Capítulo 26

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—Necesito toda la información que puedas darme—.

—¿Qué? ¿por qué?—cuestionó la oficial.

—Esas marcas, Jisoo...—dijo señalando el cuello de la paciente—Ambas sabemos que significan, esto no fue
un accidente—.

—Sí—suspiró la peliroja—Esos moretones son bastante obvios, fue estrangulada en algún momento—.

Tomó asiento la doctora con expresión sombría, la mandíbula tensa y la mirada clavada en el piso. El cambio de actitud en su amiga llamó la atención de la oficial quien finalmente unió los cabos.

—Espera, espera, espera—se frotó la sienes Jisoo—No me digas que tanto interés en el caso se debe a que tú y ella... ustedes... ¿tenían algo que
ver?—levantó una ceja.

Esta simplemente apartó la vista en silencio.

——Carajo Rosé—resopló la
oficial—Podrías sólo... ¿no tomarlo personal?—suplicó—No deberías involucrarte en esto, déjaselo a las autoridades. Te prometo que meteré su trasero en prisión pero dame tiempo, no hagas más difícil mi trabajo—.

—Mira, entiendo ¿si?—respondió con seriedad—Juro que nada de lo que haga va a interferir con la investigación—.

—Eres imposible, en serio...—negó frustrada la peliroja—Déjame ver que puedo hacer, no te prometo nada—rodó los ojos antes de colocar sus gafas de
sol—Debo irme—.

—Te acompaño—ofreció la cirujana abriendo la puerta.

Escoltó a su amiga hasta su auto donde se despidieron. En el trayecto, tras la insistencia de la cardióloga, Jisoo terminó por acceder a compartir parte de la información menos clasificada del caso y prometió enviársela luego. Mientras esperaba, la cirujana vagó pensativa por las instalaciones buscando un lugar para meditar en paz. Subió al único espacio que consideró adecuado, la azotea. Una vez allí se recostó de un muro, sacó su teléfono y respiró profundo.

[...]

Para pasar el rato, Jennie se estaba haciendo la manicura en el sofá de la sala escuchando música. Es debido al ruido que casi no alcanza a escuchar su celular sonando, pero el brillo de la pantalla sobre la mesa logró alertarla.

"Es ella".

Sonrió emocionada al ver el nombre de Rosé parpadeando en la pantalla.

—¡Hola doc!—contestó feliz—¿Cómo estás?—.

—Hola... jaja, suenas tan animada como siempre—.

—¿Cómo salió tu operación? ¿estás cansada?—preguntó curiosa la
castaña—¿Cómo está el paciente?—.

—Uhm... la operación salió bien, pero el paciente tiene que estar
en observación—.

—Entiendo—.

—Estaba preocupada por ti, así que llamé a ver como estabas—.

Esas palabras hicieron que el corazón de la jóven diera un vuelco.

—Estoy bien...—susurró conteniendo la sonrisa—¿Vendrás esta noche? ¿qué te gustaría cenar?—.

—Este... no creo que pueda regresar todavía, aún hay mucho que tengo que hacer...—un silencio se apoderó de la línea por unos segundos—Jenn... te extraño—.

"¿Escuché bien?".

No salía de su asombro la menor, era casi irreal.

—Y-yo también te extraño—.

Pulse | ChaennieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora