Capítulo 10

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Paso número 1: Escribe un diario.

Escribir un diario puede llegar a ser un buen aliado a la hora de superar una ruptura. Muchos psicólogos lo recomiendan, ya que dar un significado a todas esas emociones hacen que tenga menos peso sobre nosotros. Otra ventaja de este ejercicio es que gracias a esto puedes llega a sacar toda la angustia o dolor y poner algo de orden y análisis a tus pensamientos.

Vaya chorrada, pensó Violeta.

Pero aún así lo hizo, no tenía nada que perder. Cogió una libreta vieja que compró para escribir reportajes y al final no la usó, un boli negro y, cuando estaba por ponerse, una notificación le saltó.

Chiara

¿Cómo vas?

¿Qué tienes que hacer?

¿Te puedo ayudar?

Sonrió, es más adorable.

Yo

No, tranquila.

Tengo que escribir un diario.

Chiara

Oh,  que guay

Yo también tengo uno

A Violeta le entraron muchas ganas de leerlo. La mente de Chiara parecía ser maravillosa. Aunque tenía claro que también sería un poco caótica.

Yo

Seguro que es amarillo chillón con nubes naranjas y unicornios.

Chiara

Pues no, lista

Es rosa

Y los unicornios los tuve que poner yo.

Su carcajada se escuchó por todo el salón.

Nah, es broma, pero te aseguro que ayuda bastante

A mi me sirvió.

Yo

Estoy empezando a pensar que el libro era tuyo

y lo de la amiga era una escusa.

Chiara

Puede, nunca lo sabrás

ja ja ja

*risa maléfica*

No le contestó, pero la sonrisa no pudo evitar que saliera.











Chiara miró el móvil. Violeta no le había respondido a su mensaje.

A ver, si, tampoco había mucho que responder, pero no sabía si le había hecho gracia o igual le había ofendido. Siempre se comía mucho la cabeza, y más con las personas que le gustaban.

Y, si, estaba empezando a aceptar que le gustaba Violeta más que mera admiración.

Pensaba en ella todo el rato desde que se conocieron, cuando estaban juntas sentía que nada más importaba y cuando le hablaba, God, se pasaría toda la vida escuchándola y estaba segura de que no se cansaría.

Pero como todo en su vida, había un pero. Y ese pero le estaba matando más que nunca.

Violeta seguía enamorada de su novia.

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