Capítulo 2

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Es pacífico... Estar sentada sobre la copa de un árbol y mirando el horizonte mientras el fresco viendo golpeaba mi rostro y hacía volar mi cabello. No me preocupaba ni como había subido hasta aquí, ni como le haría para bajar, pero lo que sí... es que sentía un gran peso en mi espalda. Quería saber lo que era pero antes de girar mi cabeza mis ojos fueron cegados por una gran esfera de luz tan brillante y cálida.
Aquella luz se detiene frente a mí, apenas podía verlo bien sin cubrirme los ojos.

-Loren...

Escuché un susurro. Provenía de esa esfera.

-Loren.

Ahí estaba otra vez.
La esfera se aleja rápidamente hasta estrellarse contra el suelo no muy lejos de aquí, decidí levantarme del árbol y en un instante estaba donde aquella esfera había aterrizado, pero ahora... abrí los ojos de par en par al ver a una mujer brillando como si de un ser divino se tratara. La mujer es más hermosa que cualquiera en la tierra, su aura cálida y bondadosa me hacía sentir tranquilidad en mi interior, en mi corazón. Pero lo más cautivante de aquella mujer son aquellos tres pares de alas enormes, blancas con destellos dorados tras su espalda, se veían suaves.

-Loren, acércate -la escuché decir.

Su voz tan pacífica me hizo hacerle caso sin siquiera darme cuenta. Me acerqué a ella y apoyé mi mano sobre la suya tendida hacia mí, más calidez es lo que sentí.

-¿Quién... eres? -cuestioné finalmente.

-Quizás sea difícil de entender, después de todo tuve que separarme de ti apenas nacieras para mantenerlos a salvo... -su mano acaricia mi mejilla y aparta mechones de cabello hasta tras de mi oreja-. Loren... mi amada hija, has crecido tanto y te has vuelto cada vez más hermosa.

-¿"Hija"? ¿O..O sea q..que tú...? -dejé la pregunta en el aire cuando ella asintió una vez.

-Así es, soy tu madre, cariño.

Las emociones estallan en mi interior. Quería preguntarle tantas cosas, decirle mucho de lo que guardo... pero antes de poder hacerlo ella vuelve a ser una esfera de luz que se aleja cada vez más de mí.

-No... ¡Espera! ¡No te vayas! -traté de seguirla pero era inalcanzable- ¡Mamá, no te vayas!

-Yo nunca me iré, siempre estuve y siempre estaré contigo -de repente volvió a aparecer frente a mí y besó mi frente con suavidad-. Siempre...

Me levanté de golpe y con la respiración muy agitada por lo que había ocurrido en mi sueño, ¿había sido real o simplemente eso... un sueño?
Apoyé la mano sobre mi rostro totalmente confundida, pero en ese momento escuché que llamaban a mi puerta. Me arreglé un poco y le dije a mi padre que podía entrar.

-Hola, cariño -entra a mi habitación.

-Hola, papá, ¿cómo estuvo tu día? -pregunté mientras él se sienta en el borde de mi cama.

-Estuvo bien... hasta que me llamaron de la escuela -aparté la mirada apenada-. Me dijeron que te suspendieron por agreder a tu compañera. Bueno... ahora quiero escucharte.

Me mantuve en silencio por unos segundos en los que no sabía qué decirle. Entonces me decidí por suspirar para calmarme y finalmente mirarlo.

-Brittany se me acercó y me golpeó primero, no reaccioné con eso pero... cuando dijo que su madre sí estaba viva... yo... me enfadé y la golpeé de más. Después ella le mintió a la directora sobre que yo había empezado y quise golpearla otra vez. Sé que no debo reaccionar así pero... realmente me enfadó lo que dijo.

Papá apoya su mano sobre mi rodilla y me mira compasivo, tragué el llanto que dolía en mi garganta y limpié por debajo de mis ojos antes de que las lágrimas fueran a caer. El tema de mi madre es difícil para mí.

THE ANGEL and THE DEMONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora