo, más que a mis compañeros de trabajo no les importaría si me muero o no.

⌇˚.༄ #◞ . ‧₊◜·°˖˚♡ !! ✧ 🔞⌇# α ₊ ୭̥⋆*。 › ˎˊ˗

¿Golden Guard..?// GoldricDonde viven las historias. Descúbrelo ahora