La muerte del jefe que controla los grupos criminales más grandes de la ciudad de Sevilla abrió la convocatoria para que múltiples personas decidan tomar el puesto, empezando una caza que fragmenta a la distopica ciudad, entre ellos surge Ramón Leza...
Tras el ataque ocurrido en Écija, Ramón y los Fénix decidieron irse a una mansión que Rogelio les habilitó para que pudieran estar ahí, mientras que Fabrizio vivía en un departamento que Susanne Cowell tenía a las afueras de la ciudad, iba a ser difícil continuar si tenían que recordar la sangre derramaba por los vecinos del lugar, era un escenario peor que el de cualquier guerra.
El líder de la mafia llegó desde temprano buscando a Ivana, hacía unos días atrás que había comprado unos boletos para ir a Manhattan, y el día había llegado.
—¿Cómo que no estás lista aún? —Entró a la habitación de la pelirroja sin consentimiento, lanzándole un cojín que estaba en el suelo.
Ivana se sentó en la cama, mirándolo con enojo, odiaba que la despertaran, bufó volviéndose a acostar, Osmar también se sentó a su lado, tratando de hacer que despertara.
—Tenemos un viaje que hacer.
Y de nuevo los bufidos de la chica, molesta de escucharlos.
—No iré a ningún lado.
Ramón volvió a agarrar la almohada que antes le había lanzado, para volverla a aventar, en esta ocasión, Ivana ya no pudo refugiarse, mostró la cara, teniendo rastros de lágrimas debajo de los ojos.
—Oye, ¿Qué pasa?
Ella se acurrucó junto a Osmar, limpiando las lágrimas que empezaron a caer.
—No me siento cómoda de ir a un viaje para... —Guardó silencio esperando que Marina no estuviera escuchándola. —... Para la sorpresa que le tengo planeada mientras aquí hay un caos... Me hace sentir... Egoísta.
Osmar le dio un abrazo, aunque no eran de tanto contacto físico, sabían que podían confiar entre ellos para cuidarse.
El joven líder también había tenido pesadillas con esas explosiones y desde el atentado contra el albergue no podía conciliar el sueño, entendía como se sentía y quería ayudarla.
—Escucha. —Se sentó en el piso, tocándole la rodilla, mostrándole compasión ante la situación. —Fue horrible lo que sucedió... Pero, quedarse aquí no nos traerá de vuelta a ninguno de los fallecidos. —Suspiró recordando la muerte de Keyla y Lorian a causa del ataque. —Planeaste esto con tiempo... —Mostró los boletos, dándole una sonrisa.
A regañadientes, logró levantarse, empacando un par de prendas que llevaría al breve viaje.
Llegaron al aeropuerto para tomar el avión a Manhattan.
Mientras tanto, en una torre de comunicación en el oeste de Sevilla, una mujer de cabello negro llevaba un conjunto de armas de uso militar, además de explosivos envueltos cuidadosamente.
Entró a una habitación iluminada, con una larga mesa metálica, sillas acolchonadas y una pantalla encendida vinculada a las cámaras de Écija.
—El ataque de hace dos días fue exitoso, señor Udo, he traído más armento útil en los próximos ataques.
—¿Cuántas perdidas?
La mujer revisó en el computador las cifras.
—Trece muertos y más de veinte casas dañadas, el condominio más rico de Écija no es más que... Cenizas.
El hombre sonrió, activando una alarma.
En cuestión de segundos, la habitación se llenó de varios grupos de hombres, todos con armas largas y con un uniforme totalmente negro, preparados para cualquier orden que diera el hombre.
SAE, era un grupo de asesinos por diversión que había surgido en 2017, parte de esos miembros se la pasaban persiguiendo a cualquier persona, desde niños hasta ancianos y animales, en 2020, durante la pandemia, habían desaparecido, pues se creía que el líder de SAE, Marcus Udo, había muerto a causa del virus.
Cuatro años más tarde, habían resurgido, el único hijo de Marcus, Magnus Udo, había tomado el mando, ahora con treinta años lograba manejar las tropas que su padre dejó.
—Mi padre me dejó instrucciones muy claras para deshacerme del hombre que nos traicionó en 2018...
Entre las tropas se encontraba un joven de veinticuatro años, que temblaba de miedo, era un recluta novato que tenían el mismo enemigo en común con SAE.
—¿Cuál es el próximo movimiento, señor Magnus? —Le preguntó miedoso.
—Vamos a robarle el puesto a Ramón Lezama y la mafia pasará a nuestro mando, ¿Entendido?
—¡Si señor!
Tras un largo viaje, Ramón, Ivana y Osmar habían llegado a Manhattan, del aeropuerto fueron rápido a una tienda departamental en donde vendían ropa de marca, al entrar, vieron a una joven pelirroja de ojos verdes y pecosa de las mejillas, Ivana se quedó impresionada al verla.
—¡Hola! Bienvenidos a Emporium Haven. —Saludó con voz enérgica. —Me llamo Lexie, soy integrante del departamento de diseño de interiores, ¿Buscan algo en particular?
—Anillos de compromiso. —Respondió Ivana.
La pecosa pelirroja sonrió emocionada, tomó su radio, llamándole a alguien del área de joyería.
—¡Pasen por aquí! —Los guió a dónde estaban los anillos. —Los dejo con mi compañera. —Se fue.
Osmar y Ramón vieron a Ivana y después vieron de nuevo a la empleada enérgica, había un cierto parecido en ambas, la diferencia era que una tenía pecas y la otra no.
Estaban revisando anillos cuando en la televisión que estaba en la tienda cambio a una noticia de última hora.
"—... y en noticias internacionales, hace una hora estallaron cinco bombas en el metro de Sevilla, hasta ahora no se sabe con exactitud el número de víctimas, todavía no se descarta que fuera un ataque terrorista. Seguiremos informando en el transcurso de la tarde."
Ivana seguía mirando la televisión aunque la nota ya había pasado, aturdida de ver las explosiones en la pantalla, se sorprendía al ver a las personas tranquilas, sin saber lo que estaba pasando más allá del país.
—Señorita. —Insistió la mujer. —¿Qué anillo le muestro? —Llevaba un rato hablando con ella, pero no le prestaba atención por ver la noticia.
—Emh... —Sacudió la cabeza. —Los que tengan joyas más grandes, de oro y diamantes. —Sacó un fajo de dólares.
La empleada sonrió y mostró todo lo que tenían de la colección exclusiva.
De vuelta en España, Hashed daba vueltas por toda la oficina temporal.
—Tengo que decirle a alguien... O voy a enloquecer... Ramón está en peligro... Y yo también... —Siguió dando vueltas mientras veía las noticias sobre el nuevo atentado.
Es todo por ahora, nos leemos la próxima.
A continuación, la ficha de personaje del día:
Nombre: Héctor Díaz Edad: 26 Orientación sexual: Asexual Cumpleaños: 25 de noviembre SignoZodiacal: Sagitario Comidafavorita: Flautas BebidaFavorita: Mezcal Ciudad: Monterrey, México Hobbies: Jugar fútbol
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