Murderers

12. Por solo un segundo.

Murderers... Pasamos toda una vida esperando adquirir venganza por nuestro pasado, pero no sabemos cómo comportarnos, cuando por fin está frente a nosotros...

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Siguiendo las coordenadas que encontró en la nota, Li Lou aceleró el paso para llegar al lugar, más rápido. La sangre le hervía y el estómago, lo sentía vacío, como si estuviera en una montaña rusa en picada.

Cuando se acercaba a la fábrica abandonada, vio a un gran número de personas, como si la estuvieran esperando.

Dió un giró en la moto casi rozando el suelo y lanzó el vehículo hacia unos cuantos hombres del montón. Desenvaino ambas espadas y esperó por unos mili segundos, para luego lanzarse contra ellos.

—¡Khen trimantra! —gritó mientras avanzaba.

El encuentro con aquellos adversarios, no fue tanto problema para la chica. Con su gran habilidad, atravesó el estómago de uno y rasgó el cuello de otros.

Pero era como matar moscas, entre más aniquilaba, más llegaban a enfrentarle más no se rindió, con toda la ira que cargaba, podía resistir incluso los golpes fuertes, que le daban de vez en cuando.

Como si fueran robot, los hombres se lanzaron contra ella cuando la rodearon al darle un golpe en el abdomen que la hizo retroceder. Sin embargo, Li Lou actuó rápido, girando sobre su propio eje con los brazos estirados. El filo de sus espadas corto todo lo que estuvo a su alcance, manchandole el rostro de sangre.

Su respiración empezó a agitarse trayendo un ligero cansancio, pero debía concentrarse. Estos hombres estaban siendo dirigidos por alguien y ella debía encontrarlo.

Con una pierna lesionada y el sudor sangriento escurriendo por su frente, ella tragó saliva cuando otro grupo de maleantes, apareció.

—Om Jim Han —justó antes de que llegaran a ella, recito un mantra.

No importaba cuántos matará, seguían apareciendo y el número no disminuía. Quería llegar a Tairen pero todo esto, se estaba demorando demasiado.

Cuando iba a lanzar su espada... "Lou", la voz de su padre retumbó en su cabeza, provocando que ella se detuviera en secó y se distrajera por solo un segundo. Gran error.

¡¡Zutan!! Una patada impactó en el lado izquierdo de la cara de Li Lou tumbándola al suelo. Intentó levantarse de inmediato pero recibió un choque eléctrico que le inmovilizo el cuerpo.

Sacudió su cabeza, sintiendo que su cerebro había rebotado con violencia en su cráneo al recibir ese aquel golpe, que le mareo.

Uno de los hombres que tenía un látigo, se acercó a ella, después de hacerlo girar tres veces, lanzandolo de manera directa a su cuello.

Sino fuera por sus reflejos de la chica, que instantáneamente le llevaron las manos al área, hubiera sido estrangulada en segundos.

Ahora sus manos estaban bloqueadas, el látigo las había aferrado a su cuello y cada vez hacia más presión, sintiendo como se cortaba su respiración. Luchaba para no dejar que el paso de oxígeno, se cerrará.

Los pocos hombres que quedaban con vida, salen corriendo hacia una camioneta y sin soltar el látigo, arrancan a toda velocidad. La chica cerró los ojos con fuerza al ser arrastrada a una velocidad tan grande, que al comienzo su cuerpo voló un par de centímetros antes de tocar el suelo y ser arrastrada por el pedimento, con el vehículo en movimiento.

—Om... Chi... Kam... —con el poco aliento que tenía, susurró.

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