El Allegado del Blanco. [Voltron Fanfiction]

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Capítulo 52

Conoce la zona de Combate, Parte 1. 

— Es por eso que no tenemos comunicación con la Tierra. — comento Pidge. — ¡Debemos acercarnos más!

— Tania asiente. — No puedo creer lo que voy a decir, pero ¡Formen a Voltron!

Los demás le siguieron el paso, formando a Voltron y avanzando a toda velocidad a la vía láctea directamente al sistema solar, viajando a varios kilómetros por hora gracias a las grandes alas que le daban poder a la máquina, mientras que Pidge trataba de comunicarse con la última defensa, llegando a un resultado bastante prometedor.

— Katie, ¿Eres tú? — respondieron su llamado.

— ¡Papá, soy yo! ¿Puedes escucharme? Voltron va directo a la Tierra, resistan un poco más.

— ¿Qué? ¡No, deténganse de inmediato! — exclamo el padre de Pidge.

— ¿Qué, Por qué? — pregunto el joven líder con curiosidad.

— Si Sendack se entera de que vienen directo a la Tierra. — hablo. — Tratará de chantajearlos para que entreguen a Voltron a cambio de la liberación de la humanidad. Deben detenerse ahora mismo.

Keith lo pensó bien, viendo a Tania con algo de preocupación (Siendo que ella no estaba al tanto de lo que sucedía a su alrededor a causa de su concentración.) Decidió detenerse en ese instante, sacando a todos por sorpresa, topándose con dos naves de caza.

— Destruyan las dos naves y dejen una. — explico la de lentes. — Tengo una idea.

Voltron destruyo las dos naves de caza, llevándose una consigo mismo; separándose y siguiendo al león verde mientras explicaba cómo iban a entrar a la Tierra sin ser descubiertos.

— Escuchen, este es el plan. — dijo llamando la atención de todos. — No podemos llevar a los leones, por lo tanto, los esconderemos en una luna de saturno, donde no serán detectados, usaremos la nave caza para llegar la tierra.

Todos aceptaron la idea, bajaron de sus leones, dejando unos pequeños suministros a la vaca y a los pequeños ratones que se cuidarían entre ellos. Tania bajó de su león, aún centrada en dar energía vital a cada león, estaba algo aterrada, además de que se alejaría por primera vez de él, no podía desconcentrarse de lo que estaba haciendo.

Su propio cuerpo le estaba obligando a seguir en ello, temiendo que en algún momento los leones se apagarían y correrían riesgo, esperaba que la lejanía que estaba por tomar detuviera su constante uso de la quintatita.

La nave salió de la luna de saturno, pasando frente a varias naves madre Galra, temiendo en ser detectados, pero que con suerte no lo fueron, atravesando ya varios de ellos llegaron por fin a la atmosfera de la tierra, teniendo varias dificultades en llegar que con varias rastras lograron topar el suelo acercándose a una ciudad totalmente destruida.

Al salir pudieron ver como todo el daño de Sendack estaba afectando a la tierra, no solo de manera climática, sino también en todos los daños que había causado a las ciudades más cercanas.

— Conozco este sitio. — Recordó Hunk. — Lo visité, es Ciudad Plath está a media hora del cuartel.

— ¿Es todo lo que queda ella? — expreso Lance con tristeza.

El lugar estaba totalmente destruido; los edificios, tiendas y autos estaba destrozado, apenas lograban ver el caos en este lugar, no quería ni imaginar cómo sería la parte central de ella o siquiera como estaría toda la tierra.