39. Pergamino.

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Murderers... Ojalá todos pudiéramos borrar los recuerdos malos. Lamentablemente, no podemos deshacernos de ellos, ni siquiera nos permitimos superarlos, no hasta que logremos nuestro objetivo. Después de todo, nuestro corazón late solo por una razón... La venganza...

~♔~

—¿Estás lista? —Yoongi pegó un salto al darse cuenta de que Li Lou estaba parada cerca de él, sin decir nada.

—Sí, muy lista —sonrió—. Lo suficiente para ir a una junta.

—¿Juntas? Deberías descansar, no hay que sobre esforzarse.

—Descansé por al menos tres semanas, he tenido suficiente —resopló—. Además, estoy como nueva. Solo necesito comprar algo para llenar este vacío —tocó su estómago— ¡Muero de hambre!

El chico suspiró, resignado —Si no hay de otra, entonces pasaremos por la cafetería antes.

Nada se pudo hacer frente a una chica tan insistente y testaruda. Yoongi no tuvo más opciones que cumplir sus peticiones. Caminando juntos a la cafetería, aprovecharon para comer hasta que sintieran el estómago lleno, especialmente la señorita.

Con el estómago lleno y el corazón contento, prosiguieron su camino directo a juntas. Nadie se esperaba que Li Lou apareciera en la reunión matutina. Todos se quedaron en shock por un segundo cuando la rubia cruzó la puerta y los saludó con su tan conocido encanto.

Mai Li fue la primera en salir del trance, acercándose a ella y dándole un pequeño golpe en el hombro.

—Serás idiota, debes descansar.

—Yo también te extrañé mucho, Mai Li —respondió Li Lou, riendo— ¿Qué clase de saludo es ese?

—Uno muy acogedor —rio Joon Hee.

—Como que están agarrando demasiada confianza, ¿eh? —Li Lou abrazó sus cadenas con las manos, como si fingiera enojo.

—Yo sí te daré una cálida bienvenida —Nana envolvió a su amiga en un cálido abrazo—. Me alegro mucho de que hayas vuelto con nosotros.

—Creo lo mismo, Nana —Li Lou la abrazó de vuelta.

A diferencia de todos, Yong Suk no volteó siquiera cuando Li Lou entró. Sin embargo, no se le podía culpar. Con los ojos metidos en la computadora, olvidaba que los demás existían, hasta que sintió una mano en su hombro, acompañada de unas palabras.

—Tan niño rata como siempre —con una dulce voz, Li Lou lanzó el comentario.

—¡Joder! Me vas a matar de un susto algún día —Suk brincó de la impresión y sintió que el corazón se iba a detener en cualquier segundo.

—Eso sería un regalo —rió la chica.

—Sí, como no —Suk también se dio la oportunidad de reír y suspirar de alivio—. Causas muchos problemas, jovencita, espero que no vuelvas a preocuparme así.

Li Lou levantó el dedo meñique de su mano, para hacer un juramento a su hermano y de esa forma, tranquilizarlo por su actitud pasada. Él no era muy expresivo, pero Li Lou sabía que casi le causó un derrame en los últimos días, debido a su actuar.

Nana observó esa escena con un poco de tristeza, pero la ocultó en un instante.

Mientras conversaban un poco más y la rubia decidió darle un par de pellizcos a su hermano, el chico le detuvo la mano de un momento para otro, gritando que se detuviera para ver con claridad la pantalla del computador.

Yong Suk cayó de un salto en la silla del escritorio y empezó a mover sus dedos mucho más rápido, oprimiendo las teclas mientras una serie de códigos se formaban en la pantalla del monitor.

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⏰ Última actualización: Dec 14, 2023 ⏰

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