Capítulo 16

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Una vez más me sentí temblando cuando lo sentí entrar al salón. Me aferré a Kathe quien estaba hablando con Luke antes de que la sujetara del brazo involuntariamente. Ella mira al frente y entiende rápidamente el porqué de mi pánico.

-Loren... ¿no quieres cambiar de lugar con Luke? -preguntó suavemente-. Tal vez así te sientas mejor.

-Sí, Loren. Por mí no hay problema -mencionó Luke con una sonrisa comprensiva.

Escuchaba sus pasos acercarse hasta donde yo estaba, pues su lugar es a un lado. Asentí casi frenética y me levanté temblorosa, pasé tras Kathe sin levantar la mirada, Luke me deja su lugar junto a Mark quien apoya su mano en mi hombro por unos segundos.

-Hey, no te va a pasar nada, créeme -asentí pero no es como me sentía en verdad-. Quizás debas... volver a usar el collar si te hace sentir más segura.

Miré hacia Kathe y Luke, ellos se veían sonriendo y felices entre ambos... No quería volver a arruinarles eso, así que negué con la cabeza.

-No, está bien. Podré soportarlo -inhalé y exhalé profundo-. Pero... ¿tú no puedes ponerme ese brazalete? Digo, para evitar que él se me acerque.

-Lo siento, pero no puedo. Hay más razones pero la principal es porque no tengo esa clase de poder, solo Rhys y pocos más pueden hacerlo.

Resoplé resignada pero asentí aceptando mi realidad. Intenté prestar atención a la clase que pocos minutos después había dado inicio, realmente me sentía mejor si no estaba al lado de Rhys, pero aún así... su presencia es muy fuerte y cuando me mira incluso puedo sentirlo... porque empiezo a temblar sin control que hasta el lápiz se me cae al no poder sostenerlo.

-Loren... -Kathe me mira preocupada.

-T..Tengo que ir al baño.

Me levanté y salí ignorando las llamadas de la profesora. Corrí al baño y me encerré en un cubículo, mi corazón iba a explotar en mi pecho, las lágrimas se acumulaban en mis ojos cada vez que recreaba esa escena en mi cabeza.
Nunca debí creer que podría estar a salvo para siempre y que estaría bien amenazarlo. Menos cuando ni siquiera tenía razones concretas para hacerlo, después de todo... nos estábamos llevando bien. Pero ver esas fotos me hizo enfadar y actué sin pensar en las consecuencias.

-Soy una tonta... -sollocé limpiando mis lágrimas en vano, pues salían más.

Me encerré en el baño por bastante tiempo hasta que había conseguido detener el llanto. Salí del cubículo y me limpié el rostro, sentía el ambiente pesado pero creí que solo era por como me sentía ahora. Acaricié mis ojos y me sequé el rostro, pero una sensación extraña me hizo querer darme vuelta y lo hice... No había nadie. Volví la mirada al frente pegué un grito al ver un rostro horrible saliendo del espejo.

Saltó sobre mí antes de que pudiera salir corriendo, me tomó por el rostro cubriendo mi boca totalmente y sonrió. Le di un golpe en la cabeza que lo hizo soltarme, caí al suelo y enseguida intenté levantarme, pero sujetó mi tobillo tirándome al suelo y colocándose sobre mí. Me cubrí con mis brazos hasta que de repente se había alejado.

-¿E..Eh?

Miré arriba y el demonio estaba levitando y agonizando. Su cuerpo parecía a punto de estallar pero no lo hacía, en cambio lo que parecía ser una gran espada lo atraviesa por el pecho y este termina desintegrándose completamente, dejando ver a Rhys con la espada en mano. La hizo desaparecer y volver a tomar la forma del anillo, metió las manos en sus bolsillos del pantalón y se me quedó mirando con frivolidad. No dijo nada, se dio la vuelta y se fue sin más.

Tragué con dificultad mientras procesaba lo que estaba ocurriendo. Me levanté temblorosa y miré el espejo, no me animaba a acercarme de nuevo a este, pareciera que iba a salir otro demonio. Salí casi corriendo del baño y volví al salón, Rhys ya no estaba allí, no había regresado. Pasé a sentarme luego de explicarle a la maestra que salí corriendo por sentirme muy mal.

-Loren, ¿qué pasó? -preguntó Kathe.

-N..Nada, solo me sentía mal -respondí.

-¿Segura? -asentí. Ella duda pero prefiere no presionarme.

-¿Realmente no ha pasado nada? -pregunta Mark-. Rhys estaba dormido y de la nada salió del salón, no puedo encontrar otra explicación más que tú.

Me quedé en silencio. Negué con la cabeza haciendo saber que no quería hablar de eso y me concentré en las anotaciones del pizarrón. Traté de borrar esa escena del baño de mu cabeza todo lo que fuera posible, ya no quería distraerme más de la clase.
Aunque rogaba que todo este día finalmente terminara, quería estar a salvo en casa, quería estar dormida y ver a mi mamá... me siento tan sola en este momento, tan sola y aterrada.

Recordé algo en común que tenían el brazalete de Rhys y el collar de mi madre... ambos ocultaban mi poder, entonces los demonios no podían perseguirme para conseguirlo. Sin ambas defensas... ahora estoy vulnerable, eso explicaría el ataque de aquel demonio en el baño. Percibió mi poder y lo quiso para él... Eso no hace que me tranquilice para nada.

THE ANGEL and THE DEMONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora