Almas Destinadas

Capítulo 36: Nuestra noche

// Le dedicó la canción "Middle of Night"🖤

// Habrá ~PAW CHIKA PAW PAW~

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*LUCIFER*

Dos corazones conectados por un latido, por un mismo sentimiento, por el anhelo de estar unidos de ahora en adelante y en la plena libertad de amar en lo que restara del eterno viaje de sus vidas, en esta oportunidad de su segunda casualidad de ensoñación y añoranza que sus almas crearon, estábamos nosotros, aceptándonos, abrazando nuestras tristezas y alegrías, buscándonos con miradas cautivas e intencionadas, en la espera de que este sentimiento que fue cultivado tiempo atrás, por fin florecía entre nuestras almas.

En medio de la tormentosa noche que se alzaba en el infierno, entramos en aquel lugar dirigiéndonos entre pasos torpes y pequeñas risitas contenidas que lograban escaparse entre nuestro aliento caliente por los húmedos besos que nos regalábamos con entrega. Ambos nos aferrábamos a nuestro acompañante, dejando que nuestra conciencia se hundiera en aquel fogoso momento de añoranza por el otro. El tiempo era nuestro, la libertad nos pertenecía de ahora en adelante, nuestros sentimientos eran correspondidos y nuestras almas se tocaban con desespero.

En ese momento tan delicado donde nuestros alientos se mezclaban, llegamos a la habitación que esperaba por nosotros; él me hizo retroceder hasta sentarme en esa enorme cama mientras me besaba de pie inclinándose hacia mí, y al no querer separarnos más, uno de mis brazos viajó a su cuello para atraerlo más y con mi mano contraria acaricié su rostro mientras nos robábamos el aliento en aquel húmedo beso donde nuestras lenguas, lejos de una guerra, se acariciaban con deseo, como si no quisieran separarse de los labios ajenos en ningún momento hasta que dejáramos impregnado nuestro sabor en la boca ajena.

- L-Lu... Ah~

Sonreí en mis adentros cuando escuché un pequeño jadeo de mi querido Alastor, que fue ahogado entre nuestras bocas, sintiendo al poco tiempo que una de sus manos iba con duda hacia mi camisa titubeando sobre si tenía el permiso de deshacerse de aquel moño que llevaba puesto, fue entonces que el beso se cortó y antes de separarnos por completo, le regalé uno último con delicadeza al extremo de sus labios, en lo que mis manos alcanzaban las suyas y las guiaban, incitandole a que se deshiciera de los botones de mi chaleco mientras me iba quitando lentamente el abrigo, percatándome hasta entonces de que mi sombrero seguramente había quedado por algún lugar en nuestro camino a la alcoba, pero no importaba, ni el ritmo de estas caricias y besos furtivos que nos brindabamos con recelo por la ensoñación de nuestras almas y cuerpos, no importaba si íbamos lento o rápido, solamente el hecho de tomarnos nuestro tiempo, un tiempo que éramos libres de decidir a nuestro ritmo para disfrutar del íntimo momento.

- L-Lucifer... Yo...

- Mmm~ ¿Pasa algo, querido Al? -Susurré cerca de ese dulce espacio entre su cuello y su clavícula, mientras me dedicaba a bajar lentamente ese cuello de su camisa para rozar directamente su piel. - Permíteme acariciarte y disfrutar de cada parte de ti hasta que no quede centímetro de tu piel que no se sienta amada~ -Sonreí de lado, cuando noté que sus orejas se movían algo inquietas cuando mi aliento rozó su piel al haberme desecho de ese lindo moño y mis manos iban quitando lentamente su camisa, botón por botón, llegando a su pecho dónde no pude evitar sonreír enternecido al saber que mi dulce Alastor al fin estaba completo, y sus sentimientos le pertenecían al igual que su historia.

- L-Lucifer...

Nuestra mirada se cruzo un segundo y entonces sonreí complacido al notar que se había encargado sutilmente de todos los botones de mi camisa y titubeante, pasaba su mano por encima de la ropa, como si temiera rozar su mano sobre mi piel. - Al, Está bien... Todo esto es tuyo~ -Eso fue suficiente para apreciar ese hermoso sonrojo antes de hundirme en su piel besando con fuerza y succionando un poco su cuello hasta dejar una linda marca roja, recibiendo como respuesta un dulce escalofrío de su parte, diría que solamente con escucharle me deleitaría toda la noche, pero no se quedaría ahí.