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Capítulo 1

La llegada del guerrero de blanco

Tania Cherry era una chica simple y extrovertida, quien solo convivia con su madre desde hace mucho, recordando con amor a su padre quien ahora había pasado a mejor vida hace ya 3 años. 

La joven mujer era idéntica a su madre que las personas podían jurar que ambas eran hermanas o algo similar teniendo facciones idénticas a su madre y pequeños detalles que su padre dejó en ella, siendo una chica de pelo largo blanco, una figura casi voluminosa, teniendo una belleza de ojos, pequeños y rasgados, su cara llena de pecas.

Era una lástima que el mundo en el que vivía no amaba esas facciones tanto como ella y su madre lo hacían, pero las palabras de su madre la hacían sentir al saber que así fue como su padre la amo. 

– El día en que dejes este planeta, amaré y recordaré tanto tu rostro como tu bella y noble personalidad, mi pequeño copo de nieve. – dijo mientras dejaba un beso en su frente.

– Deja de hablar así que me asustas, tienes que irte tú primero madre. 

– Esperemos que esas palabras se cumplan, hija mía.

Pero en pocos días, a las afueras de la gran ciudad en los bosques de las viviendas urbanas. Una bestia de metal salía de los escombros de las cuevas y de las montañas altas, sacudiendo su cuerpo de metal para ir a su portador, el león blanco espero lo suficiente para llevarse a su paladin. 

Ya era hora de irse. 

Tania contemplaba, a sus 19 años de vida, como esa máquina se presentaba frente a su casa y como varias sirenas de policías y bomberos se escuchaban a lo lejos, en la casa cerca de la cuidad el león blanco olía a la joven futura paladin quien recordaba las historias que su padre le había contado hace ya mucho tiempo. 

Su madre salió de su hogar con una pequeña caja de metal y un broche de ave azul, la caja permaneció cerrada desde hace mucho tiempo seria entregada a Tania Cherry para que nunca olvide de donde viene y a donde se dirige. 

– Es momento de partir, mi vida.

– Mamá...

– Perdóname hija mía, sabía que debía contarte más, pero temía que negarás mis palabras y me dejaras. – limpio sus lágrimas. – No temas, es hora de cumplir con tu destino. 

Su madre le entregó la caja de metal, entendía todo; ese guerrero de blanco que su padre contaba era ella misma, una guerrera que admiró durante su infancia. Su madre besó por última vez su frente, dejando que recuerdo de aquel día en el que dejaría la tierra para siempre.

El amor que le tenía a ella no se podía comparar, al fin y al cabo era su única familia.

Tania se despide de su madre y como últimas palabras de despedida, dijo. 

– Que este no sea nuestro último adiós, Madre mía, que mi destino te llame para decirte cuanto te amo y cuánto te amare. – sollozo. – Cumpliré con mi destino y viviré como padre manda, te voy a extrañar. 

Dicho esto, entro a la bestia viendo por última vez a su madre quien lloraba en silencio al ver su hija irse para salvar al universo. Tania lanzo un beso al aire para finalmente entrar con lágrimas en sus ojos y entrar al espacio que en ese entonces era imposible salir de la atmosfera. 

El león blanco entrenaría a Tania para formarla como paladina y cumplir con el destino que ya estaba escrito. 

El Allegado del Blanco. [Voltron Fanfiction]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora