-¿De verdad podemos confiar en él? Realmente no puedo confiar en una persona que confunde Ivana con Joana, mi nombre no tiene comparación, ¡No se parecen en nada!- Se quejó al llegar a la bodega.
-Ambos terminan en Ana.- Dijo Ramón entre burlas, llevándose una mirada graciosa por parte de la pelirroja.
Al entrar a la bodega, Katie estaba en un sofá de terciopelo oscuro mientras veía una película con Sera y otro chico de cabello castaño que cubría sus orejas, ojos como la miel que con el más mínimo rayo de luz daba la forma de un sol, sonrió cuando los vio.
-Que bueno que llegas Ramón, estábamos pensando en... Pedir... Una pizza....- Acomodó su flequillo mal cortado que le tapaba la frente, ya no eran los 2000's, así que la época de los emo ya había terminado. -Un gusto conocerlos soy Louie Arca.- Extendió su mano, pero la única persona que le devolvió el gesto fue Osmar.
-Que maleducada es.- Le susurró Katie a Sera al tiempo que tomaba un puño de palomitas.
-Sin duda.- Respondió el coreano tomando un sorbo de su soda.
-Soy Osmar Sanders, mucho gusto.- Vio que Ivana no devolvía el saludo, así que le dio un leve codazo en su brazo para que llamara su atención, esa actitud era nueva para él, Ivana era muy educada, incluso con personas que no le caían bien, así que verla ida mirando al chico se le hacía una reacción diferente a las que estaba acostumbrado a ver. -Ella es...
-S-soy Ivana.- Hizo una pausa para decir su apellido, pero se retractó. -Solo Ivana. - Tomó de la mano a Osmar, sin dejar de mirar a Louie.
- ¿Pasa algo? ¿Tengo algo en la cara?
- No, lo siento, Osmar, tenemos que ir por Marina. - Cambió de tema. - Ramón me tengo que ir, mañana será la pasarela de Marina, así que me gustaría que tú y tu equipo fueran a verla, sobre todo para darle ánimos, cualquier cosa estamos en contacto. - Fueron a la salida, al estar fuera, Osmar estuvo a Ivana.
-¿Qué sucedió ahí?
-Me recordó a alguien, te cuento en el camino.
De regreso en la bodega, Ramón entró a su oficina, viendo que Hashed estaba sentado fumando un cigarrillo.
-¿Qué haces aquí?
-Oh, Ramón. - Le ofreció un cigarro de su cajetilla, pero si amigo lo rechazó. -No te oí llegar, ¿Cómo les fue con Fabrizio?
-Nos ayudará, pero me advirtió que es peligroso, aún así, quiero hacerlo, por la memoria de mi padre. - Bajó la mirada, pero vio que en su escritorio había una caja de regalo. -¿Qué es esto?
-Cierto, la mandaron a paquetería y me llamaron para que fuera a recogerla, es un regalo de tu mamá al parecer, no lo he abierto.
Ambos abrieron la caja, encontrándose con una fotografía enmarcada, era un hombre delgado, de cabello largo y negro, era el padre de Ramón, pero no parecía una foto de él cuando murió, se veía mas viejo, tampoco parecía una imagen editada, aún así, Ramón la observó por unos segundos, Hashed también mostraba interés en la imagen.
-Ese no es tu padre, ¿O sí?
- No lo sé... Dudo mucho que mi mamá me haya mandado esto. - Buscó dentro de la caja si no aparecía algo más, pero solo estaba el retrato.
-¿No te lo habrá mandado alguno de tus hermanos?
-Lo dudo, Rucian, Rita y Renato me hubieran dicho que me habían mandado algo para darles la dirección, no es la primera vez que alguno de ellos me envía un paquete, tengo que investigar quien lo hizo. - Salió de su oficina y vio a Louie llegando con la pizza. - Louie, necesito que llames a La paquetería del Sur y preguntes por la persona que envió el paquete 7891 2406 3270.
-Pero, van a dar las cinco, la paquetería cerró a las cuatro.
-Hazlo.- Ordenó con voz autoritaria.
-Como ordene.- Agarró unas rebanadas de pizza y empezó a hacer llamadas.
Ramón había vivido toda su existencia dentro de la mafia, desde el día en que nació tuvo que ver armas, ver a su padre llegar con manchas de sangre, oír balazos en cada salida que tenía, tuvo que vivir encerrado sus primeros años, hasta que tuvo diez años, solo recuerda estar en una funeraria, rodeado de flores blancas, coronas con mensajes de aliento y dedicatorias, en el centro un ataúd de madera con una fotografía grande de un señor, no se veía muy viejo, desde ese momento, Ramón tuvo que tomar las riendas de la familia, al ser el mayor de los cuatro, ahora era el "hombre de la casa", tenía que ver por su madre, su hermano Rucian de ocho, Rita de seis y Renato de cuatro, no podía darse el lujo de abandonar a su familia, así que empezó a esforzarse el doble estudiando y trabajando con su familia, aunque no quería involucrarse, debía hacerlo, ese era el estilo de vida que le tocó llevar, los que estaban al mando de su padre lo acobijaron con hermandad, le debían la vida que llevaban y querían devolver un poco de lo que él hizo por ellos protegiendo al primogénito.
Al cumplir los 12 años, Ramón entró a una secundaria privada a las afueras de Sevilla, en donde conocería a Ivana, quién se volvió su mejor amiga en cuestión de días, esto hasta el día de su desaparición, Ramón, siendo un niño todavía, movilizó algunas tropas para buscarla, pero era demasiado tarde, no pudo organizarlas a tiempo y se fueron sin dejar rastro, sintiéndose culpable, dejó de frecuentar a los amigos de su padre, dedicándose únicamente a la escuela y a proteger a su familia con lo que sabía.
Al cumplir 18 años, cinco años después del secuestro de su amiga, recibió la noticia de que cuatro de los seis trabajadores más importantes de su padre habían sido asesinados, y dos años después, mataron a los dos que quedaban, tenía miedo de ser el que seguía, así que le dijo a su madre que dejaran el país, ella accedió sabiendo que era peligroso seguir ahí, por lo que con sus hijos se fue a Suecia, pero Ramón se quedó, acomodó la casa donde toda su vida había estado, mientras que remodelaba todo el exterior, poniéndole cuartos que rodearan la casa, dando la apariencia de una bodega vieja, se sentía solo, esa noche tomó su motocicleta y fue a un bar cerca de la capital, en dónde conoció a un rubio con delgadez extrema, sus ojos azules desahuciados lo observaron, dándole una gentil sonrisa, Ramón devolvió el gesto, por primera vez en mucho tiempo, se sentían acompañados.
—Lo siento, no tengo mucho dinero.
—No voy a pedir dinero... Sólo quiero un lugar donde morir.
—Levántate.— Lo ayudó. — ¿Cómo te llamas?
—Hashed Karev, soy de Madrid.
—Mucho gusto, soy Ramón Lezama, vamos, te llevaré a mi casa.— Le quitó el cigarro que tenía en la mano y lo arrojó para apagarlo. —Te ayudaré salir de esto.
—Gracias...
Y así fue el inicio de la amistad de Hashed y Ramón.
Continuará....
HOLA
Debo decir que estoy muy emocionada, al momento de publicar este capítulo seré oficialmente Licenciada e Pedagogía!!! Gracias por el apoyo brindado en todo momento ✨
Y a continuación, les dejaré la ficha de personaje del día:
Nombre: Hashed Karev
Edad: 26
Orientación sexual: Homosexual
Cumpleaños: 22 de octubre
Signo Zodiacal: Libra
Comida favorita: Hamburguesas
Bebida Favorita: Soda italiana
Ciudad: Madrid, España
Hobbies: Videojuegos y gotcha
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Entre la Sombra de la Libertad ©
Teen FictionLa muerte del jefe que controla los grupos criminales más grandes de la ciudad de Sevilla abrió la convocatoria para que múltiples personas decidan tomar el puesto, empezando una caza que fragmenta a la distopica ciudad, entre ellos surge Ramón Leza...