Pasado

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Marina había llegado desde temprano a la bodega de los Fénix, solo se encontraban tres personas, Joaquín, un joven sueco de cabello negro con un mechón azul acompañado de Louie y Sofía, veían una película, cuando pasó cerca de la rubia, no pudo evitar sentir intimidación, y no era para menos, la primera vez que la conoció la chica le disparó, tenía razones para desconfiar.

—Oye Lou, ¿Te conté que Ivana y yo iremos a una misión muy importante a la ciudad de Córdoba?— Habló en voz alta para asegurar que Marina escuchara.

—Ni siquiera me hablas... ¿Por qué sabría eso?

—Porque todos los saben.— Contestó enojada con Louie, Marina dejó una maleta de llantas cerca de unas cajas.

—Disculpen, ¿Podrían decirle a Ivana que dejé esto aquí? Tengo que ir a mi sesión de fotos y me lo pidió.

—Claro pequeña.— Respondió Joaquín.

Sofía solo vio de reojo a Marina, haciéndola sentir más intimidada y ahora también insegura.

—¡Será la mejor semana de la vida! Una semana entera con Ivana, voy a ser muy feliz.— Bailó con emoción en su mismo asiento.

Marina salió rápido sin decirle una palabra, Sofía se sentía victoriosa, feliz de haberla hecho sentir mal.

Mientras eso ocurría, Ivana, Osmar, Ramón y Hashed iban llegando a la oficina de Fabrizio, quien estaba rodeado del incienso que ponía cada mañana.

—¡Ramón! ¡Osmar! Y ¡Aitana!— Se acercó para abrazarlos.

—Es Ivana...— Corrigió con franqueza.

—Cierto.— La sentó en una mesa de cristal mientras les servía café. —¿Qué los trae por aquí?

—Necesitamos que nos des más información acerca de Derek Cananseco.— Pidió Ramón.

Fabrizio se quedó un momento analizando la petición, después de esa breve pausa, sonrió, buscando en su computadora información acerca del magnate, no había gran información al respecto, solo lo tradicional, nombre, edad, hijos, esposa, nada más relevante, hasta que llegó a otra pestaña de búsqueda, encontrando perfiles de Derek en donde grababa a las chicas teniendo relaciones con hombres importantes del mundo.

—Es el principal distribuidor de chicas menores de edad y de pornografía, aquí dice que tiene contacto en el bajo mundo de España, México, Estados Unidos y Francia, aunque su fortuna se debe a sus grandes habilidades con los negocios y bienes raíces, su trabajo es secuestrar mujeres jóvenes.

Ivana se levantó sosteniendo la taza de café con manos temblorosas, había olvidado lo temible que puede llegar a ser Derek gracias a sus trabajadores, recuerdos que ya quisiera eliminar de por vida, pero es algo que la va a seguir atormentando hasta el último día.

—Debemos encontrar su punto débil, ¿Cuál será?

—Sus hijos, en especial Ámbar.— Habló Osmar. —El día que asesiné a Andrew, Derek se quedó frío, ni siquiera pudo moverse, hasta que recordó que tenía que proteger a Ámbar, quién fue la más diplomática en la situación, si logramos obtener información para poder atacar a sus hijos restantes, bajará la guardia y será más fácil matarlo, sin Derek en el juego y con tratantes de escalas menores, lograremos reducir el negocio, y si bien nos va, lograremos desmantelar todo.

—Es una buena idea.— Aceptó Ivana. —Pero Derek no creo que tenga la guardia baja tras lo sucedido con Andrew, lo más seguro es que tenga a toda su familia con guardaespaldas hasta para ir al baño... Debemos encontrar a Ámbar sola y así poder acercarnos a Derek.

Entre la Sombra de la Libertad ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora