En medio aquel baile acompañado de colores rojizos del atardecer, nuestra burbuja se rompió en cuanto se escuchó la puerta ser tocada, nos paramos en seco y Lucifer levantó la mirada al ver que el cerrojo se abría, en ese segundo manifestó cierta energía para separarnos a una distancia considerable para recibir a Lilith.
- Luci~ Con que aquí estabas -saludo la mujer que entró pasando una mirada dudosa al verme también en la sala. - No pensé que tuvieras compañía, mi amor~
- Oh mi dulce dama~ -le sonrió Lucifer con cierto nerviosismo que pude distinguir cuando viajo la mirada de mí a la rubia alta. - ¿A pasado algo, querida? -caminó de forma sutil hacia ella y tomó sus manos dejando un beso en ellas, provocándole una sonrisa encantadora.
- Para nada amor, quería ver como estabas, siempre que pasa algún incidente con alguno de esos odiosos demonios terminas con un mal genio todo el día -dijo divertida mientras acariciaba un mechón de cabello de Lucifer, sonreí divertido ante la escena, pero ella de inmediato cruzó nuevamente la mirada conmigo. - ¿Y a qué se debía el alboroto que interrumpió mi fiesta, demonio radio?
- Mi dulce manzana acaramelada~ eso ya quedo resuelto lo que pa...
- Querido, estoy preguntándole a él -la mujer paso la mirada de su esposo a mí, Lucifer se había quedado callado un tanto sumiso ante la rubia, algo que no me esperaba. - Alastor, dime querido, ¿acaso es costumbre tuya irrumpir una celebración?
- Para nada, mi querida reina~ Lamento que lo haya estropeado -dije con una característica sonrisa haciendo una pequeña reverencia. - Las fiestas son un momento icónico al momento del clímax de la celebración, no podría esperar de pensar en conocerle el día de hoy. Lo que pasó hace un momento fue simplemente un acto en defensa del demonio Vox, majestad
- ¿Vox? Ya veo.... -sonrió con complicidad la mujer viendo a su esposo y asintió. - Bueno, lo dejaré pasar ya que no quiero estar de mal humor después de un largo viaje
Escuché un pequeño suspiro de Lucifer quien se acercó a rodearla de la cintura de manera coqueta mientras acariciaba de forma juguetona un poco sus curvas. - Querida, no hablemos de eso, después me encargaré de rendir cuentas con Vox, amor~ Necesitas descansar y relajarte, llevaba mucho tiempo sin ver tu hermosa presencia en casa, querida mía~
Lilith se sonrojaba ante las palabras de su amado, sonriendo con picardía ante sus caricias. - Esta bien Luci~ tienes razón -se giró un poco para prestarle atención tomando entre sus manos el angelical rostro del rubio para plantarle un beso. Esta vez no pude contemplar la escena, simplemente desvié la mirada y acomodé mi saco con cierto gesto elegante.
- Amor~ ¿No vas a volver a la fiesta? Quería atender algunos asuntos con Al... -Lucifer había sido el primero en hablar, pero al escuchar mi nombre levante la mirada siendo atrapada por los ojos llenos de misterio de Lilith.
- ¿Asuntos de qué tipo? No puedo celebrar sin ti amor, tú mismo has dicho que me extrañabas~ -le reprochó la mujer dejando sus manos por sus hombros y de ahí a su espalda mientras le acariciaba, no era tonto, era inexperto en el tema tal vez, pero esas eran insinuaciones de coqueteo a otro nivel, sus manos acariciaban su espalda y la piel blanquecina descubierta de su cuello atrayéndole a ella donde estaba no tan lejos de tener de frente su pecho a medio descubrir por el escote de su vestido. - Alastor, mi hija te estaba buscando~ Creo que te quiere decir algo importante referente al hotel
- C-Cariño... -Lucifer parecía en un aprieto, aunque sonara divertido el asunto, trato de separarse con delicadeza de su mujer. - Mi vida, entonces volvamos juntos ¿te parece? -sus ojos se giraron a verme antes de ponerse un poco de puntitas y besar a la rubia. - Aún tengo que bailar y presumir a mi mujer ante el público~ -esas palabras convencieron de inmediato a la reina.
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Almas Destinadas
Fanfiction*Alastor* Nunca me hubiera imaginado que tan solo la existencia de alguien podría hacerme sentir el peor de mis terrores, impotencia, furia y lo que ni en mi vida humana hubiera sentido... amor y deseo. Pero esta persona, ese ángel caído había tocad...