Murderers

14. Equipo.

Murderers... Cuando estas en un pozo en el que no haya salida y no veas mas que oscuridad, es comprensible que pienses que estas perdido. Sim embargo, si vez una pequeña cuerda que fue lanzada en tu rescate, no dudes nada en aferrarte a ella...

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Yoongi y Li Lou, miraron sus labios luego de aquel beso, sin hallar un explicación. Se habían dejado llevar por un sentimiento momentáneo, sin detenerse a recordar su acción del pasado. Porque ambos no se habían tratado bien.

Si, eso fue real; podían sentirlo en su respiración entrecortada y sus mejillas en tono rosado, avergonzados por un momento primerizo así.

—C... Creo que te...te...tengo que irme —con torpeza en la lengua y sin ánimos de ser cuidadosa, Li Lou se levantó del suelo.

Caminando a paso largo, abandonó la habitación dejando a Yoongi que aún seguía en el suelo. Él miraba el techo, sin poder decir una sola palabra, porque todo estaba atorado en su garganta.

Esa noche, ambos se acostaron sin determinar la existencia del otro, aún con vergüenza. Li Lou no podía dejar de temblar y pensar en eso, nunca había tenido un sentimiento especial por alguien, como lo decían las demás chicas. Jamás mostró interés en el romance que pintaban y mucho menos, pensar que podía ser protagonista de algo cliché.

Pero allí estaba, sintiendo ligeras cosas por alguien que se dedicó a molestarla desde que puso un pie en Blood Shield. Sin embargo, percibía que Yoongi, guardaba algo grande y esa era la razón, por la que alejaba a las personas que trataban de acercársele. Más no pensó, que eso que percibía, podía ser romántico.

Yoongi seguía confundido. No podía entender porque su corazón empezó a latir de esa forma. No importo cuánto trato de hacerla sentir mal y alejarla del equipo, ella nunca se rindió y al final, termino dominando ese órgano de roca, que intentó moldear desde muy joven.

Aunque sentía un poco de miedo, una pequeña felicidad que no experimentaba hace mucho, le dio un brincó en su ser. Esperaba que esto marcará algún nuevo comienzo y las cosas mejorarán a futuro.

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Durante los días siguientes, Yoongi intento tener alguna clase de contacto con Li Lou, más fue imposible. La joven se esmeraba demasiado en ignorarlo y no determinar su existencia a menos que fuera necesario.

Esto enojo al chico, porque sintió por un momento que solo habían jugado con él. Pero claro, nunca aclararon nada. Cada vez que él llegaba de entrenar, ella estaba dormía, o fingía estarlo, así que no podía hacer nada.

Cuando el director los llamo a su oficina, no les quedó otro remedio, que tolerarse. Yong Suk notaba algo extraño, pero trató de no decir nada, de momento.

—Aquí estamos director —dijo Yoongi al entrar en la oficina, con todo el equipo.

El viejo se levantó del escritorio, poniendo atención a los chicos que estaban allí, parados como soldados, esperando las palabras del director. Se acercó a Li Lou, masajeando su hombro con cariño, aliviado por verla recuperada. 

—Me alegra que estés bien —le dijo—, pero tu comportamiento me ha decepcionado mucho. 

La joven agacho la cabeza, arrpentida. 

—Lo siento, abuelo. 

—¿Estas consciente de tus acciones? —su tono se tornó serio— No solo pusiste en riesgo tu vida, sino todo el plan que hemos venido haciendo para atrapar a Tairen.