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Entre Golpes y Abrazos

En mi vida, el amor es como una maraña de espinas enredadas en mi corazón. Abrazos que aprietan con fuerza, palabras que cortan como cuchillas, y la noción distorsionada de que el dolor es sinónimo de afecto. Mi existencia ha sido una danza constante con abusos disfrazados de cariño, una sinfonía de golpes que supuestamente me moldean en una mejor persona.

Los insultos, esos maestros crueles que pintan con sus palabras un mundo real donde la comprensión se teje entre lágrimas. Bromas familiares que más parecen dagas afiladas, hundiéndose en lo más profundo de mi ser. El abandono, siempre con la justificación de que es por mi propio bien, un mantra que resuena en los silencios que dejan tras de sí.

Nunca aprendí a querer sin violencia, nunca experimenté el amor que no estuviera entrelazado con la humillación. El daño, como un precio inevitable por recibir afecto. ¿Está bien así? Mamá siempre insistió en que sí, que el dolor es un símbolo de su amor genuino. Su mantra repetido: "Si te lastima, es porque te quiere. Si la lastimo, es por su bien".

Aunque sé que mamá me ama, su amor es un fuego que quema sin piedad. ¿Pero no es así como debería ser? Muchos dicen que no, que este no es el verdadero amor. Pero, ¿cómo discernir la verdad cuando mi madre es el único faro en mi oscuro universo? Si ella no me ama de esta manera, ¿quién lo haría?

Así me encuentro, perdido en un laberinto de emociones distorsionadas, cuestionándome si alguna vez sabré qué es el amor real, sin las sombras de la violencia que han tejido la trama de mi vida. ¿Cómo desentrañar este nudo de confusión y aprender a amar de una manera que no hiera? En mi búsqueda, sigo perdido, buscando respuestas en un mundo donde el amor se desdibuja entre las líneas de dolor que, paradójicamente, he aprendido a aceptar.

En este oscuro túnel de incertidumbre, una pregunta resuena en mi mente: "¿No es algo triste pensar que puedo morir sin saber lo que es el amor?" La tristeza se posa como una sombra más en mi existencia, mientras la perspectiva de marcharme sin experimentar el verdadero amor se convierte en una añoranza lacerante. Un suspiro de melancolía se mezcla con el eco de mis dudas, formando una sinfonía triste en la que las respuestas parecen más distantes que nunca.

❝Un Hermoso Desastre❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora