5/02/2021
—¿Qué debo hacer ahora? —Preguntó un joven de cabello castaño, algo ondulado, llevaba una mochila de mezclilla, sorprendido por el tamaño de la oficina que tendría, era una habitación grande, con sillones de piel, un escritorio de cedro, y libreros con una cantidad incalculable de libros. —Esto es... Increíble. —Se tiró al sofá, tomando el control de la mesa de centro, encendiendo la televisión, casi tanto del tamaño de un cine. —¡Me volví jefe de la mafia!
Diego Person, fue el tercer jefe de la mafia que llegó después de la muerte de Rogelio, sucesor de Plácido Lincoln y Abraham Person, tan solo con quince años cumplidos hace unos días, logró lo que nadie había logrado, ser jefe de mafia a una edad muy joven, había tomado el lugar que Abraham (su padre) dejó tras ser asesinado hace cinco meses, a pesar de ser un hombre que solo se enriquecía los bolsillos Diego lo quería mucho, así que logró asesinar a varias personas, incluyendo a gente que tenían postulados para jefes.
El imperio Person todavía seguia de pie.
—¿Qué? ¿Cómo chingados es que un chamaco va a ser el nuevo líder de la mafia? —Ramón estaba indignado mientras leía un mensaje enviado por los sublíderes directos de Diego.
—¿Por qué lo escogieron a él? —Preguntó Hashed.
—¿Yo qué voy a saber? —Apagó el teléfono.
Ramón, al ser el hijo de un gran jefe de la mafia no podía aceptar seguir órdenes de alguien mucho menor que él, pero, no podía hacer nada, o lo podían matar sin dejar rastro, que difícil situación empezarían a vivir con esa terrible decisión.
—¡Nos quisieron quitar el cristal que llevábamos a distribuir! —Avisó Cooper a través de un radio mientras disparaba a los enemigos. —Es gente de Person. —Agarró a Katia, quien iba a ser lastimada por uno de los hombres, los disparos no paraban.
—¿Qué hacemos ahora Coop?
—Atacaremos. —Cargó una pistola y se la entregó a Katia, ambos seguían disparando, al igual que el bando contrario.
De pronto, todos los disparos cesaron, un auto lujoso llegó, había llegado Diego Person, sus pupilas estaban dilatadas y tenía grandes ojeras dando la apariencia de un mapache.
—¿Por qué no me han llevado el cristal? —Le preguntó a uno de los integrantes del equipo Person.
—Varios integrantes de los Fénix nos atacaron, estamos recuperando la mercancía.
Diego le disparó al hombre ante la sorpresa y repudio de Los Fénix.
—Incompetentes. —Hizo varios disparos al aire.
Cooper, Katia y los demás aprovecharon la distracción para salir corriendo con la droga, los gritos de los secuaces de Person eran horribles, no era un legado, no era un jefe, solo era un tirano drogadicto.
—Debemos hacer que Diego Person caiga. —Sugirió Hashed al recibir a la mercancía que habían protegido. —Van a venir por nosotros si no los detenemos.
—No, me niego a dejar que Diego gane... Acabar con la vida de las personas que se sacrifican por ti, es ser una persona miserable, tengo una idea, Hashed, Sera y Cooper iremos a ver a Fabrizio.
Tomaron la camioneta y viajaron hasta Écija, al llegar a la oficina, se encontraron a una joven recepcionista pecosa de cabello negro.
—Bienvenido, señor Lezama. —Sonrió ajustando un pasador de flor.
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Entre la Sombra de la Libertad ©
Novela JuvenilLa muerte del jefe que controla los grupos criminales más grandes de la ciudad de Sevilla abrió la convocatoria para que múltiples personas decidan tomar el puesto, empezando una caza que fragmenta a la distopica ciudad, entre ellos surge Ramón Leza...