Murderers

25. Recuerdos.

Murderers... La venganza es como un juego de ajedrez. Hay que saber cuándo dar el Jaque mate...

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El nuevo día en la sala de entrenamiento acababa de empezar. Los nuevos del equipo se encontraban estirando las piernas y el cuerpo, antes de empezar el nuevo combate con Li Lou, que ya estaba lista.

Mai Li estaba algo asustada, no quería terminar como Nana, que casi le sacan los intestinos por la boca el día anterior. Ella fue la que más se tardó en sanación.

—No tengas miedo Mai Li, o será tu fin —advirtió Li Lou.

—Dame un respiro, estúpida —pidió entre quejas la castaña.

Al terminar de estirar, Mai Li, Joon Hee y Nana rodearon a Li Lou. Antes de entrar habían acordado atacar al mismo tiempo pero haciendo un triángulo. Si la atacaban desde tres direcciones diferentes, tal vez tendrían oportunidad de dar el golpe. Li Lou ya había activado su mantra y estaba totalmente lista para la batalla.

—Triangulo ¡Eso es! —gritó animado Yong Suk, como si fuera un espectador en un estadio de fútbol.

—No creo que puedan darle un golpe —aseguró el lider—, no al menos en una semana... ¡OH! —Yoongi se vio obligado a interrumpir su charla, porque el combate había empezado.

Todos se movieron al mismo tiempo. Ellos la atacaban sin piedad, pero Li Lou esquivaba todos sus ataques con elegancia, mientras disfrutaba peleando con sus nuevos amigos.

Mai Li esquivó un ataque de la derecha con el pie. Joon Hee saco dos espadas que había preparado minutos antes y las dirige hacía Li Lou.

Sin embargo, ella bloqueó una con el báculo y esquivó la otra torciendo ligeramente el cuerpo. Aunque logró rasgarle el buzo que llevaba puesto, no paso de eso.

Ni tiempo hubo de hablar, Nana le lanzaba patadas y puños sin darle tregua ni para respirar. Al menos en taekwondo, ella era veloz.

—Om Shan Jam  —pronunció Li Lou.

La rubia se sostuvo sobre su mano izquierda, haciendo girar su cuerpo como un trompo, y con solo su pie, los golpeó a los tres, lanzándolos lejos hasta arrastrarlos en el suelo.

eso no importo, los chicos se levantaron al segundo. Li Lou dio un giro en el aire y sacudió su cabello.

—Eso estuvo mejor —los felicito—. Es una buena estrategia que funciona cuando se ataca a un solo oponente.

Joon Hee sonrió ante las palabras de la chica y la miró fijo. Trono su cuello y chocó ambas espadas, haciéndolas sonar.

—Eres dura, Li Lou.

—Me gusta ese espíritu, Joon Hee.

Ambos atacaron al tiempo, pero antes de que se encontraran, Mai Li enterró su puño en la cara de Li Lou, haciéndola retroceder dos pasos.

—Creo que me deje llevar por el momento — Li Lou sobó su mejilla mientras sonreía.

—¡Lo hicimos! Yo le di —celebró Mai Li.

—No celebres aún, no le salió ni una gota de sangre, es como si no le hubieras dado.

—Déjala, Joon Hee. Estas celoso porque logro darle aunque sea una vez —río Yoongi desde las gradas.

—Puede ser —respondió el nombrado.

Joon volteó el rostro disgustado, pero luego soltó una risita juguetona. No quería que esto le generará un estrés innecesario, eso no iba con él.