Una fría mañana de diciembre, disparos atormentaron la ciudad de Sevilla, en cada rincón había caos, niños llorando debajo de sus camas, algunos hombres suplicando perdón y solo unos cuantos se armaban de valor para contraatacar, el 27 de diciembre del 2023 quedaría marcado en historia como el día de Sangre Derramada.
En algún lugar de los barrios bajos de Sevilla, dentro de una bodega clandestina, un grupo de personas armadas se encontraban cuidando la entrada, hombres y mujeres dispuestos a dar su vida por la victoria.
-¿Viste las noticias, Ramón?- Preguntó un joven coreano, mientras le mostraba el iPad con una nota. -Diego Person ha muerto.
-Lo sé, uno de los halcones de Hashed me avisó.- Habló Ramón Lezama. -Las noticias están tratando de encubrir la verdadera nota.- Apagó el aparato. -Lo mandaron a matar.- Suspiró. -Por eso la ciudad es un caos.
-¿De verdad? ¿Quién lo mandó a matar?
-Hashed apenas está investigando, no sé que pudo haber sucedido.- El celular del joven moreno sonó, viendo en la pantalla una videollamada, al aceptarla, esperó un par de segundos hasta que se conectó por completo, al otro lado, estaba un hombre delgado de ojos azules, con el cabello rubio alborotado y mojado, recién llegaba a su casa. -Hablando del rey de Roma... Parece que te atacaron con globos de agua.
-Pff, que gracioso.- Hashed respondió con sarcasmo. -Tengo noticias Ramón, noticias sobre Diego Person.
-Te escucho.- Tomó su laptop, realizando anotaciones, el silencio de Hashed hizo que Ramón volteara a ver a su acompañante. -Sera ¿Podrías ir con Katia? Me dijo que necesitaba ayuda para la revisión de mercancía.
-Oh, entiendo.- Salió sin reprochar.
-Ahora sí, habla.- Exigió al asegurarse de que estaba solo.
-Diego Person rompió el pacto, por eso lo mandaron a matar.
-¿Cuál pacto? ¿Meterse con la hija de algún oficial? ¿Orinar en la acera?
-Peor, mató a un oficial de policía, ese fue el pacto que rompió, el sheriff de Sevilla mandó a matarlo, justo ahora los grupos que estaban bajo el mando de Diego, incluyendo a sus socios, están siendo masacrados por la policía, algunos han intentado escapar, pero tienen rodeada la ciudad. Vienen tiempos muy oscuros para España.
-Esto es lo que pasa cuando dejas al mando a un mocoso de diecisiete años, ¿Algo más?
-A partir de hoy y de manera indefinida habrá toque de queda a las 10 de la noche, debemos ir con precaución, los bares deberán cerrar a las 8, la policía está tomando en serio la captura de halcones, repartidores y proxenetas que estaban trabajando para Diego, sin embargo, es un pretexto para que puedan ir por jefes inferiores, aunque no estén involucrados con Diego.
-Vaya...- Ramón dejó el teléfono en la mesa, suspirando al ver una nota en el periódico antiguo que adornaba el escritorio, en dónde se leía: "Ha caído Rogelio Lezama, líder de la mafia desde 1984". -Padre... Otra vez nos van a perseguir...
-¿Sigues ahí?
-Oh, perdón, creí haber colgado.- Tomó el celular de nuevo.
-¿Piensas tener ese puesto?
-Quizás... Si lo hago, ¿Vendrías conmigo?
-¡Por supuesto! ¡Eres el jefe de este grupo delictivo! Cualquier cosa que necesites, te seguiré.- Habló con optimismo.
-Tengo una idea, te veré en Nightwish Drink's a las ocho, ahí platicamos de la idea que tengo, ¿Ok?
-¿A las ocho? Pero el toque de queda...
-Dejámelo a mi, nos vemos a esa hora.- Cuelga.
Después de hacer unas llamadas, decidió arreglarse para ir a dónde había acordado con Hashed, al salir de su oficina, vio en la sala de estar a sus compañeros, fieles trabajadores que han estado con él desde los inicios en el bajo mundo, quienes han demostrado darle lealtad en todo momento:
Sofia Hiddest: Una joven rubia de grandes ojos verdes, con un largo cabello rubio con mechones oscuros, cada paso que daba portaba elegancia.
-Hola Ramón, ¿Vas a salir?
-Iré con Hashed a un bar.
-¿Qué? No puedes ir, hay toque de queda, ¿No lo sabes?
-Lo sé, pero no es como que me importe, ya pedí que me dejaran pasar.
-Sabes que el jefe es necio, no esperes mucho de él Sofi.- Habló Sera.
Sera Kumamoto: Un apuesto coreano de ojos sensualmente rasgados, con una mirada coqueta y unos aretes en las orejas, abrazó a Sofía por la espalda con una sonrisa.
-¿Vienen conmigo?
-No, estamos bien.- Sera declinó la oferta. -Estoy esperando a que Katia confirme la llegada de la mercancía.
-Y yo estoy muerta de sueño, así que me daré un relajante baño de burbujas, merezco consentirme.
-Está bien.- Tomó las llaves de su camioneta Range Rover Sport 2022 y emprendió su camino hacia el club nocturno, eran las siete y media de la noche, las luces de las calles parpadeaban débilmente, no había nadie, los locales ya estaban cerrados, Sevilla parecía estar paralizado y no era para menos, Diego Person no había sido el mejor jefe de la mafia, tenía solo 16 años cuando tomó el lugar de su tío, la codicia lo corrompió más de lo que ya estaba. Y eso le había cobrado factura.
Estacionó la camioneta en la calle frente al club, para haber toque de queda, estaba lleno de personas exigiendo por entrar, Ramón no dejaba de pensar en Diego, pero se vio obligado a volver en sí cuando escuchó que tocaban la ventana del copiloto, al asomarse, era Hashed, quien acababa de llegar, Ramón desactivó el seguro de la puerta, a lo que le indicó a Hashed que pasara, chocaron los puños y ambos vieron el caos en la entrada de Nightwish Drink's.
-Es raro, nunca venimos aquí, ¿hay alguna razón?
-Me lo recomendó Madame Cowell, pero no habíamos tenido la ocasión de salir por unos tragos, pero hay mucha gente, creí que era toque de queda.
-Lo dices como si tú estuvieras obedeciendo...- Ramón le sonrió.- ¿Bajamos? Quiero beber algo, tengo que protegerme, están cazando a los halcones.
-Vamos.- Al bajar de la camioneta vieron a un joven alto, rubio oscuro de ojos azules, discutía con la multitud.
-Ya les explicamos que no podemos atender a nadie debido al toque de queda.- Una dulce morena de baja estatura y cabello negro trataba de calmarlos.
-¡Pues déjanos entrar enana mugrosa!- Uno de los sujetos que quería entrar empujó a la chica, haciéndola retroceder. El rubio, que se había mantenido sereno ante la situación, tomó la mano del robusto hombre. -Osmar... No...- Susurró.
-Marina, ve por Ivana, rápido. Yo me encargo del gorila.
-¿Gorila?
Ramón estaba dispuesto a sacar su pistola, sin embargo, Osmar apretó la muñeca del oponente hasta romperle la muñeca.
-¡¿Qué está pasando aquí?!
La voz de una mujer hizo que todos guardaran silencio, Ramón una vez más sintió que el mundo se detenía al ver a esa misteriosa mujer.
-¿Ivana?- Dijo sin canalizar sus palabras.
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Y bueno, bienvenidos a mi nueva historia, en donde vamos a tener muchas nuevas aventuras, nuevos personajes y grandes enseñanzas.
Acompaña a Ramón Lezama y su grupo de mafiosos en Entre la Sombra de la Libertad
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Entre la Sombra de la Libertad ©
Teen FictionLa muerte del jefe que controla los grupos criminales más grandes de la ciudad de Sevilla abrió la convocatoria para que múltiples personas decidan tomar el puesto, empezando una caza que fragmenta a la distopica ciudad, entre ellos surge Ramón Leza...