¿Él o yo?

11

Era madrugada y Keigo recién llegaba a casa, había pasado una increíble noche junto a su ahora "aliado", habían conversado sobre varias cosas y le mostró casa rincón de aquel lugar que a Keigo le daba tanta curiosidad. Entró tratando de ser sigiloso pero el que una luz se encendiera a su paso lo delató, volteo a ver y era el pelinegro que parecía molesto.

— ¿Te parece buena hora para llegar? Te estuve esperando toda la noche y te estuve llamando — se acercó al rubio con molestia y está aumentó al ver qué al otro no le importaba. — ¿Con quién estabas?

— Estaba con un amigo… creo que estoy en mi derecho porque cuando sales con Chisaki y no me respondes las llamadas no tengo derecho a reprochar nada — se dio la vuelta dejando a Dabi sorprendido, este al ver lo que hacía lo tomó del brazo bruscamente y lo acercó a él.

— ¡No tienes derecho a hacer eso! ¡¿Con que amigo estabas?! ¡Te juro que si me entero de que estás con alguien más te asesino con mis propias manos! — acercó su mano al cuello del rubio comenzando a ejercer presión haciendo que esté intentará alejarlo — ¡Dime con quién estabas!

— ¡Solo con un amigo! ¡Cálmate por favor! — intentó alejarlo pero cada que lo hacía este solo apretaba más su cuello haciendo que poco a poco se quedará sin aire.

— ¡¿Qué maldito amigo?! ¡No tienes ningún amigo! ¡No me mientas! — azotó el cuerpo del rubio contra la pared soltandolo, aprovechó que Keigo intentaba neutralizar su respiración para golpearlo en el rostro — ¡Dime la maldita verdad! ¡¿Con quién demonios estabas?!

— ¡Un amigo! ¡Lo conocí hace poco! — Keigo intentó cubrir su rostro pero eso solo hizo a qué el pelinegro jalara de su cabello — ¡Cálmate Dabi! ¡Si no lo haces te juro que llamaré a la policía! — mencionó temeroso.

— ¡Llama a la policía, a tus padres, a quien quieras! ¡Pero si haces eso no te van a encontrar vivo!  — golpeó al otro al ver cómo trataba de defenderse — ¡Me dirás quién es ese amigo del que hablas!

— ¡Toya por favor! ¡Déjame, te dije que lo conozco hace poco!

Al ver qué Keigo no daba las respuestas que quería terminó por quitarle su celular y tratando de desbloquearlo .

— ¡Dame la maldita contraseña! — intentó desbloquearlo pero mientras hacía eso Keigo aprovechó para levantarse y correr .

Corrió hasta su habitación y cerró la puerta con seguro para impedir la entrada del pelinegro. Esto obviamente molesto a Toya y fue detrás del otro, intentó abrir la puerta pero no puso, esto le causó frustración y comenzó a golpear la puerta en un intento de entrar.

— ¡En algún momento tendrás que salir! ¡Te estaré esperando Keigo Takami!

Keigo comenzó a buscar alternativas para salir, estaba en un segundo piso y salir por la ventana no era opción, al ver qué no tenía modo de escapar se recostó en su cama escondiéndose entre las sábanas, era lo que hacía cuando estaba asustado, no pudo dormir porque escuchaba como él otro aventaba cosas, se sentía mal porque todo lo que había en esa casa era suyo, fruto de su trabajo y el pelinegro solo estaba ahí viviendo bajo su techo, quería escapar de ahí, quería escapar de las manos del pelinegro.

////

Había amanecido y por desgracia Keigo tenía que salir, había acordado en tener una sesión de fotos para una marca de ropa, tenía que salir y no estaba seguro si el otro se había ido, se vistió y cubrió aquellos moretones con maquillaje finalmente temeroso salió de su habitación, bajó las escaleras dispuestos a salir .

— Buenos días Keigo — Dabi se acercó al otro, no había dormido en espera del otro — ¿A dónde crees que vas?

— Tengo que ir a trabajar…

— ¿Así?  ¿O te verás con tu amigo?— tomo del brazo al otro.

— Es trabajo, sabes que también tengo cosas que hacer — bajo la mirada al ver la reacción de Toya.

— Entonces no te molestará que te acompañe — apretó el brazo del otro intentando tener alguna respuesta — Te arreglaste mucho para ir a trabajar¿No?

— Sabes que mi trabajo depende de verme bien y no creo que puedas acompañarme… será todo el día y tienes cosas que hacer en la empresa.

— Eso puede esperar, puedo acompañar a mi novio a dónde yo quiera cuando quiera, así que sube al auto y espérame ahí — soltó a Keigo y subió para poder vestirse, al otro no le quedó más que obedecer lo que había dicho Dabi.

////

Ambos llegaron al lugar en donde el rubio trabajaría, pero estaba asustado ya que el pelinegro no dejó de amenazarlo todo el camino, le había advertido que si lo veía hablando con alguien él mismo lo sacaría de aquel lugar, Dabi se sentía celoso de no ser lo único importante en la vida del rubio y odiaba sentirse así, no quería sentir nada por alguien que solo utilizaba.

Rumi la amiga del rubio se acercó a él para saludarlo y explicarle un poco lo que haría, al ver el semblante de su amigo logró alejarlo de Dabi quien no desconfiaba de ella ya que sabía que Keigo no gustaba de las mujeres .

— ¿Por qué traes a tu perro guardián? No deja que se te acerque ni una mosca. — Rumi llevó a Keigo hasta los vestidores para que esté pudiera cambiarse .

— Él quiso acompañarme…

— Kei … ¿Todo bien? Normalmente estás contento y haces todo emocionado . — Rumi se preocupó por el otro, ese comportamiento no era normal .

— Discutimos un poco pero ya nos arreglaremos — comenzó a cambiarse y al momento de que se quitó la camisa uno de sus moretones llamó la atención de su amiga, había olvidado cubrirlo.

— ¿Eso es un moretón? ¿Ese idiota te golpeó? — la chica se acercó a verlo con detenimiento y sus preguntas se aclararon al ver qué el rubio se puso nervioso. — Ese maldito idiota te golpeo, voy a sacarlo ahora mismo .

— No Rumi … por favor no lo hagas, tu no sabes cómo se pone cuando está molesto.

— Eso no le da el derecho a golpearte, le diré a seguridad que lo saquen y después te acompañaré a sacar tus cosas de esa casa — Rumi se molestó bastante al escuchar a su amigo — Quisiera golpear a ese maldito .

— Te lo ruego Rumi, no quiero más problemas y no me conviene un escándalo después de que logré que una marca importante se fijará en mí… por favor te ruego que no hagas nada …

Rumi iba a hablar pero se vio interrumpida al escuchar como Dabi tocaba la puerta con molestia .

— Llevas mucho tiempo ahí metido, ¿Que tanto haces? — Toya intento abrir aquella puerta causando que Rumi se molestará