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La reunión sería en la casa del padre del pelinegro, llegaron a aquel lugar y lastimosamente Keigo había tenido que llamar a sus padres, antes de entrar a la casa Dabi detuvo al otro .

— Si se te ocurre abrir la boca te juro que te arrepentirás, así que más te vale comportarte — después de decirle eso tocó el timbre en espera de que le abrieran .

El rubio solamente se limitó a guardar silencio, no quería discutir y mucho menos causar algún problema en frente de sus padres, estaba atado al pelinegro y no había nada que pudiera hacer. Les abrieron la puerta y al entrar Toya tomó la mano del rubio para "aparentar", se adentraron a la casa y al llegar a la sala vieron a ambas familias conviviendo, la madre del rubio hablaba con la del pelinegro, pero el padre de Keigo permanecía serio, limitándose a solo decir lo necesario, se acercaron a ellos y inmediatamente la madre de Toya se acercó a ellos.

— ¡Me alegra que llegarás Toya! — la mujer abrazó al pelinegro, después se alejó de él y se acercó más al rubio — Es un gusto conocerte Keigo, eres un muchacho muy lindo para mí hijo, se complementan muy bien.

— El gusto es mío señora, agradezco todo lo que dijo — estrecho su mano con la de la mujer.

Toya se acercó a su padre y comenzó a hablar con él algo alejado de los demás, eso llamó la atención de Keigo pero prefirió ir con sus padres, necesitaba hablar con ellos y sentirse "protegido" de cierta manera. Al ver a su hijo se alegraron, Tomei se acercó al rubio y beso su mejilla.

— Te ves hermoso cariño, tu suegra es muy amable — la mujer acarició las mejillas de su hijo — Hablamos todo el tiempo que llevamos aquí .

— Te noto algo triste, ¿Todo bien Kei? — su padre se acercó a él y lo abrazo, siempre hizo aquel gesto cuando sentía que su hijo estaba mal — Sabes que no me gusta verte triste .

— Solo estoy desanimado, eso es todo — Keigo correspondió el abrazo de su padre intentando no quebrarse en ese momento. — Papá… ¿Puedes llevarme a un sitio?, necesito hacer algo urgentemente.

— Te llevaré a dónde tú quieras cariño, ¿Quieres ir ahora mismo?, porque también necesito hablar contigo pero a solas — aquel hombre caminó junto a su hijo alejándose .

Al ver esto Toya se acercó a ellos y tomó al rubio del brazo.

— Keigo, mis padres quieren hablar contigo — intento acercar al otro sin lastimarlo.

— Necesito hablar con mi padre, él quiere decirme algo importante… volveré en un momento — Keigo se alejó del otro.

Después de alejarse del otro salió de la casa junto a su padre, ambos subieron al auto del mayor y se fueron de aquel lugar, transcurrió un camino en silencio hasta que estaban lo suficiente lejos el padre del rubio decidió romper aquel silencio.

— No me gustó la forma en que te hablo Toya, no tenía porque tomarte del brazo, se las da de una persona con clase y no lo parece en lo absoluto — aquel hombre miró a su hijo y enfureció al ver las lágrimas de su pequeño Keigo — ¿Por qué lloras, cariño? Se que lo quieres mucho y todo eso pero yo sé que hay algo que no te hace feliz, si él te hizo algo me lo puedes decir .

— Es solo que … — dudo en contarle la verdad a su padre, no quería que el pelinegro le hiciera daño a alguien y mucho menos a él —  no estoy seguro de formalizar con él, creo que es muy rápido todo esto .

— No llores por eso Kei, se que debes sentir muchas cosas porque es tu primera relación y quizás fue culpa mía que no pudieras experimentar porque siempre te cuide de más pero … piensa bien las cosas hijo, si no quieres tener algo tan formal con él solo dilo, yo te apoyaré siempre y sé que tú madre también.

— Gracias papá, es solo que no sé cómo se lo tomará él… no quiero lastimarlo — excuso Keigo secando sus lágrimas — ¿Recuerdas que quería que me llevarás a un sitió?

Su padre asintió y Keigo le dijo la dirección a la que quería ir, su padre no quedó conforme con lo que dijo su hijo, sabía que algo estaba mal pero no quería seguir interrogando a su hijo .

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Keigo bajo del auto y caminó acercándose a un edificio, antes de entrar llamo a la persona con la que necesitaba hablar, ya estaba sobrio y ahora podía decir lo que sentía…

Hola Keigo — saludo Tomura .

— Estoy sobrio Tomura, ya puedo decirte lo que pienso — fue lo que dijo mientras secaba sus lágrimas — ¿Puedes salir? Estoy afuera de dónde vives …

¿Qué sucede Keigo? Te escucho triste … ¿Todo bien? — al escucharlo Tomura salió del apartamento de su amiga para tratar de salir con el otro.

— Quiero hablar contigo, necesito hablar de algo importante.

Shigaraki bajo lo más pronto posible y cuando estuvo afuera del edificio se acercó al rubio, estaba preocupado por lo que pudiera decirle .

— Keigo … ¿Qué necesitas? Me preocupas …

— Estoy sobrio ahora mismo — Keigo se acercó a él y lo abrazo sin aviso — Recuerdo algunas cosas que dije … dije que quería ser amado y tú dijiste que te hubieras enamorado de mi … enamórate de mí y yo también lo haré … se que suena estúpido pero dijiste que no estábamos atados a nadie y eso nos da libertad… quizás dentro de unos instantes yo ya no pueda estar libre y estaré atado a alguien con quién no quiero pasar más tiempo, solo quería decirte que podemos conocernos más… soy tan fácil de amar y se amar demasiado… también podría enamorarme de ti .

— ¿Por qué dices eso? Dijiste que ser amigos estaba bien …  Nos conocemos desde hace poco y me agradas pero no creo que podamos ser pareja …

— Podemos conocernos más … pero solo quería que tú vieras la oportunidad de que podríamos estar juntos … no me queda mucho tiempo libre y quiero ser feliz y se podemos serlo juntos si nos damos la oportunidad…

— ¿Qué quieres decir con eso?  — preguntó Tomura confuso de las palabras del otro .

— Toya va a obligarme a casarme con él y no puedo hacer nada para evitarlo … quería decirte que yo estoy dispuesto a decirte todo lo que dije cuando estábamos ebrios… se que es precipitado porque no nos conocemos pero me sentí a salvo contigo y fui tan feliz…

— Es complicado Keigo, solo fue sexo y yo no recuerdo que paso … solo dile que no y puedes darte una oportunidad con alguien más, te soy sincero y no quiero una relación ahora, eres increíble como amigo pero no podemos ser nada más que eso .— Tomura se había incomodado por las palabras del otro, pero no quería herirlo .

— Pero tuvimos citas … me dijiste cosas muy lindas así que yo pensé que podríamos llegar a ser algo …

— Eran salidas de amigos y yo era amable contigo, Keigo tu puedes ser feliz y puedes conseguir a alguien, yo quiero ser tu amigo .

— Está bien … lamento haber confundido las cosas … — Keigo sintió como aquellas pequeñas esperanzas desaparecían .

Se dio la vuelta y se alejó del otro mientras intentaba no sentirse idiota por haber confundido todo.

Ya no había otra opción, quizás no todos tenían la oportunidad de ser felices y él era parte de ese porcentaje, camino en dirección al auto de su padre, tenía que regresar con Toya y ahora no tenía opción más que decirle que aceptaba aquella propuesta.

¿Él o yo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora