POV RAMÓN:
No puedo creerlo... Quince años lamentando no poder recordar más la voz de mi padre, ver a mi madre llorando por años, esto es horrible, ¿Dónde estuvo todos estos años? ¿Habrá engañado a mamá? ¿Cómo debo reaccionar? No sé resolvieron mis respuestas, solo tengo más preguntas que quiero hacerle, pero cada vez que quiero preguntarle, me quedo callado, no creí que sería tan difícil, ¿Es una clase de broma? Debo estar soñando o teniendo una pesadilla, a estás alturas, ¿Qué es mejor? ¿La pesadilla o el sueño? ¡No sé que decirle! Es mi papá...
Mi papá está vivo... Está vivo...
—Sé que tienes muchas preguntas por hacer, hijo, y estoy dispuesto a responder cada una de ellas.
¿Qué debo preguntarle ahora? Me está costando hablar con mi propio padre, hace unos días creí que él estaba vivo y creí que lo tomaría de una mejor manera, pero no, no es tan sencillo, él es mi padre, y está vivo, debo estar feliz, estar alegre... Pero no sé... Solo lo estoy viendo ahí parado... Parece tan irreal.
—Yo...
Y de nuevo, las palabras no salieron de mi boca, no es tan fácil asimilarlo, mi cerebro está inflamado de tanto pensar o quizás sea por el golpe que alguno de ellos me dió para traerme hasta aquí, había maneras menos agresivas, después de todo... Soy el hijo de su... Jefe.
—¿Cómo ha estado Angelique? ¿Volvió a casarse?
Pregunta más estúpida...
—No, claro que no. —Negué indignado, para mí madre él había sido el amor de su vida y por eso jamás se quiso casar de nuevo, él debería saberlo si tanto nos tienen vigilados.
—Ya lo sé, es una buena manera de romper el hielo a mi parecer. —Contestó, bueno, eso quiere decir que si nos investigó muy a fondo. —Supe que te trajiste a tu hermano Renato al grupo de Los Fénix y dejaste a Cooper Van Hough con tu hermana.
Dios mío, él sabe más de lo que podría imaginar.
—Sí... —Respondí sin entender lo que había sucedido, tiene demasiada información sobre nosotros, parece tan aterrador.
—No puedo creer que hayas acabado con la vida de tantos tratantes.
—Yo no lo hice, lo hizo mi equipo.
—¿Y quién dió la orden?
Tiene razón, pero eso no quita que mi equipo fue quien hizo todo el trabajo pesado, ellos son parte de mi, incluso un poco más que mi familia, he pasado los últimos seis años de mi vida con ellos sin parar... ¿Qué estarán haciendo? Todavía no saben que encontré a mi padre o quizás estén descansando, pensando en que estoy a salvo en alguna taberna... Mmm, no, conozco a mi equipo, deben estar moviendo cielo, mar y tierra con tal de encontrarme, sé que llevo más de doce horas desaparecido, ellos ya están movilizándose, los conozco bien.
—No puedo creer que sigas con vida, pero... ¿Por qué me secuestraron de esta manera tan inhumana?
—Quise hablar contigo en la cafetería, te mandé una foto mía y no hubo la reacción que quería, solo lo dejaste de lado con un viaje a casa de Angelique.
—¿Cómo sabes tanto? —Cuestioné perdiendo la cordura, este hombre sabe más de mi vida que yo mismo.
Rogelio encogió los hombros con inocencia, es un señor de sesenta años, no va a lograr hacer que sienta ternura y compasión por él.
—Desde que fingí mi muerte, estuve detrás de ustedes, sé que la familia vive en Kiruna, que tu hermano Lucian está casado y será padre, Rita estudia y está saliendo con Van Hough Jr, además hace unos meses atrás reclutaste a Ivana Cananseco, una joven que fue robada a los trece años y vendida como prostituta a manos de la familia Cananseco, además de haber sido amiga tuya, ¿Continúo?
—Me ha quedado claro... —Respondí abrumado, la cabeza me duele demasiado, siento que me falta el aire.
Me levanté de la mesa con un fuerte mareo, creo que es por la contusión del golpe que me dieron como si fuera una piñata, joder, la cabeza retumba...
De nuevo, todo se vuelve oscuridad...
.
.
.
Abrí los ojos con lentitud, estaba en una cama cómoda, ¿Hace cuánto no descansaba tan bien?—¡Estás bien! —Fui recibido por múltiples abrazos, al ajustar mi vista, me di cuenta que Hashed, Sofía, Katia, Sera e Ivana estaban encima de mí, asfixiándome.
—E-estoy... En... C-cama... —Dije casi sin aire, al fin se quitaron encima de mí, los ví, con una mirada de alivio y tranquilidad. —Se ven felices.
—¿Felices? —Ivana me lanzó el cojín del sofá que estaba dentro de la habitación del hospital. —¡No seas naco! ¡Nos preocupaste imbécil!
Creo que está un poquito enojada.
—Lo siento... Ni siquiera... Sé... —Me levanté de golpe, olvidando por completo que hasta hace un tiempo atrás estaba viendo a mi padre... ¿Y mi padre? —Estoy... Yo... Emh... ¿Cómo llegué aquí?
—Según tengo entendido, te encontraron unos señores saliendo del gimnasio Park, dicen que te robaron, no encontraron tu celular ni billetera, fue un robo algo grave. —Explicó Hashed.
No fue un robo... Fue mi padre y sus secuaces... Porque el sigue vivo, ¿No? Esas fotos no fueron imaginación mía... Mi subconsciente no me engaña, ¿Cierto? ¿Qué debo hacer ahora? ¿Todo fue real?
—Ramón, ¿Te encuentras bien?— Preguntó Ivana con preocupación. —Te ves muy pálido, ¿Quieres que le hable a alguien para que cheque tus signos vitales?
—No... No... —Quise levantarme, pero de nuevo me balanceé, Sera, Hashed y Osmar, quien hasta este punto seguía al filo de la puerta, lograron detenerme.
—Iré por un médico. —Katia fue al corredor del hospital.
No estoy bien... No estoy bien... ¿Cuántas veces he dicho que no en estos últimos días?
—Les pediré que se retiren. —Indicó la doctora.
—¡No! —Grité desesperado. —¡Ellos deben quedarse! ¡Van a venir a matarme! —Mis amigos voltearon, preocupados por mí, ellos son mi familia. —¡Mi padre está vivo! —Ya no pude seguir guardando el secreto.
Ivana estaba en shock, Osmar no podía creer lo que había dicho, Sofía estaba inmóvil, Katia parecía estar muda, Sera tenía la boca abierta y Hashed no tenía ninguna expresión, como si no le sorprendiera.
—¿De qué hablas...? —Habló Hashed.
Es todo por el momento, que tengan lindo día, nos leemos la próxima:
A continuación, la ficha de personaje:
Nombre:Max Heinsol
Edad:50
Orientación sexual: Demisexual
Cumpleaños:2 de mayo
Signo Zodiacal: Tauro
Comida favorita: Mariscos
Bebida Favorita: Ron
Ciudad: Phoenix, Arizona
Hobbies:Ir al gimnasio
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Entre la Sombra de la Libertad ©
Ficção AdolescenteLa muerte del jefe que controla los grupos criminales más grandes de la ciudad de Sevilla abrió la convocatoria para que múltiples personas decidan tomar el puesto, empezando una caza que fragmenta a la distopica ciudad, entre ellos surge Ramón Leza...