—Oye Ramón, podrías repetirme, ¿Por qué debemos ir a Suecia? —Preguntó Ivana a las dos de la mañana en el aeropuerto internacional de Madrid, revisó varias veces el reloj del aeropuerto, esperando que dieran las tres para tomar el vuelo a Suecia.
—Necesito algunas respuestas con respecto a la muerte de mi padre.
—¿Y vamos nosotros por qué...?
—Me da miedo ir solo. —Bebió un poco de café mientras esperaban el anuncio, Ivana se recostó en el hombro de Osmar y veían la televisión de la sala de espera, los minutos tardaban casi siglos en pasar, pero no tenía caso estar recriminando la hora.
—¿Por qué no va Hashed con nosotros, Jefe? —Preguntó Louie jugando con un vaso desechable vacío. —Es el más cercano a usted, me sorprende que no le haya dicho.
—El Escuadrón de Hashed apenas llegará mañana. —Explicó. —Y no tengo tiempo que perder, se trata de mi familia Louie, así que sí no quieres ir, lárgate.
—Oye, tampoco le hables así al niño. —Regañó Ivana. —Te estamos acompañando porque somos amigos, aunque... —Bostezó. —¿No había horarios más en el día?
—No, créeme que busqué. —Hubo un momento de silencio, en dónde anunciaron el vuelo que les correspondía, empezó el abordaje.
Cinco horas más tarde, llegaron a la ciudad de Kiruna, en dónde un taxi los estaba esperando, subieron las maletas s la cajuela, emprendiendo el viaje para reunirse con la familia de Ramón.
Llegaron al rededor de quince minutos después, era una casa grande de ladrillos amarillos, con un techo blanco y cinco ventanas cubiertas por cortinas de colores.
—¡Ramón! —Salió corriendo una joven de cabello teñido color chocolate, eran Rita Lezama, la única hermana de Ramón. —¡Te extrañé mucho! —Abrazó con fuerza. —Hace tiempo que no te veía.
—Un gusto verte de nuevo Riri. —Bajó las maletas y le pagó al taxista. —Te presento a Ivana Cananseco, Osmar Sanders Louie Arca y Cooper Van Hough, mis grandes amigos.
—¿Van Hough? —Miró al castaño. —Eres hijo de...
—Así es, soy el ahijado del señor Rogelio Lezama.
—Es un gusto conocerlo... —Le dió la mano admirando al ex policía. —P-pero, pasen, mi mamá está cocinando, está preparando una deliciosa cena de mariscos, oh, eso me recuerda, ¿Alguno es alérgico a los mariscos? —Todos lo negaron. —¡Perfecto! —Entraron a la casa, era más cálido ahí dentro, con un rico olor a manzana con canela, los sillones de madera tenían un gato blanco descansando. —¡Oh, Mills! ¡Bájate de ahí gato dormilón! —Lo cargó llevándolo en brazos hasta la comida.
—¡Hijo mío! —Angelique dejó de cocinar, abrazando a Ramón, era más alto que ella, era como Rita, solo que con muchos años más de vida. —Me haz hecho tanta falta...
—Te extrañé también madre. —Le dió otro abrazo, presentándole a los demás Fénix. —¿Dónde está Rucian y Renato?
—Rucian está con su suegro recogiendo uvas para hacer vino, va a tener un bebé con Osiris, le falta un mes para que dé a luz. —Dijo emocionada. —Y Renato apenas se fue a la escuela.
—Osiris es una linda chica para mi hermano, tiene suerte de que haya aceptado casarse con él... Me hubiera gustado ir a la boda. —Se sentaron en una mesa de la cocina, era un juego de madera con cojines tejidos a mano, ayudó a su madre a servir el desayuno.
—Eso me recuerda, ¿Y tú para cuando? —Rita vio con picardía a Ivana.
—Y-yo... Tengo una relación con una chica. —Respondió agarrando un camarón para pelarlo.
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Entre la Sombra de la Libertad ©
Teen FictionLa muerte del jefe que controla los grupos criminales más grandes de la ciudad de Sevilla abrió la convocatoria para que múltiples personas decidan tomar el puesto, empezando una caza que fragmenta a la distopica ciudad, entre ellos surge Ramón Leza...