¿Él o yo?

22

Remordimiento. Era lo que estaba matando a Tomura después de haberle dicho todas esas cosas al rubio, era lo que sentía pero no pudo evitar pensar en que sus palabras hirieron al otro, se llegó a comparar con Toya porque también había herido al otro, de diferente manera pero lo había hecho, el decirle que aquella noche no fue significativa para él le había dolido al otro y Tomura se odio cuando vio aquellas lágrimas salir de los ojos del rubio.

¿Pero qué podía hacer? No sentía algo especial a él, ahora era incómodo intentar hablarle pero tampoco quería quedar como un patán que solo disfruto una noche y después la "olvidó" tenía pequeños fragmentos de lo sucedido pero no estaba del todo claro, era confuso para él porque parecía que aquella noche ambos se conocían de tiempo y no podría decir que no disfruto aquella noche porque estaría mintiendo, le encantó poder gozar del cuerpo del otro y si se le pusiera la oportunidad nuevamente la tomaría sin dudarlo.

Pero era solo eso, se sentía atraído físicamente al otro pero nada más allá de eso, tenían poco de conocerse pero claro que adoraba aquella actitud que tenía el rubio, pero no quería nada más allá que una noche de sexo con el otro, escuchaba sus pensamientos y se detestaba por ser igual a todos esos hombres que el odiaba, no quería ser igual a ellos así que lo tenía decidido, intentaría algo con el rubio al menos para no sentirse tan culpable.

Tomó su celular y se dispuso a llamarlo, esperó unos segundos y al escuchar aquella voz solo suspiro y se dispuso a hablar.

— Hola Keigo… quería hablar sobre lo que pasó la otra noche y sobre tu mensaje — se mordió un poco el labio pensando en lo que diría— me porté como un imbécil y eso me queda claro, no debí decirte eso pero fue tan repentino que fue mi única reacción, me disculpo porque se que mis palabras pudieron herirte … Perdóname Kei.

— No te preocupes Shigaraki, fue mi error haber puesto mis sentimientos antes que los tuyos, debí pensar mejor en cómo podrías sentirte si yo te proponía algo así pero no tienes de qué disculparte.

— Lo que realmente quería decir es que me puse nervioso pero no descartemos esa idea… quizás si nos damos el tiempo podríamos tener una linda relación…

— No te sientas obligado a decirme que si, entenderé si no sientes lo mismo, no quisiera que te sintieras atado a mi.

— No siento eso, realmente quiero intentarlo y si me das la oportunidad te puedo hacer feliz … bueno no sé si llego tarde a esto porque mencionaste una boda con Dabi y si tú aceptaste no podría hacer nada.

— Rompimos ese compromiso, le di lo que quería de mí y él se irá de mi vida, en cierta parte seguí tu consejo .

— Entonces… ¿Podemos vernos?

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Shigaraki había llegado a la casa del rubio y al estar en la entrada no pudo evitar deslumbrarse con aquella casa, era hermosa casi igual a las que pasan en televisión, se preguntaba si Keigo realmente conocía toda su casa porque parecía ser enorme, tenía un inmenso jardín que no oído evitar mirar, "seguramente tarda horas limpiando este lugar" fue lo que pensó Tomura.

Tocó la puerta principal y espero un rato hasta que el rubio le abrió la puerta, se miraron a los ojos y se quedaron callados unos segundos hasta que Keigo decidió romper el hielo.

— Gracias por venir hasta acá.

— No es nada, pensé que tenías una casa grande pero no imaginé que una tan grande como está, debes tener mucho espacio.

Keigo rió al escucharlo — Es algo amplia pero me acostumbré a vivir en ella, por favor pasa .

Shigaraki entró y el interior de aquella casa era más sorprendente, había tantos muebles y la sala era enorme, tomó asiento en uno de los sofás y el rubio se sentó a su lado.

— Lamento mucho haber sido un idiota, pero como ya te había dicho yo estoy dispuesto a estar contigo.

— Eso me hace feliz pero de cierta manera pero no quiero que hagas esto por lástima o algo así, si intentamos darnos una oportunidad será porque ambos lo queremos … ¿Estás seguro de esto? — preguntó Keigo mientras tomaba una de las manos del otro.

— Estoy seguro… vamos a intentarlo.

Keigo sonrió al escucharlo, quizás está vez todo sería como alguna vez lo soñó, quizás ahora alguien lo amaría y respetaría, estaba emocionado por eso, quizás ahora había encontrado al correcto.

Tomura no iba a limitarse, se acercó al otro y beso sus labios, adoraba sentir los labios del otro y era mejor de lo que recordaba, solo sintió como el rubio correspondió su beso y eso lo incitaba a seguir, quería hacerlo y no se detendría hasta lograrlo.

— ¿Entonces ahora cómo debo llamarte? ¿Novio? .

Al escucharlo Keigo se emocionó, creía que por fin había encontrado al indicado— Aún no somos novios, estamos intentado serlo pero primero tenemos que conocernos.

— Pero ya nos conocemos, nos conocemos muy bien … — Tomura bajo sus besos al cuello del otro .

— Me refiero a conocernos más sentimentalmente, después podremos ser lo que tú quieras .

Las manos de Shigaraki tocaban las piernas del otro en un intento de que esté quisiera seguir, pero parecía que el único que quería algo más que besos era él. Comenzó a levantar la camisa del otro así dejando al descubierto su torso, la subió un poco más topándose con los pezones del otro, llevó su lengua hasta allá y comenzó a lamerlos.

— E-Espera … ¿No quisieras que primero hablemos?  — Keigo acariciaba el cabello del otro mientras mordía su labio al sentir la lengua del otro pasar por aquellas zonas.

— Pero ya comencé cariño… déjame terminar y después hacemos lo que quieras…

Adoraba escuchar al otro jadear y no pararía hasta hacerlo gritar de placer, el rubio lo detuvo y le propuso subir a su habitación, ambos se levantaron y fueron a aquel lugar.

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Shigaraki acarició aquella cabellera rubia mientras mordía su labio inferior, sentía como la lengua del otro recorría toda su masculinidad, sentía como llegaba hasta lo más profundo de aquella garganta y anhelaba poder llenarlo con su esencia, bajo la mirada y pudo ver al otro, el rubio también lo miro y de aquellos lindos ojos salían pequeñas lágrimas, el de ojos rojizos llevo una de sus manos al rostro del otro comenzando a acariciar su mejilla.

— Si lo haces bien te daré una recompensa ~ — dijo Tomura.

Continuaron así un rato y es que Shigaraki deseaba pasar así una eternidad, adoraba sentir la lengua del otro en su miembro y adoraba ver el rostro de excitación del otro, estaba hundido en sus pensamientos hasta se el rubio se separó de él, llamado su atención.

— No te dije que podías parar ~ — regaño el otro.

— También quiero sentirme bien Shiggy ~

— Ven aquí y te daré tu merecido~

El rubio se levantó y se sentó en el regazo del otro, Tomura llevó su mano al miembro del otro comenzando así a acariciarlo, causando así que el otro gimiera por el tacto. Ambos se perdieron en aquel momento, ni había nada que importará más en ese momento que la satisfacción de ambos.

En un momento de descuido ambos se vieron en la necesidad de separarse al escuchar que la puerta se abría, dejado así una escena en donde el rubio está sobre el de ojos rojizos apunto de terminar su unión.

— ¿Tomura? — pregunto el pelinegro quien se quedó mirando aquella escena.