Capítulo 16: Te encontré

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// ADVENTENCIA: Habrá algo de LuciferxLilith

*LUCIFER*

He escuchado un sinfín de sobrenombres por los que he sido conocido desde que mi existencia fue y ha sido, Portador de luz, Estrella de la mañana, Luz bella, Ángel, Servidor de Dios, Luzbel... eso fue hace siglos, antes de que siquiera pudiera tener la capacidad de cuestionarme "¿quién era yo?", "¿cuál era mi propia voluntad?", antes de que mi estúpido juicio me permitiera preguntarme el por qué debía seguir al pie de la letra las ordenes de un "alguien" que todo el universo llamaba Dios. Orden tras orden sin cuestionar ya que TODO lo que él decía era sabio, lo correcto y lo que debía de ser, eso es una jodida estupidez. Ahora que lo pienso, ese tipo creo a todos sus ángeles con el fin de servir sin cuestionar sus decisiones, estaba prohibida toda emoción fuera de la felicidad y la dicha, ahora que los veo parecen unos estúpidos revoloteando en flores y arcoíris, pero así era yo por más que odie admitirlo, simplemente hacíamos lo que su palabra era y se prohibía lo que él decía sin siquiera saber el porqué, estaba tan cegado como aquellos que alguna vez llamé hermanos, por la imagen que ese sujeto había difundido en todos nosotros.

Después ese día, cuando aquel que se hacía llamar mi padre me expulsó, fui doblegado a vivir mi eternidad en las tierras que me aprisionaron, como el Ángel caído, Rey de Infierno, Serpiente de la tentación, Lucifer; sea cualesquiera mis sobrenombres son mucho mejor de lo que fueron antes. En cuanto llegué a este infierno, mal herido y en un principio siendo presa de los habitantes de estas tierras, me vi en la lucha por el poder y mi imposición de mi nuevo imperio, él me había enviado con ese propósito, así que eso haría por última ocasión bajo su plan, sería quien dominaría el pentagrama y haría de este lugar mi tierra prohibida; al menos tuve la satisfacción de verle sufrir por el pecado que difundí en los jodidos de Adán y Eva, su herederos nacieron del pecado y el infierno empezó a arder de almas como nunca.

¿Soberbia? En efecto fue parte de mi acusación, ¿poder? Por supuesto, era mucho más inteligente que muchos de mis hermanos y tenía en un principio el doblegar a la humanidad a seguir al pie de la letra nuestras ordenes, como mi padre había inculcado en nosotros, era un soñador que esperaba atento experimentar todo lo que el universo nos ofrecía, mi curiosidad iba ma allá de lo que muchos podrían considerar bueno para un ángel, pero no fue solo eso, conocí el significado más puro del Amor cuando vi por primera vez a Lilith, una mujer humana a quien desee proteger y en ese camino tuve que castigar a Adán para defender su integridad, ella tal vez fue la razón de mi expulsión o de clavar la duda en mi mente, sea cual sea ambos fuimos castigados y para mi dicha fuimos el símbolo del amor prohibido. Mi reina sin lugar a dudas es y será mucho más de lo que fue la copia barata de Eva.

En mi eternidad como gobernante mis deseos los he materializado, logrado hacer verdad mi Ley y en medio de ese camino intenté infinitas veces salir de esta jaula que hacía ver como mi dominio, pero era imposible. Hasta cierto momento en que un alma pecadora tocó a las puertas de mi territorio, pidiendo un pacto, quien diría que después de un suspiro le vería llegar con mayor poder que cualquier humano que hubiera visto, era un demonio escurridizo que amaba las presentaciones para hacerse notar y difundir terror como símbolo de su grandioso poder, mis reglas eran hasta cierto punto establecidas en consideración a la monarquía y otras cuantas eran la supervivencia misma, por ello es que no tardé en darle el título de Overlord a ese curioso cervatillo que parecía divertirse en mi patio de juegos.

El día que por fin nos encontramos, una extraña sensación o curiosidad fue la que me invadió cuando a pesar de tener en su rostro inquietud por mi presencia no se doblegaba fácilmente a mis palabras, era firme como su alma en su humanidad. Hasta que probé un poco de lo que estaba hecho fue que su simple esencia y todo de él me atraía como un astro en que orbitan aros de polvo estelar, sin separarse y rondando juntos por esa invisible y fuerte atracción.

Almas DestinadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora