Festival Sangriento (Lorian Fox y Keyla Ross)

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Ámbar estaba en sillón de la sala principal en la mansión de Los Fénix, Osmar les estuvo contando la historia de como salvó a la joven el día de la muerte de Derek, el cambio de imagen, las identificaciones y que ahora era una gerente regional en el norte de España.

También agregó que inicialmente le había ocultado la información a Ivana, pues no quería que el pasado hiciera que tuvieran roces.

Ramón entendió todo, no podía asegurar que confiaría en ella a la primera, pero podía hacer el intento, si Ivana ya la había perdonado, él podía llevarse bien con la joven, a fin de cuentas, ella no tenía la culpa de la cabeza tan retorcida que Derek poseía.

Aún así, para los demás Fénix que no conocían la historia de Ivana, era curioso que ella se ensañara tanto en odiar a los Cananseco y aún así llevar el mismo apellido, tenían curiosidad de saber los motivos que ella tenía para acabar con la familia y con el negocio de trata que tenían.

—¿Por qué odiará tanto a Derek? —Sera estaba en la cocina con Sofía, Katia, Allison y Zenac, comían un tazón de papas fritas. —Digo, el hombre ya está muerto, parece que quiere acabar con toda la familia. —Tomó un puño de papas y se las zampó.

—Pff, el hombre era despreciable. —Defendió Sofía. —Merecía estar muerto desde hace mucho tiempo.

—A lo mejor tuvo algo que ver con la hija. —Sugirió Zenac mientras masticaba. —Y el señor Cananseco no lo permitió, puede pasar.

Sofía miró a sus amigos con indignación, aunque parecía descabellado, a Ivana le gustaban las mujeres, tal vez no es tan raro pensar en eso después de todo.

—No creo...

—Por amor a Dios, Sof, no trates de defender a Ivana. —Katia se levantó de la mesa. —Además, creo que hasta donde sé, sus hijos son heteros.

Zenac empezó a toser, atragantado con lo que comida.

—¡Ja! —Rio con sarcasmo. —Charly no.

Los cuatro lo vieron sorprendidos, hasta ese día, el único que hablaba abiertamente sobre su sexualidad era Hashed, de ahí en fuera los demás no le daban importancia a eso, Zenac Sonrió algo avergonzado, no le gustaba hablar de su orientación.

Al ser un joven negro, que creció en un barrio pobre de Estados Unidos, no fue una bonita experiencia cuando reveló ser gay, pero eran una familia, tenía un sólido grupo de apoyo.

Avergonzado, recogió la charola de papas y las ocultó con los brazos, ellos mostraban compasión ante tal comportamiento, no era algo fácil de procesar cuando todas las demás veces que se mencionaba terminaba mal.

—Oye, tranquilo, no tienes de que avergonzarte. —Calmó Sera. —Mejor cuenta el chisme... ¿Cómo que con Charly? —Preguntó interesado, Zenac Sonrió, decidido a contarle la historia.

Pasaron los días, Ramón y Hashed estaban en la oficina central, tenían vigilando de cerca a Ámbar, no la dejaban estar a solas con algún miembro, siempre estaba acompañada por alguien del Escuadrón Beta, excepto Osmar, quién tenía la obligación de no dejar sola a Ivana.

—¿De verdad crees en ella? Osmar e Ivana nos la mantuvieran oculta, ellos no son de fiar.

Ramón observó al rubio, estaba de acuerdo en que estuvo mal que le ocultaran esa información, pero a la vez, entendía que querían alejar a la chica de ese mundo, también había sido una víctima.

—No lo sé. —Mordió su pulgar, atento al vaso con agua que estaba en la mesa, un leve movimiento hizo que el vaso generara una especie de ondas. —Hashed... —Las ventanas de todo el edificio crujieron.

Entre la Sombra de la Libertad ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora