El Allegado del Blanco. [Voltron Fanfiction]

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Capítulo 4

Conociendo al equipo

Allura mantenía una conversación con Coran mientras Tania mantiene su mirada con curiosidad en la arena de entrenamiento, viendo como los paladines luchaban con diferentes tipos de Galra, tanto centinelas como soldados de alto rango.

Era casi igual a su entrenamiento en el planeta frío, recordaba que luchaba con diferentes seres, tanto bestias con ataques directos como seres pequeños y letales, había recibido golpes lo bastantes fuertes como para dejarla en cama por mucho tiempo, pero logro vencer los niveles.

Si le traía recuerdos.

Keith mantenía una lucha constante con el centinela, era una pelea cuerpo a cuerpo en la cual él iba a pie sin dificultades siendo el punto de mira de Tania, prestaba atención a todos sus movimientos. 

Shiro mantenía una pelea con espadas con varios hologramas que pegaban con dureza. 

Pidge y Hunk ideaban un plan para detener a los centinelas de diferentes tipos, tanto drones como centinelas con francotiradores.

Lance por su lado mantenía cierta vista al comando de ataque, lugar en el que Allura cuestionaba y analizaba los ataques de cada miembro.

– ¡Lance, cuidado! – exclamó Tania.

Fue noqueado por un dron de ataque, cayó fuertemente al suelo.

El moreno se quejó al estar en el suelo, fue golpe que no previno antes y maldijo por eso.

– Tania porque no vas e intentas ayudar a los demás, sé que tus conocimientos de batalla ayudarán a los paladines. – dijo Coran

– Es una buena idea, podrías ayudar más que nada a Lance y Keith. – dijo con entusiasmo. – Ambos son algo difíciles de controlar, pero te ira bien. 

– No hay problema.

Llegó a la arena de entrenamiento, su bayard se había transformado en su espada. 

El Bayard de Tania podia convertirse en cualquier arma a su gusto, el haber sido entrada con diferentes técnicas le daba una gran ventaja aun que le gustaba más la lanza y su espada delgada. 

– ¿Qué es lo que saben de una batalla? – pregunto con curiosidad. – ¿Han trabajado en equipo, solos o duos? ¿Su arte? 

Todos no tenían un conocimiento exacto, era como solo batallar y ser el ganador, nada más.

– Bueno. – dijo tímida. – Me instruyeron no solo para ganar, sino también para usar la cabeza, fuera y astucia. 

Activo su bayard transformándola en una lanza, apuntando a Keith, quien aún tenía su arma en mano. 

Se alejaron del grupo hasta ponerse en el centro de campo de entrenamiento, ambos se vieron en silencio durante unos minutos, ninguno atacaba hasta que Keith ataco de frente con su arma, Tania espero hasta que llegara a unos metros más de ella, lanzo su arma al aire y con sus manos movió la espada de Keith quitándosela de su agarra. 

Movió su cuerpo con rapidez dio una pequeña vuelta para que cayera al otro lado de su espacio personal, su arma cayo en sus manos con agilidad viendo al chico con pena ¿había sido algo ruda?

– ¿Estas bien? – pregunto.

– Si. – dijo desde el suelo.

Había mucho por hacer.

Pasaron varias horas en el campo, ayudaba como podia a sus compañeros y le divertía verlos, Instruyo con cuidado a cada uno de ello. 

Shiro la había invitado a una pelea uno versus uno, tras varios minutos de golpes, saltos y movimientos al aire ambos quedaron en tregua, ambos tenían el mismo nivel de combate y Shiro podia jurar que iba a perder. 

– Creo que merecemos un descanso. – tomo una boconada de aire. – Gracias Tania por compartirnos tus conocimientos. – agregó Shiro.

– No hay problema. – dijo al dejar ir su bayard a su recamara.

Los paladines fueron a su respectiva recamará, dejando así que cada uno descansará recuperando energías necesarias para la siguiente batalla.

Tania camino en silencio hacia el hangar del leon blanco encontrandose con la bestia ya activa y en un mejor estado, se acercó con una pequeña sonrisa esperando a que la bestia le dejara entrar en ella y así fue, entro por los dientes llegando a la cabina principal. 

– Espero que aún esté ahí... – busco entre los gabinetes. – ¡Si! 

Saco la caja del puerto cerca del asiento, aún estaba brillando, su broche era lo único que resaltaba de esa caja. Salió del lugar y se dirigió a su recamara, dejó la caja en la mesa, debía encontrar la manera de abrirla. Sea lo que sea que haya ahí, podría esperar un rato más.

Dejó caer su cuerpo en la cama, cerró sus ojos para descansar.

– ¡Rápido! ¡El castillo está siendo atacado!

Estaba sucediendo un ataque, Tania saltó de la cama al closet, con rapidez colocó su armadura y tomó su bayard, salió en dirección al centro de comando encontrandose a Coran quien dramatizaba alguna escena exagerada, Shiro se encontraba en el lugar algo cansado, tenía puesto su traje al igual que Tania. 

Al cabo de varios minutos, los demás paladines llegaron a centro encontrandose con la misma escena. 

– ¡Corran! ¡Oh no, Allura se está muriendo! ¡Dígame princesa qué es lo que quiere decir! – dramatizó él pelirrojo.

– Ya basta Coran, no llegaron a tiempo. – dijo decepcionada.

El equipo estaba completo después de 3 minutos, fallaron el simulacro.

– Bueno al menos es un comienzo, debemos practicar más esto. – anuncio. – Voltron siempre debe estar preparado para la batalla, no podemos dejar pasar más tiempo cada segundo y minutos es oro, estos segundos son cruciales para la batalla.

Mientras la princesa corregía errores, una nave llegó a la vista de la paladina que observaba que venía a gran velocidad preparando su canon iónico para disparar al castillo. 

– ¡Coran, la barrera de partículas! – exclamó Tania.

Coran la activo sin pensar recibiendo el disparo en la parte central del castillo ocasionando que ahí rebotara el disparo con la barrera; el golpe fue tan fuerte que hizo que algunos cayeran al suelo incluyendo a Tania, quien volteo para ver a sus compañeros.

Coran se encontraba en el suelo, su espalda había sido afectada por la caída.

– ¿Estás bien? – Keith ayudó a Tania a levantarse.

– Lo estoy.

– ¡Prepárense para el siguiente ataque!

Un segundo rayo cayó haciendo que el golpe fuera con menos poder, pero hizo que algunas partes de la barrera se deshabilitarán, Allura tomó posesión del castillo moviendo la nave fuera del siguiente ataque.

– ¡Rapido, todos a sus leones! – pidió Shiro. 

– ¡Adelante!

Todos fueron a sus leones, salieron para empezar lo que sería una batalla agotadora.